13-10-05, 10:55
Buff... Lo mío es un tanto curioso.
Contaría con unos trece añitos (joder, que rápido pasa el tiempo) cuando vería por primera vez El día de la bestia, la cual me descubrió una canción homónima de un grupo llamado Def con dos. Me chiflaba, así que por aquel entonces me hice con el Armas p'al pueblo, lo cual me jodió (para qué negarlo) un poquillo la cabeza, pero me abrió todo un mundo, de Def con dos pasé a La polla Récords, de ahí a Barricada y de ahí a Los suaves y Extremoduro.
A los catorce años era un fanático del punk y el rock nacional, y comencé a obsesionarme con la música extranjera, en concreto con todo lo que sonase potente, de ahí que comenzase a escuchar grupos como Iron Maiden, Manowar, Sepultura, de hecho recuerdo un día en el que mi padre entró a mi cuarto mientras yo estaba escuchando a Cannibal corpse (¡¡!!) y me dijo que eso era una bazofia, que tendría que escuchar a grupos como los Creedence o Jethro tull (juas) comentario, que por supuesto, me pasé por el forris completamente...
Los años posteriores los pasé engullendo música constantemente, siempre me ha gustado los géneros más potentes (sobre todo rock y metal) pero llegó un momento que comencé a escuchar todo lo que caía en mis manos (desde Amparanoia a Siete notas siete colores pasando por Asian Dub Fundation, Mike Oldfield, Soulfly o las catedrales del Technotrance y los unplugged de Pastis&Buenri) sin importarme demasiado si era cojonudo o una ponzoña, la cosa era más escuchar y dar botes como un malandrín que centrarme en lo que era la música en sí...
Después de años escuchando música sin parar al instalarme el internet (con unas veinte primaveras ya) y entrar en diversos foros comencé a descubrir a los clásicos de los que siempre había oído hablar y sin embargo nunca había escuchado nada Led Zepellin, The Who, etc, etc, y comprobé por mí mismo que a mi padre no le faltaba ni un jodido ápice de razón, así que comencé a engullir todo lo que estuviese parido entre mediados de los 60 y mediados de los 80, dándome cuenta que muchísimas de las canciones que me gustaban están directamente sacadas de estas (como muchísimos de los samplers que usan Def con dos o el Smell like teen spirit de Nirvana y el More than a feeling de Boston, por poner un ejemplo) y que me encantaba esa música.
Después sin dejar de escuchar rock clásico (de hecho sigue siendo la música que más me apasiona) comencé a escuchar Jazz clásico (a la aventura, todo hay que decirlo, ya que es un estilo que aún hoy desconozco muchísimo) con cosas de Miles Davis, The Buddy Rich big band, John Coltrane, me introduje en el blues y a día de hoy hasta estoy comenzando a escuchar electrónica (género que deseché en su día -muy mal hacho- tras una indigestión de bakalao cutre) poquito a poco, pero con continuidad.
Y hoy escucho casi de todo, siempre he dado prioridad en mis gustos al rock, pero nunca he hecho ascos a algo que me haya gustado. Aunque reconozco que soy un asqueroso intransigente para con todo lo que no me gusta, que desgraciadamente a día de hoy es casi todo.
Contaría con unos trece añitos (joder, que rápido pasa el tiempo) cuando vería por primera vez El día de la bestia, la cual me descubrió una canción homónima de un grupo llamado Def con dos. Me chiflaba, así que por aquel entonces me hice con el Armas p'al pueblo, lo cual me jodió (para qué negarlo) un poquillo la cabeza, pero me abrió todo un mundo, de Def con dos pasé a La polla Récords, de ahí a Barricada y de ahí a Los suaves y Extremoduro.
A los catorce años era un fanático del punk y el rock nacional, y comencé a obsesionarme con la música extranjera, en concreto con todo lo que sonase potente, de ahí que comenzase a escuchar grupos como Iron Maiden, Manowar, Sepultura, de hecho recuerdo un día en el que mi padre entró a mi cuarto mientras yo estaba escuchando a Cannibal corpse (¡¡!!) y me dijo que eso era una bazofia, que tendría que escuchar a grupos como los Creedence o Jethro tull (juas) comentario, que por supuesto, me pasé por el forris completamente...
Los años posteriores los pasé engullendo música constantemente, siempre me ha gustado los géneros más potentes (sobre todo rock y metal) pero llegó un momento que comencé a escuchar todo lo que caía en mis manos (desde Amparanoia a Siete notas siete colores pasando por Asian Dub Fundation, Mike Oldfield, Soulfly o las catedrales del Technotrance y los unplugged de Pastis&Buenri) sin importarme demasiado si era cojonudo o una ponzoña, la cosa era más escuchar y dar botes como un malandrín que centrarme en lo que era la música en sí...
Después de años escuchando música sin parar al instalarme el internet (con unas veinte primaveras ya) y entrar en diversos foros comencé a descubrir a los clásicos de los que siempre había oído hablar y sin embargo nunca había escuchado nada Led Zepellin, The Who, etc, etc, y comprobé por mí mismo que a mi padre no le faltaba ni un jodido ápice de razón, así que comencé a engullir todo lo que estuviese parido entre mediados de los 60 y mediados de los 80, dándome cuenta que muchísimas de las canciones que me gustaban están directamente sacadas de estas (como muchísimos de los samplers que usan Def con dos o el Smell like teen spirit de Nirvana y el More than a feeling de Boston, por poner un ejemplo) y que me encantaba esa música.
Después sin dejar de escuchar rock clásico (de hecho sigue siendo la música que más me apasiona) comencé a escuchar Jazz clásico (a la aventura, todo hay que decirlo, ya que es un estilo que aún hoy desconozco muchísimo) con cosas de Miles Davis, The Buddy Rich big band, John Coltrane, me introduje en el blues y a día de hoy hasta estoy comenzando a escuchar electrónica (género que deseché en su día -muy mal hacho- tras una indigestión de bakalao cutre) poquito a poco, pero con continuidad.
Y hoy escucho casi de todo, siempre he dado prioridad en mis gustos al rock, pero nunca he hecho ascos a algo que me haya gustado. Aunque reconozco que soy un asqueroso intransigente para con todo lo que no me gusta, que desgraciadamente a día de hoy es casi todo.