03-07-10, 01:51
Viernes 25
77’: Había que estar a primera hora para ver a éstos otros “acedecianos” y, mientras Airbourne me dejaron como ya he dicho, salí encantado de la media hora que tuvieron los de aquí, y es que, como bien dijo Nacho, éstos beben de la etapa Bon Scott y aquellos beben de la etapa Brian Jonhson y se nota. No se dejaron un riff en la recámara y, como anécdota, su guitarrista fue el primer artista de este año que he visto que bajara a tocar entre el público.
The Hot Dogs: la segunda vez que les veo este año y me dejaron igual que la primera, sí pero no, parece que lo tienen y se les escapa; y para colmo, volvieron a no tocarme “Las chicas del fósforo”, aunque “Rock’n’roll army 69” es un temazo absoluto.
Dan Baird & Homemade Sin: volver a encontrarme con Dan Baird y con Warner E. Hodges justifica pagar la entrada a cualquier festival, tal cual. Añado que les dieron una mierda de horario y por tanto, poco tiempo disponible, así que la organización desperdició su presencia y, para colmo, tuvieron bastantes problemas con el sonido. Aún con todo, el bolo fue de órdago. El r’n’r “stoniano”, el buen rollo que desprenden Baird y Hodges, y la presencia, además, de Keith “Camilo Sexto” Christopher, me ponen muy alto lo que hicieron ¡¡¡y tocaron Sheila!!!. Por cierto, además de tener poco tiempo, les hicieron esperar a pie de escenario no menos de diez minutos de una manera inexplicable. El setlist:
01. Just can’t wait
02. Dunno
03. Crooked Smile
04. Two for Tuesday
05. I love you period
06. Damn thing to be done
07. Sheila
08. Put your hands to yourself
09. Youngerface
El Vez: como iba a verle al día siguiente en la Plaza de la Virgen Blanca, aproveché para sentarme al lado de la carpa para descansar mientras le escuchaba, así que no puedo comparar los espectáculos, que no conciertos, que ha hecho en uno y otro sitio; sólo diré que, mientras lo que estaba escuchando esta tarde me estaba dejando frío, considerando casi un insulto su presencia en el Azkena, lo que disfruté en la plaza al día siguiente me hizo comprender la diferencia que acabo de hacer entre concierto y espectáculo. Hay que verlo al menos una vez en la vida para disfrutar del auténtico show descacharrado y caradura de este hombre, hablando permanentemente en una mezcla de español e inglés, mezclando las palabras en la misma frase, y perpetrando uno tras otro un montón de clásicos absolutos, pero con una gracia y un saber traerse a la peña, increíbles. Se cambió 7 veces de traje, a cada cual más extravagante. Cuando metieron en no recuerdo que canción el “That’s no my name” de The Ting Tings, casi me da algo. Fiestón.
Imelda May: al igual que El Vez, también estuvo en la plaza, pero lo había hecho por la mañana, así que la vi dos veces con seis horas escasas de diferencia. Me pareció que calcó el setlist, cosa poco inteligente, supongo; gustándome su música, no consiguió engatusarme, particularmente en el escenario, que se les quedó demasiado grande. Megahit con el “Johnny got a boom boom” y remataron con el “Tainted Love”, que no recuerdo de quien es, pero popularizaron Soft Cell, que fue muy jaleada, más que cantada, por el respetable. Como anécdota, el guitarrista (creo que, además, marido de Imelda) se arrancó a tocar, arrastrando al resto de la banda en la penúltima canción mientras ésta le decía que parara (no sé si porque no estaba preparada o porque quería tocar otra), pero como él no la vió, ella tuvo que cantarla; bien, le cayó un broncón del carajo, tocarón la citada “Tainted love” de despedida, y todavía le iba abroncando por el camino a los camerinos ante la cara de incredulidad del hombre.
Teddy Thompson: no, repito, no se puede programar un concierto tipo “mi guitarra y yo” a las ocho de la tarde en un festival como el Azkena, y menos con la fiesta que ya llevábamos encima. Fuera de lugar y más habiendo visto a mr.Baird dos horas antes. Dicho lo cual, el tío toca muy bien y canta mejor, así que espero poder verle por aquí con banda. Otra anécdota: o le gusta el fútbol o alguien le había chivado que jugaba la selección, así que agradeció nuestra presencia dejando apartado el partido…hasta que alguien de las primeras filas le dijo que era después de su actuación. Je.
The Saints: la mala hostia que se me había puesto cuando tras tres o cuatro temas ya había comprendido que aquello no tenía visos de reconducirse por la senda correcta, junto con el bolazo que recordaba de cuando les vi en Los Picos, y todo revuelto con que había sacrificado el partido de fútbol por ellos, me lanzó a soltar algún que otro improperio (sí, ya sé, fuera de lugar) en voz alta. Eran tres y yo recuerdo cuatro. Fin.
The Damned: dentro del apartado punk del festival, estaban estos dinosaurios para recordarnos unas cuantas cosas, así que me tomé el bocata entre el final del concierto de The Saints y el principio de éste para coger fuerzas para lo que quedaba por delante (que era mucho, como enseguida contaré), de tal forma que empezaron el concierto conmigo sentado junto a la carpa y ¡¡¡horror!!! ya no tocan punk, no, es una especie que pop-rock; tuve que sacar el programa de mano para comprobar si estaba equivocado y eran otros, pero no, eran ellos transformados. Tuvieron un par de amagos que consiguieron ponerme en pie para volver a sentarme. Otra decepción.
Slash: vaya por delante que Guns’n’Roses nunca fueron santo de mi devoción, así que no tenía más que curiosidad por ver a un gran guitarrista. Error. No sólo es un gran guitarrista, si no que lleva una buena banda y un buen cantante. Probablemente los fans de Axl se hagan cruces ante la presencia de mr.Kennedy, pero como no tenía ninguna intención de compararlos, me llevé una gran alegría al comprobar que tanto la banda, como el cantante, como el repertorio, estuvieron rayando a un gran nivel y disfruté mucho, mucho. A pesar de tener disco nuevo reciente (“Ghost”, “By the sword” o “Starlight”), también tocaron varias canciones de su ex-grupo, así como más conocidas “Sweet child of mine” y “Paradise City” con la que cerró. El setlist
01. Ghost
02. Dirty Little Thing
03. Nightrain
04. Back To Cali
05. Sucker Train Blues
06. Starlight
07. Rise Today
08. By The Sword
09. Sweet Child O’ Mine
10. Slither
11. Paradise City
Kiss: vuelvo a decir que tampoco he sido nunca fan de los pintados, y con el cartel en la mano, llegué a decir que si se caían Kiss para traerme otro cabeza, no me importaría en absoluto. Error, error, error y error. Disfruté, canté, bailé, salté y me emocioné como una puta colegiala. Tal cual. Todavía no acabo de entender como unos tíos que lo tienen todo, se juegan el tipo en las tirolinas y los ascensores o echando fuego, y a su edad; pero todavía es más incomprensible cuando, además, hacen música. No es sólo, que también, un espectáculo para la vista, si no que tocan mucho y bien, y tienen algunos de los clásicos absolutos de todos los tiempos. “Modern day Delilah” del último y reciente disco con la que abrieron, pasando por “Let me go rock’n’roll”, “Firehouse”, “Love gun”, “Black diamond” (¿mezclada con “Whole lotta love”?¿la he nombrado también con Gov’t Mule?, je, je), una en acústico ¿? que desconozco, “Shout it out loud”, “I was made for lovin’ you, baby”, “God gave rock’n’roll to you”, “Rock’n’roll all nite” y más que no conocía o no recuerdo, hacen dos horas y mucho de conciertazo absoluto; hasta los fuegos artificiales con los que se fueron, que siempre me repelen, me sonaron bien. Un par de anécdotas: con la foto de la portada del “Sonic Boom”, su último disco, en grande sobre el fondo del escenario, nos lo estuvieron vendiendo varias veces, demasiadas para mi gusto, aunque me parece que es lo habitual en sus shows; y varias veces también a lo largo del concierto, Paul Stanley se dirigió al público diciendo Bilbao, hasta que, para los bises, alguien le advirtió del error y cuando volvieron al escenario dijo Bilbao-Vitoria. En fin, lo dicho, me emocionaron.
Imperial State Electric: para cerrar la jornada estaba la nueva banda del ex-Hellacopters Nicke Andersson que tenía muchas ganas de ver, y, aunque abrieron con el “Take me” de Kiss y estaban tocando muy bien, la suma del cansancio acumulado durante todo el día, que me habían dejado solo, que estaba bastante perjudicado y que se habían pasado subiendo el volumen dentro de la carpa, me retiré sin acabar el concierto; pero la media hora que vi, me dejó buen gusto y a la espera de pillarles de gira por salas.
77’: Había que estar a primera hora para ver a éstos otros “acedecianos” y, mientras Airbourne me dejaron como ya he dicho, salí encantado de la media hora que tuvieron los de aquí, y es que, como bien dijo Nacho, éstos beben de la etapa Bon Scott y aquellos beben de la etapa Brian Jonhson y se nota. No se dejaron un riff en la recámara y, como anécdota, su guitarrista fue el primer artista de este año que he visto que bajara a tocar entre el público.
The Hot Dogs: la segunda vez que les veo este año y me dejaron igual que la primera, sí pero no, parece que lo tienen y se les escapa; y para colmo, volvieron a no tocarme “Las chicas del fósforo”, aunque “Rock’n’roll army 69” es un temazo absoluto.
Dan Baird & Homemade Sin: volver a encontrarme con Dan Baird y con Warner E. Hodges justifica pagar la entrada a cualquier festival, tal cual. Añado que les dieron una mierda de horario y por tanto, poco tiempo disponible, así que la organización desperdició su presencia y, para colmo, tuvieron bastantes problemas con el sonido. Aún con todo, el bolo fue de órdago. El r’n’r “stoniano”, el buen rollo que desprenden Baird y Hodges, y la presencia, además, de Keith “Camilo Sexto” Christopher, me ponen muy alto lo que hicieron ¡¡¡y tocaron Sheila!!!. Por cierto, además de tener poco tiempo, les hicieron esperar a pie de escenario no menos de diez minutos de una manera inexplicable. El setlist:
01. Just can’t wait
02. Dunno
03. Crooked Smile
04. Two for Tuesday
05. I love you period
06. Damn thing to be done
07. Sheila
08. Put your hands to yourself
09. Youngerface
El Vez: como iba a verle al día siguiente en la Plaza de la Virgen Blanca, aproveché para sentarme al lado de la carpa para descansar mientras le escuchaba, así que no puedo comparar los espectáculos, que no conciertos, que ha hecho en uno y otro sitio; sólo diré que, mientras lo que estaba escuchando esta tarde me estaba dejando frío, considerando casi un insulto su presencia en el Azkena, lo que disfruté en la plaza al día siguiente me hizo comprender la diferencia que acabo de hacer entre concierto y espectáculo. Hay que verlo al menos una vez en la vida para disfrutar del auténtico show descacharrado y caradura de este hombre, hablando permanentemente en una mezcla de español e inglés, mezclando las palabras en la misma frase, y perpetrando uno tras otro un montón de clásicos absolutos, pero con una gracia y un saber traerse a la peña, increíbles. Se cambió 7 veces de traje, a cada cual más extravagante. Cuando metieron en no recuerdo que canción el “That’s no my name” de The Ting Tings, casi me da algo. Fiestón.
Imelda May: al igual que El Vez, también estuvo en la plaza, pero lo había hecho por la mañana, así que la vi dos veces con seis horas escasas de diferencia. Me pareció que calcó el setlist, cosa poco inteligente, supongo; gustándome su música, no consiguió engatusarme, particularmente en el escenario, que se les quedó demasiado grande. Megahit con el “Johnny got a boom boom” y remataron con el “Tainted Love”, que no recuerdo de quien es, pero popularizaron Soft Cell, que fue muy jaleada, más que cantada, por el respetable. Como anécdota, el guitarrista (creo que, además, marido de Imelda) se arrancó a tocar, arrastrando al resto de la banda en la penúltima canción mientras ésta le decía que parara (no sé si porque no estaba preparada o porque quería tocar otra), pero como él no la vió, ella tuvo que cantarla; bien, le cayó un broncón del carajo, tocarón la citada “Tainted love” de despedida, y todavía le iba abroncando por el camino a los camerinos ante la cara de incredulidad del hombre.
Teddy Thompson: no, repito, no se puede programar un concierto tipo “mi guitarra y yo” a las ocho de la tarde en un festival como el Azkena, y menos con la fiesta que ya llevábamos encima. Fuera de lugar y más habiendo visto a mr.Baird dos horas antes. Dicho lo cual, el tío toca muy bien y canta mejor, así que espero poder verle por aquí con banda. Otra anécdota: o le gusta el fútbol o alguien le había chivado que jugaba la selección, así que agradeció nuestra presencia dejando apartado el partido…hasta que alguien de las primeras filas le dijo que era después de su actuación. Je.
The Saints: la mala hostia que se me había puesto cuando tras tres o cuatro temas ya había comprendido que aquello no tenía visos de reconducirse por la senda correcta, junto con el bolazo que recordaba de cuando les vi en Los Picos, y todo revuelto con que había sacrificado el partido de fútbol por ellos, me lanzó a soltar algún que otro improperio (sí, ya sé, fuera de lugar) en voz alta. Eran tres y yo recuerdo cuatro. Fin.
The Damned: dentro del apartado punk del festival, estaban estos dinosaurios para recordarnos unas cuantas cosas, así que me tomé el bocata entre el final del concierto de The Saints y el principio de éste para coger fuerzas para lo que quedaba por delante (que era mucho, como enseguida contaré), de tal forma que empezaron el concierto conmigo sentado junto a la carpa y ¡¡¡horror!!! ya no tocan punk, no, es una especie que pop-rock; tuve que sacar el programa de mano para comprobar si estaba equivocado y eran otros, pero no, eran ellos transformados. Tuvieron un par de amagos que consiguieron ponerme en pie para volver a sentarme. Otra decepción.
Slash: vaya por delante que Guns’n’Roses nunca fueron santo de mi devoción, así que no tenía más que curiosidad por ver a un gran guitarrista. Error. No sólo es un gran guitarrista, si no que lleva una buena banda y un buen cantante. Probablemente los fans de Axl se hagan cruces ante la presencia de mr.Kennedy, pero como no tenía ninguna intención de compararlos, me llevé una gran alegría al comprobar que tanto la banda, como el cantante, como el repertorio, estuvieron rayando a un gran nivel y disfruté mucho, mucho. A pesar de tener disco nuevo reciente (“Ghost”, “By the sword” o “Starlight”), también tocaron varias canciones de su ex-grupo, así como más conocidas “Sweet child of mine” y “Paradise City” con la que cerró. El setlist
01. Ghost
02. Dirty Little Thing
03. Nightrain
04. Back To Cali
05. Sucker Train Blues
06. Starlight
07. Rise Today
08. By The Sword
09. Sweet Child O’ Mine
10. Slither
11. Paradise City
Kiss: vuelvo a decir que tampoco he sido nunca fan de los pintados, y con el cartel en la mano, llegué a decir que si se caían Kiss para traerme otro cabeza, no me importaría en absoluto. Error, error, error y error. Disfruté, canté, bailé, salté y me emocioné como una puta colegiala. Tal cual. Todavía no acabo de entender como unos tíos que lo tienen todo, se juegan el tipo en las tirolinas y los ascensores o echando fuego, y a su edad; pero todavía es más incomprensible cuando, además, hacen música. No es sólo, que también, un espectáculo para la vista, si no que tocan mucho y bien, y tienen algunos de los clásicos absolutos de todos los tiempos. “Modern day Delilah” del último y reciente disco con la que abrieron, pasando por “Let me go rock’n’roll”, “Firehouse”, “Love gun”, “Black diamond” (¿mezclada con “Whole lotta love”?¿la he nombrado también con Gov’t Mule?, je, je), una en acústico ¿? que desconozco, “Shout it out loud”, “I was made for lovin’ you, baby”, “God gave rock’n’roll to you”, “Rock’n’roll all nite” y más que no conocía o no recuerdo, hacen dos horas y mucho de conciertazo absoluto; hasta los fuegos artificiales con los que se fueron, que siempre me repelen, me sonaron bien. Un par de anécdotas: con la foto de la portada del “Sonic Boom”, su último disco, en grande sobre el fondo del escenario, nos lo estuvieron vendiendo varias veces, demasiadas para mi gusto, aunque me parece que es lo habitual en sus shows; y varias veces también a lo largo del concierto, Paul Stanley se dirigió al público diciendo Bilbao, hasta que, para los bises, alguien le advirtió del error y cuando volvieron al escenario dijo Bilbao-Vitoria. En fin, lo dicho, me emocionaron.
Imperial State Electric: para cerrar la jornada estaba la nueva banda del ex-Hellacopters Nicke Andersson que tenía muchas ganas de ver, y, aunque abrieron con el “Take me” de Kiss y estaban tocando muy bien, la suma del cansancio acumulado durante todo el día, que me habían dejado solo, que estaba bastante perjudicado y que se habían pasado subiendo el volumen dentro de la carpa, me retiré sin acabar el concierto; pero la media hora que vi, me dejó buen gusto y a la espera de pillarles de gira por salas.