30-04-06, 16:06
Arte
Para sacar los colores
Tino Casal, McNamara, Villa-Toro, Rufino de Mingo, Manolo Campoamor, Paco Clavel... La exposición de El Cantil enseña sin tapujos el arte de la movida
M. P./SANTANDER
LA EXPOSICIÓN
Título: '80 s: una movida sorprendente'.
Lugar: galería El Cantil (capilla del restaurante El Nuevo Molino. Barrio Monseñor 18. Puente Arce).
Contenidos: fotografías y pinturas de Carlos Berlanga, Tino Casal, Manolo Campoamor, Paco Clavel, Manolo Cáceres, José Miranda, Las Costus, Fabio McNamara, Antonio Villa Toro, Rufino de Mingo, Guillermo Pérez Villalta y Álvaro Villarrubia.
Visitas: hasta el 12 de mayo.
Horarios: de lunes a sábado, de 14,00 a 21,30 horas. Martes , cerrado.
Más información: www.elcantil.es y en el teléfono 942589257.
La mayoría de quienes vivieron la evolución cultural en España durante el postfranquismo recordará a un individuo enjuto y largo como un junco llamado Fanny McNamara que, vestido con mallas y minifalda, cantaba el 'hit' surrealista 'Quiero ser mamá' con Pedro Almodóvar. Sin embargo, lo que resulta menos conocido de él es que, tras esa actitud, coexistía la personalidad de un pintor meditabundo aunque amante del trazo de «primera impresión», devoto religioso, practicante del pop-art y al que Andy Warhol calificó como «el único artista que hay aquí» durante una fiesta en Madrid.
La mayoría de quienes escucharon la banda sonora de la década de los 80 podrían tararear, sin lugar a dudas, alguna de las canciones de Tino Casal. Pero no abundan quienes conocen sus cuadros, herederos del pop europeo y producto en muchos casos de una incontinencia creativa que quedó impresa en el diseño, la moda y un conjunto de ocho esculturas.
El resultado de la afición a los pinceles de McNamara y Casal queda recogido ahora en una exposición en la galería El Cantil (Puente Arce), donde se muestra también la producción pictórica de otra decena de nombres referenciales de la época. Algunos han prevalecido especialmente por su música -Carlos Berlanga, Manolo Campoamor y Paco Clavel- y otros por su obra gráfica y escultórica, como es el caso de Rufino de Mingo, Guillermo Pérez Villalta, el dúo Costus, Manolo Cáceres y José Miranda, Álvaro Villarrubia y Antonio Villa-Toro, de quien el Museo de la Casa de la Moneda acaba de celebrar una magnífica antológica sobre sus últimos veinte años de actividad.
'80's. Una movida sorprendente. Pop, modernos y postmodernos' es un catálogo sentimental y didáctico. Conjuga la crónica de un tiempo de tacones y divinas con la revisión de una etapa artística indispensable del final del siglo XX en nuestro país, aquella que se dedicó a plasmar la naciente democracia sobre el lienzo. La exposición deja ver finalmente la cara oculta de la 'movida' madrileña en su versión transgresora; la que se entregó a la sofisticación, la disgresión y lo alternativo, que adoraba a Alaska, cultivaba la crítica mordaz en torno a una mesa-camilla y recorría cada fin de semana las salas del Museo del Prado.
Se revela así la inquietud de Tino Casal por expresar con la paleta las mismas emociones que le llevaron a componer uno de los cancioneros clave de la modernidad española -'Eloise' se escucha aún hoy en los comercios post de Londres-, la serenidad elegante y estética de Carlos Berlanga -el gran compositor de este periodo, miembro de Kaka de Luxe, Pegamoides y Dinarama-, la cruzada social y trasatlántica de Rufino de Mingo, el existencialismo de Pérez Villalta o el primitivismo magnético de Villa-Toro, experto por otra parte en la elaboración del salmorejo y uno de los responsables del viaje que llevó a McNamara a conocer el santuario de Lourdes hace un cuarto de siglo. La expedición, que incluía a Tino Casal, pasó por Bilbao -donde el trío se detuvo a visitar a un amigo y se quedó tres días- y terminó con McNamara con el rostro lesionado al caerse y golpearse contra un banco del santuario.
Entre las obras colgadas puede rastrearse la contribución al arte de movimientos como la Nueva Figuración Madrileña y los grupos Abanico y Caos, inclasificable corriente de artistas esta última entre cuyos mandamientos figuraban desprestigiar a los críticos y galeristas que no se interesasen por sus obras, mentir por placer y venerar a Sara Montiel, las tarjetas de crédito y la telenovela 'Cristal'. La exposición revisita otros iconos culturales, como la decisiva Galería Tate-Tate, vanguardia estética que daba cabida a intensas discusiones sobre arte; y el taller de los Costus, un piso de la madrileña calle de Palma en el que se reunía la fauna más alternativa de la capital: desde Pérez Mínguez a Ana Curra, Nacho Canut o el propio Almodóvar, quien hizo célebre la frase «dame un bocadillo de treinta pesetas» (la idea era preservar el dinero para otro tipo de consumos).
http://servicios.eldiariomontanes.es/pg0...L-072.html
Para sacar los colores
Tino Casal, McNamara, Villa-Toro, Rufino de Mingo, Manolo Campoamor, Paco Clavel... La exposición de El Cantil enseña sin tapujos el arte de la movida
M. P./SANTANDER
LA EXPOSICIÓN
Título: '80 s: una movida sorprendente'.
Lugar: galería El Cantil (capilla del restaurante El Nuevo Molino. Barrio Monseñor 18. Puente Arce).
Contenidos: fotografías y pinturas de Carlos Berlanga, Tino Casal, Manolo Campoamor, Paco Clavel, Manolo Cáceres, José Miranda, Las Costus, Fabio McNamara, Antonio Villa Toro, Rufino de Mingo, Guillermo Pérez Villalta y Álvaro Villarrubia.
Visitas: hasta el 12 de mayo.
Horarios: de lunes a sábado, de 14,00 a 21,30 horas. Martes , cerrado.
Más información: www.elcantil.es y en el teléfono 942589257.
La mayoría de quienes vivieron la evolución cultural en España durante el postfranquismo recordará a un individuo enjuto y largo como un junco llamado Fanny McNamara que, vestido con mallas y minifalda, cantaba el 'hit' surrealista 'Quiero ser mamá' con Pedro Almodóvar. Sin embargo, lo que resulta menos conocido de él es que, tras esa actitud, coexistía la personalidad de un pintor meditabundo aunque amante del trazo de «primera impresión», devoto religioso, practicante del pop-art y al que Andy Warhol calificó como «el único artista que hay aquí» durante una fiesta en Madrid.
La mayoría de quienes escucharon la banda sonora de la década de los 80 podrían tararear, sin lugar a dudas, alguna de las canciones de Tino Casal. Pero no abundan quienes conocen sus cuadros, herederos del pop europeo y producto en muchos casos de una incontinencia creativa que quedó impresa en el diseño, la moda y un conjunto de ocho esculturas.
El resultado de la afición a los pinceles de McNamara y Casal queda recogido ahora en una exposición en la galería El Cantil (Puente Arce), donde se muestra también la producción pictórica de otra decena de nombres referenciales de la época. Algunos han prevalecido especialmente por su música -Carlos Berlanga, Manolo Campoamor y Paco Clavel- y otros por su obra gráfica y escultórica, como es el caso de Rufino de Mingo, Guillermo Pérez Villalta, el dúo Costus, Manolo Cáceres y José Miranda, Álvaro Villarrubia y Antonio Villa-Toro, de quien el Museo de la Casa de la Moneda acaba de celebrar una magnífica antológica sobre sus últimos veinte años de actividad.
'80's. Una movida sorprendente. Pop, modernos y postmodernos' es un catálogo sentimental y didáctico. Conjuga la crónica de un tiempo de tacones y divinas con la revisión de una etapa artística indispensable del final del siglo XX en nuestro país, aquella que se dedicó a plasmar la naciente democracia sobre el lienzo. La exposición deja ver finalmente la cara oculta de la 'movida' madrileña en su versión transgresora; la que se entregó a la sofisticación, la disgresión y lo alternativo, que adoraba a Alaska, cultivaba la crítica mordaz en torno a una mesa-camilla y recorría cada fin de semana las salas del Museo del Prado.
Se revela así la inquietud de Tino Casal por expresar con la paleta las mismas emociones que le llevaron a componer uno de los cancioneros clave de la modernidad española -'Eloise' se escucha aún hoy en los comercios post de Londres-, la serenidad elegante y estética de Carlos Berlanga -el gran compositor de este periodo, miembro de Kaka de Luxe, Pegamoides y Dinarama-, la cruzada social y trasatlántica de Rufino de Mingo, el existencialismo de Pérez Villalta o el primitivismo magnético de Villa-Toro, experto por otra parte en la elaboración del salmorejo y uno de los responsables del viaje que llevó a McNamara a conocer el santuario de Lourdes hace un cuarto de siglo. La expedición, que incluía a Tino Casal, pasó por Bilbao -donde el trío se detuvo a visitar a un amigo y se quedó tres días- y terminó con McNamara con el rostro lesionado al caerse y golpearse contra un banco del santuario.
Entre las obras colgadas puede rastrearse la contribución al arte de movimientos como la Nueva Figuración Madrileña y los grupos Abanico y Caos, inclasificable corriente de artistas esta última entre cuyos mandamientos figuraban desprestigiar a los críticos y galeristas que no se interesasen por sus obras, mentir por placer y venerar a Sara Montiel, las tarjetas de crédito y la telenovela 'Cristal'. La exposición revisita otros iconos culturales, como la decisiva Galería Tate-Tate, vanguardia estética que daba cabida a intensas discusiones sobre arte; y el taller de los Costus, un piso de la madrileña calle de Palma en el que se reunía la fauna más alternativa de la capital: desde Pérez Mínguez a Ana Curra, Nacho Canut o el propio Almodóvar, quien hizo célebre la frase «dame un bocadillo de treinta pesetas» (la idea era preservar el dinero para otro tipo de consumos).
http://servicios.eldiariomontanes.es/pg0...L-072.html
Abajo el trabajo