12-01-15, 11:57
A veinte pasos de la fama aúna algunas cualidades que lo hacen un trabajo muy disfrutable, sobre todo si usted gusta de la música de grandes íconos como Sting, Mick Jagger, Stevie Wonder, David Bowie, Phil Collins, Bruce Springsteen y otros. Pero sobre todo su realizador Morgan Neville, con experiencia en el cine documental de temática musical, busca, y tiene éxito en ello, hacer justicia a las llamadas backup singers o coristas que han acompañado y llenado de poder y energía los espectáculos de las estrellas más conocidas del rock en casi 50 años, quedándose como lo dice el título, “a 20 pasos de la fama”. Están atrás en el escenario, pero sin ellas, como lo reconocen las numerosas figuras consagradas que dan testimonio durante el documental, el espectáculo quedaría como una mesa coja de una pata.
Neville analiza las carreras de algunas de estas backup singers con voces y presencias impresionantes, de las cuales algunas intentaron el salto a la fama como solistas sin poder lograrlo. Curiosamente, otras nunca lo pretendieron, pero en el caso de las que sí, ¿por qué siendo tan talentosas, poseedoras de voces excepcionales, no lograron trascender la sombra que ocupan en el escenario de las grandes leyendas de la música?
Algunas son muy jóvenes aún, la mayoría son de origen afroamericano — lo que da a sus voces características muy particulares— y van entrando a sus setenta y están retiradas. Otras siguen brillando en la penumbra del escenario con voces y presencias maduras, potentes. El documental es un homenaje a todas ellas, que además desde la década de los noventa, han tenido que enfrentar la llegada de los avances tecnológicos dentro del terreno de la producción musical que, mediante efectos, puede reproducir esas voces femeninas. Pero el hecho es que estas coristas son como una buena actriz de reparto que se puede robar la película.
Tras entrevistarse con más de 50 de ellas, Darlen Love, Judith Hill, Mary Clayton, Lisa Fischer, Paty Austin, son algunos de los nombres de las backup singers que desfilan en A veinte pasos de la fama. Las historias de cada una son diferentes, pero muy representativas, y explican con claridad los recovecos y rudezas de la industria del espectáculo, la música y el disco. Un típico ejemplo de las coristas son The Raelettes, que completaban el espectáculo de Ray Charles. Difícil imaginarlo sin ellas, llenas de energía, con grandes voces y una buena carga de sensualidad.
Los testimonios de Jagger, Springsteen, Sting, Collins, etcétera, enormes monstruos de la música de hoy, coinciden en una cosa: sus backup singers influyeron en gran medida para que ellos llegaran a ser lo que son.
Muy entretenido, aunque quizá le falta algo más de reivindicativo y analizar más el contexto político y social de la época en la que empiezan a aparecer todas esas coristas de raza negra.
Que vivan las coristas!!!!!!
Yo soy muy fan de que haya coristas, nunca se me olvidará el concierto de Spiritualized en la plaza mayor de Gijón
Neville analiza las carreras de algunas de estas backup singers con voces y presencias impresionantes, de las cuales algunas intentaron el salto a la fama como solistas sin poder lograrlo. Curiosamente, otras nunca lo pretendieron, pero en el caso de las que sí, ¿por qué siendo tan talentosas, poseedoras de voces excepcionales, no lograron trascender la sombra que ocupan en el escenario de las grandes leyendas de la música?
Algunas son muy jóvenes aún, la mayoría son de origen afroamericano — lo que da a sus voces características muy particulares— y van entrando a sus setenta y están retiradas. Otras siguen brillando en la penumbra del escenario con voces y presencias maduras, potentes. El documental es un homenaje a todas ellas, que además desde la década de los noventa, han tenido que enfrentar la llegada de los avances tecnológicos dentro del terreno de la producción musical que, mediante efectos, puede reproducir esas voces femeninas. Pero el hecho es que estas coristas son como una buena actriz de reparto que se puede robar la película.
Tras entrevistarse con más de 50 de ellas, Darlen Love, Judith Hill, Mary Clayton, Lisa Fischer, Paty Austin, son algunos de los nombres de las backup singers que desfilan en A veinte pasos de la fama. Las historias de cada una son diferentes, pero muy representativas, y explican con claridad los recovecos y rudezas de la industria del espectáculo, la música y el disco. Un típico ejemplo de las coristas son The Raelettes, que completaban el espectáculo de Ray Charles. Difícil imaginarlo sin ellas, llenas de energía, con grandes voces y una buena carga de sensualidad.
Los testimonios de Jagger, Springsteen, Sting, Collins, etcétera, enormes monstruos de la música de hoy, coinciden en una cosa: sus backup singers influyeron en gran medida para que ellos llegaran a ser lo que son.
Muy entretenido, aunque quizá le falta algo más de reivindicativo y analizar más el contexto político y social de la época en la que empiezan a aparecer todas esas coristas de raza negra.
Que vivan las coristas!!!!!!
Yo soy muy fan de que haya coristas, nunca se me olvidará el concierto de Spiritualized en la plaza mayor de Gijón