Festival: Sonorama, cuarta y última jornada.
Lugar: Aranda de Duero (Burgos).
Día: Domingo 14 de agosto de 2011.
Cartel: Amaral, Teenage Fanclub, La Bien Querida, The Hidden Cameras, Fernando Alfaro, Ellos, Idealipsticks...
Precio: 35 euros la del día; abono de dos días, 60 euros.
Asistencia: Unos 14.000 espectadores (llenísimo). Por Beatriz H. Viloria
En el escenario principal suena “Moriría por vos”, de Amaral en su único concierto este verano. Poco después, en el escenario más pequeño unos salvajes Lost Acapulco piden acción con “Olvidemos el romance”.
Anuncios Google
Cursos Gratis del Inem
+290 Cursos Gratis (Subvencionados) Apúntate a hacer Cursos Sin Pagar
Cursos.eMagister.com
El final de la edición más masiva del Sonorama fue cuestión de contrastes, y no estuvo exento de cierta polémica: parte del público, el más habitual desde hace años en este festival, no ve con buenos ojos la participación de un artista tan mainstream. Algunos de ellos camparon a sus anchas en la carpa atendiendo al surf de los mexicanos Lost Acapulco.
La presencia de Amaral, de regreso presentando su inminente disco, está bien justificada: hasta se incluyen miembros de Sexy Sadie en su séquito. Sus canciones son todo grandes éxitos para una generación, son bonitas -es innegable-, e, incluso, se pueden permitir ciertos momentos en directo por los que pagarían más de un músico indie (“Días de verano”). Aunque, eso sí, acabar el festival con Amaral no es lo mismo que hacerlo con Delorean -el año pasado- o con El Guincho -cerró la jornada del sábado-.
Pero vayamos por partes: la última mañana del festival se saldó con la irrupción de Mucho -nacidos de las cenizas de Sunday Drivers- y la pequeña decepción, por el sonido, de Marcus Doo & The Secret Family y los habitualmente ingeniosos Cohete.
Por la tarde, llega por fin el turno de la zapatilla: el concierto de Idealipsticks es todo un despliegue de guitarra, sensualidad y carisma. Por su parte, el primer concierto grande de la tarde llegó con Fernando Alfaro, que se encargó de poner el toque adulto igual que lo hizo el viernes Nacho Vegas. Las canciones de su último disco (“Camisa hawaiana de fuerza”, “Un viaje largo, largo”) brillan como pocas. La Bien Querida, por su parte, no pudo, o no quiso mantener el nivel de la noche.
Ayer, al fin, sí que fue la jornada de los artistas internacionales. Y de qué manera. Por un lado, con unos Hidden Cameras capaces de tocar con los ojos vendados, de inventarse bailes con niños y de meterse con Rajoy y con la inminente visita del Sumo Pontífice (“escupe al Papa la próxima semana”, era la consigna que coreaban en castellano) sin hacer el ridículo. Canciones como “Awoo” o “In The NA” hacen de estos canadienses unos Magnetic Fields -más o menos- mucho más festivos.
Poco después, el recinto arandino acogió uno de los mejores conciertos que se han visto en la zona en mucho tiempo. Sin temor a exagerar: están los Beatles,. Luego están ellos: Teenage Fanclub es, posiblemente, la mejor banda de pop del mundo en activo. Ellos llegan, sortean los obstáculos -el sonido del escenario principal no fue el mejor- y hacen un concierto sin despeinarse. Clavan sus armonías vocales, despliegan unos estribillos memorables y dan una clase magistral, con elegancia, sobre lo que tiene que ser un concierto de pop. Con mayúsculas.
En canciones recientes Teenage Fanclub rezuman madurez y emoción (“Baby Lee”, “When I Still Have Thee”), sus clásicos todavía suenan potentes pero bien calculados (“The Concept”; “Everything Flows”, que marcó el cierre). Un concierto que tardará en ser olvidado.
No hay duda: el Sonorama Ribera se confirma como el festival más ecléctico -cada vez más alejado del mundo indie, pero qué más da, éste ya no tiene nada que ver al de hace diez años-, capaz de lo peor -algunos artistas internacionales, artistas habituales algo reiterativos- y de lo mejor -grupos pequeños como Lüger, Guadalupe Plata, Mucho; el reencuentro de [Sexy Sadie; Bigott o Teenage Fanclub-. Siempre hay algo a gusto de todos /align] JUANJO ABAD
La edición número catorce del Sonorama tocó su fin, con un nuevo récord de asistencia y demostrando que, efectivamente, en Aranda pueden tocar grupos de todos los estilos, pequeños y grandes, comerciales o indies, legendarios o desconocidos. Más de uno estará contando ya los días que quedan para el Sonorama 2012. Por Beatriz H. Viloria
Haciendo amigos " Ya te lo dije "
Lugar: Aranda de Duero (Burgos).
Día: Domingo 14 de agosto de 2011.
Cartel: Amaral, Teenage Fanclub, La Bien Querida, The Hidden Cameras, Fernando Alfaro, Ellos, Idealipsticks...
Precio: 35 euros la del día; abono de dos días, 60 euros.
Asistencia: Unos 14.000 espectadores (llenísimo). Por Beatriz H. Viloria
En el escenario principal suena “Moriría por vos”, de Amaral en su único concierto este verano. Poco después, en el escenario más pequeño unos salvajes Lost Acapulco piden acción con “Olvidemos el romance”.
Anuncios Google
Cursos Gratis del Inem
+290 Cursos Gratis (Subvencionados) Apúntate a hacer Cursos Sin Pagar
Cursos.eMagister.com
El final de la edición más masiva del Sonorama fue cuestión de contrastes, y no estuvo exento de cierta polémica: parte del público, el más habitual desde hace años en este festival, no ve con buenos ojos la participación de un artista tan mainstream. Algunos de ellos camparon a sus anchas en la carpa atendiendo al surf de los mexicanos Lost Acapulco.
La presencia de Amaral, de regreso presentando su inminente disco, está bien justificada: hasta se incluyen miembros de Sexy Sadie en su séquito. Sus canciones son todo grandes éxitos para una generación, son bonitas -es innegable-, e, incluso, se pueden permitir ciertos momentos en directo por los que pagarían más de un músico indie (“Días de verano”). Aunque, eso sí, acabar el festival con Amaral no es lo mismo que hacerlo con Delorean -el año pasado- o con El Guincho -cerró la jornada del sábado-.
Pero vayamos por partes: la última mañana del festival se saldó con la irrupción de Mucho -nacidos de las cenizas de Sunday Drivers- y la pequeña decepción, por el sonido, de Marcus Doo & The Secret Family y los habitualmente ingeniosos Cohete.
Por la tarde, llega por fin el turno de la zapatilla: el concierto de Idealipsticks es todo un despliegue de guitarra, sensualidad y carisma. Por su parte, el primer concierto grande de la tarde llegó con Fernando Alfaro, que se encargó de poner el toque adulto igual que lo hizo el viernes Nacho Vegas. Las canciones de su último disco (“Camisa hawaiana de fuerza”, “Un viaje largo, largo”) brillan como pocas. La Bien Querida, por su parte, no pudo, o no quiso mantener el nivel de la noche.
Ayer, al fin, sí que fue la jornada de los artistas internacionales. Y de qué manera. Por un lado, con unos Hidden Cameras capaces de tocar con los ojos vendados, de inventarse bailes con niños y de meterse con Rajoy y con la inminente visita del Sumo Pontífice (“escupe al Papa la próxima semana”, era la consigna que coreaban en castellano) sin hacer el ridículo. Canciones como “Awoo” o “In The NA” hacen de estos canadienses unos Magnetic Fields -más o menos- mucho más festivos.
Poco después, el recinto arandino acogió uno de los mejores conciertos que se han visto en la zona en mucho tiempo. Sin temor a exagerar: están los Beatles,. Luego están ellos: Teenage Fanclub es, posiblemente, la mejor banda de pop del mundo en activo. Ellos llegan, sortean los obstáculos -el sonido del escenario principal no fue el mejor- y hacen un concierto sin despeinarse. Clavan sus armonías vocales, despliegan unos estribillos memorables y dan una clase magistral, con elegancia, sobre lo que tiene que ser un concierto de pop. Con mayúsculas.
En canciones recientes Teenage Fanclub rezuman madurez y emoción (“Baby Lee”, “When I Still Have Thee”), sus clásicos todavía suenan potentes pero bien calculados (“The Concept”; “Everything Flows”, que marcó el cierre). Un concierto que tardará en ser olvidado.
No hay duda: el Sonorama Ribera se confirma como el festival más ecléctico -cada vez más alejado del mundo indie, pero qué más da, éste ya no tiene nada que ver al de hace diez años-, capaz de lo peor -algunos artistas internacionales, artistas habituales algo reiterativos- y de lo mejor -grupos pequeños como Lüger, Guadalupe Plata, Mucho; el reencuentro de [Sexy Sadie; Bigott o Teenage Fanclub-. Siempre hay algo a gusto de todos /align] JUANJO ABAD
La edición número catorce del Sonorama tocó su fin, con un nuevo récord de asistencia y demostrando que, efectivamente, en Aranda pueden tocar grupos de todos los estilos, pequeños y grandes, comerciales o indies, legendarios o desconocidos. Más de uno estará contando ya los días que quedan para el Sonorama 2012. Por Beatriz H. Viloria
Haciendo amigos " Ya te lo dije "