06-09-05, 09:16
Hoy (06/09/05) en El Diario Montapeich:
Vida y Ocio / CULTURA
Polémica
El 'Tanned Tin' se marcha a Castellón por desavenencias entre Acuarela y la Caja
Jesús Llorente, promotor del festival, alude a «falta de interés de la Obra Social» La entidad trabaja «en una nueva propuesta de cultura independiente»
G. BALBONA/J. DAÑOBEITIA/SANTANDER
SHANNON WRIGHT. La norteamericana, puntal del 'underground' de EE UU, abrió la última edición. / DM
El Tanned Tin, festival de música independiente que durante los últimos seis años organizó Caja Cantabria con unánime éxito de crítica y público, dejará definitivamente de tener su sede en Santander. La razón, según Jesús Llorente, programador del festival, radica en la «disminución del interés por parte de la Obra Social de la entidad hacia la edición del 2005». Y así, este año se mudará al Auditori i Palau de Congresos de Castellón, donde tendrá lugar los días 3, 4 y 5 de noviembre.
Por su parte, Caja Cantabria anunció ayer que el Tanned Tin centraba en exceso su contenido y aportación en el ámbito de la música, por lo que desde la entidad se estaba estudiando prestar atención a otros lenguajes y campos creativos. La Caja quiso dejar claro que «no se abandona el mundo de la cultura indepen diente», sino que se está «diseñando» desde la entidad una muestra abierta a otras manifestaciones artísticas, de modo que «en fecha aún por concretar» se celebrará otra propuesta de Cultura Independiente más amplia y ambiciosa.
Llorente, propietario del sello de música independiente de mayor renombre a nivel nacional, Acuarela Records, afirma que «se pretendía un recorte del número de grupos participantes debido a restricciones en el presupuesto». Algo que, sumado «a la fata de comunicación entre las partes ha sido síntoma de que algo no funcionaba», añadió.
«Decisión clara»
Bajo esta premisa, Llorente, máximo responsable del festival y en propiedad tanto del concepto como del propio nombre de marca, según aseguró, tuvo que decidir «entre que no hubiera Tanned Tin 2005; organizarlo en Santander con todas las dificultades o 'mudar' el evento a otra ciudad». «La elección, después de un mes de deliberaciones, estuvo bien clara para los que trabajamos en él».
Vigo, Cádiz, Bilbao, Barcelona, Madrid y Málaga fueron otras de las posibilidades que se barajaron desde la organización del Tanned Tin, pero la decisión final, Castellón, se debió, en gran parte, «a que hemos encontrado gente muy receptiva a todos los niveles, desde el institucional hasta el de los promotores locales, pasando por equipo técnico y demás».
Situación que, para Llorente, resultaba «curioso, pues mientras la falta de comunicación con Caja Cantabria adquiría tintes dramáticos, en Castellón se estaban poniendo manos a la obra desde el primer día. La diferencia ha sido tan grande que la decisión al final ha sido más llevadera».
Lo que queda claro así es que Santander quedará 'huérfana' de uno de los eventos que, en lo musical, mayores éxitos lograba entre crítica y público. Tal es así que «el punto que más me duele es que el trabajo de seis años ya no tenga continuidad», máxime si se tiene en cuenta «lo complejo que resulta 'hacer afición' y acostumbrar a la gente a que a primeros de cada noviembre iba a ver grupos poco habituales, alejados de lo comercial y por muy poco dinero -alrededor de diez euros por noche-».
Con todo, la Obra Social de la Caja Cantabria y Acuarela, sello responsable de la organización e «imagen del festival para todos los grupos y, cuando los hay, agentes y mánagers», mantienen en la actualidad «una relación que ni es mala ni es buena», según palabras de Jesús Llorente.
De hecho, asegura que «la relación con Javier Ontañón, el alma del proyecto dentro de la Caja, ha sido buena en general; no tengo queja y supongo que sus esfuerzos por mantener esta aventura han sido titánicos». Pese a todo, «el mismo Ontañón no ha sabido transmitirnos ninguna seguridad al respecto».
Exceso de retrasos
Una inseguridad, por tanto, que se traducía en «retrasos de vuelos -a mediados de agosto, eran seis las semanas de demora en la confirmación de horarios y pago de billetes de avión- así como en relación al diseño del cartel y la promoción previa». Y esto, sumado a que la percepción de Llorente era que «no parecía importarles demasiado, como si no pasara nada», derivó en que desde la organización del Tanned Tin se notara «una sensación de irritante paternalismo; parecía que éramos, por así decirlo, la 'coartada moderna' de la Obra Social. Y al ver que ha tenido inmejorables críticas y llenos en las noches de viernes y sábado, creo que se nos ha dado por descontado». De tal modo que «éramos 'esos chavales que nos montan esto tan guay'».
En síntesis, el próximo mes de noviembre no habrá Tanned Tin en Santander. La mayor apuesta regional por la miscelánea sonora que se producía cada año en el Centro Cultural de Tantín, se traslada ahora a Castellón. A un auditorio en el que «nos han recibido como lo que somos: un festival hecho y derecho».
Vida y Ocio / CULTURA
Polémica
El 'Tanned Tin' se marcha a Castellón por desavenencias entre Acuarela y la Caja
Jesús Llorente, promotor del festival, alude a «falta de interés de la Obra Social» La entidad trabaja «en una nueva propuesta de cultura independiente»
G. BALBONA/J. DAÑOBEITIA/SANTANDER
SHANNON WRIGHT. La norteamericana, puntal del 'underground' de EE UU, abrió la última edición. / DM
El Tanned Tin, festival de música independiente que durante los últimos seis años organizó Caja Cantabria con unánime éxito de crítica y público, dejará definitivamente de tener su sede en Santander. La razón, según Jesús Llorente, programador del festival, radica en la «disminución del interés por parte de la Obra Social de la entidad hacia la edición del 2005». Y así, este año se mudará al Auditori i Palau de Congresos de Castellón, donde tendrá lugar los días 3, 4 y 5 de noviembre.
Por su parte, Caja Cantabria anunció ayer que el Tanned Tin centraba en exceso su contenido y aportación en el ámbito de la música, por lo que desde la entidad se estaba estudiando prestar atención a otros lenguajes y campos creativos. La Caja quiso dejar claro que «no se abandona el mundo de la cultura indepen diente», sino que se está «diseñando» desde la entidad una muestra abierta a otras manifestaciones artísticas, de modo que «en fecha aún por concretar» se celebrará otra propuesta de Cultura Independiente más amplia y ambiciosa.
Llorente, propietario del sello de música independiente de mayor renombre a nivel nacional, Acuarela Records, afirma que «se pretendía un recorte del número de grupos participantes debido a restricciones en el presupuesto». Algo que, sumado «a la fata de comunicación entre las partes ha sido síntoma de que algo no funcionaba», añadió.
«Decisión clara»
Bajo esta premisa, Llorente, máximo responsable del festival y en propiedad tanto del concepto como del propio nombre de marca, según aseguró, tuvo que decidir «entre que no hubiera Tanned Tin 2005; organizarlo en Santander con todas las dificultades o 'mudar' el evento a otra ciudad». «La elección, después de un mes de deliberaciones, estuvo bien clara para los que trabajamos en él».
Vigo, Cádiz, Bilbao, Barcelona, Madrid y Málaga fueron otras de las posibilidades que se barajaron desde la organización del Tanned Tin, pero la decisión final, Castellón, se debió, en gran parte, «a que hemos encontrado gente muy receptiva a todos los niveles, desde el institucional hasta el de los promotores locales, pasando por equipo técnico y demás».
Situación que, para Llorente, resultaba «curioso, pues mientras la falta de comunicación con Caja Cantabria adquiría tintes dramáticos, en Castellón se estaban poniendo manos a la obra desde el primer día. La diferencia ha sido tan grande que la decisión al final ha sido más llevadera».
Lo que queda claro así es que Santander quedará 'huérfana' de uno de los eventos que, en lo musical, mayores éxitos lograba entre crítica y público. Tal es así que «el punto que más me duele es que el trabajo de seis años ya no tenga continuidad», máxime si se tiene en cuenta «lo complejo que resulta 'hacer afición' y acostumbrar a la gente a que a primeros de cada noviembre iba a ver grupos poco habituales, alejados de lo comercial y por muy poco dinero -alrededor de diez euros por noche-».
Con todo, la Obra Social de la Caja Cantabria y Acuarela, sello responsable de la organización e «imagen del festival para todos los grupos y, cuando los hay, agentes y mánagers», mantienen en la actualidad «una relación que ni es mala ni es buena», según palabras de Jesús Llorente.
De hecho, asegura que «la relación con Javier Ontañón, el alma del proyecto dentro de la Caja, ha sido buena en general; no tengo queja y supongo que sus esfuerzos por mantener esta aventura han sido titánicos». Pese a todo, «el mismo Ontañón no ha sabido transmitirnos ninguna seguridad al respecto».
Exceso de retrasos
Una inseguridad, por tanto, que se traducía en «retrasos de vuelos -a mediados de agosto, eran seis las semanas de demora en la confirmación de horarios y pago de billetes de avión- así como en relación al diseño del cartel y la promoción previa». Y esto, sumado a que la percepción de Llorente era que «no parecía importarles demasiado, como si no pasara nada», derivó en que desde la organización del Tanned Tin se notara «una sensación de irritante paternalismo; parecía que éramos, por así decirlo, la 'coartada moderna' de la Obra Social. Y al ver que ha tenido inmejorables críticas y llenos en las noches de viernes y sábado, creo que se nos ha dado por descontado». De tal modo que «éramos 'esos chavales que nos montan esto tan guay'».
En síntesis, el próximo mes de noviembre no habrá Tanned Tin en Santander. La mayor apuesta regional por la miscelánea sonora que se producía cada año en el Centro Cultural de Tantín, se traslada ahora a Castellón. A un auditorio en el que «nos han recibido como lo que somos: un festival hecho y derecho».