31-05-07, 16:30
Ácido sulfúrico, de Amelie Nothomb.
No lo he leído, ojo, pero el otro día en la librería Cervantes de Oviedo estuve echando un vistazo y me encontré esto:
El último grito en programas televisivos de entretenimiento se llama «Concentración». Por las calles de París se recluta a los participantes de este reality show, que serán trasladados al plató en vagones precintados como los que trasportaban a los judíos durante el exterminio nazi y, después, internados en un campo. Ante las cámaras de televisión, los prisioneros son golpeados y humillados. El clímax llega cada semana, cuando los telespectadores ejercen el televoto: desde sus casas pueden eliminar-ejecutar a uno de los participantes. Pannonique, una estudiante de gran belleza, es reclutada. Zdena, una mujer sin empleo, se enamora de ella. Una pareja fatal: la víctima y el verdugo. Cuando la audiencia tiene que votar sale a la luz el sadismo inconsciente del público que deplora el horror pero es incapaz de perderse una entrega. Una historia que sirve como crítica de un mundo brutal y crudo de hipocresía biempensante: un mundo en el que incluso la denuncia del sistema pertenece al sistema.
A mí al menos me ha parecido que tiene buena pinta. La idea es original, aunque quizá no tanto, porque lo del reality de Holanda me parece algo increible. Me recuerda un poco a los contextos que dibuja a veces Saramago para sus libros. ¿Alguien se lo ha leido? Si no ya os diré qué me ha parecido cuando tenga tiempo de ir a por él!
No lo he leído, ojo, pero el otro día en la librería Cervantes de Oviedo estuve echando un vistazo y me encontré esto:
El último grito en programas televisivos de entretenimiento se llama «Concentración». Por las calles de París se recluta a los participantes de este reality show, que serán trasladados al plató en vagones precintados como los que trasportaban a los judíos durante el exterminio nazi y, después, internados en un campo. Ante las cámaras de televisión, los prisioneros son golpeados y humillados. El clímax llega cada semana, cuando los telespectadores ejercen el televoto: desde sus casas pueden eliminar-ejecutar a uno de los participantes. Pannonique, una estudiante de gran belleza, es reclutada. Zdena, una mujer sin empleo, se enamora de ella. Una pareja fatal: la víctima y el verdugo. Cuando la audiencia tiene que votar sale a la luz el sadismo inconsciente del público que deplora el horror pero es incapaz de perderse una entrega. Una historia que sirve como crítica de un mundo brutal y crudo de hipocresía biempensante: un mundo en el que incluso la denuncia del sistema pertenece al sistema.
A mí al menos me ha parecido que tiene buena pinta. La idea es original, aunque quizá no tanto, porque lo del reality de Holanda me parece algo increible. Me recuerda un poco a los contextos que dibuja a veces Saramago para sus libros. ¿Alguien se lo ha leido? Si no ya os diré qué me ha parecido cuando tenga tiempo de ir a por él!
Te dejaste las llaves dentro.