29-09-09, 17:45
Venga, endiño unos cuantos que he leído recientemente.
El viaje del elefante, de José Saramago.
Así como en numerosas obras de Saramago lo sorprendente es la idea inicial (todos se vuelven ciegos, deja de morir gente porque sí, existen duplicados de las personas, etc), la historia de este libro llama la atención porque está basado en un hecho real:
Un cuentecillo curioso, redactado con el estilo habitual del portugués (hay que coger mucho aire para leer en voz alta) y alguna que otra cuña religioso-existencial-humana, habitual en su obra.
Me ha gustado. Un Bienmente en la escala dunker.
Relato de un náufrago, de Gabriel García Márquez.
Hace muchísimos años leí un fragmento de Gabo, en el que cuenta la reacción de un pueblo ante la llegada del cadáver de un ahogado. Era un hombre apuesto, alto, de aspecto inteligente. Todo el pueblo opina muy bien sobre él al principio, imaginando una vida lustrosa, pero al final cambian de idea y le suponen una vida desgraciada. Así contado parece una puta mierda, pero no lo era. El caso es que pensé que este librito contaba esa historia, pero me equivoqué. Despreciando grandes herramientas a mi alcance (google) lo compré sin más. Y resulta que realmente es una narración-entrevista-trascripción de una historia real que pasó en Colombia. Aquí no hay ni realismo mágico, ni la mano maestra de Gabo, ni nada. Un disgusto, en definitiva.
Por ese motivo, le doy un aprobado raspado. Y gracias.
Payasos en la lavadora, de Alex de la Iglesia.
El descojono. Qué despliegue de recursos, cuánto mal gusto, qué hijo de puta está hecho. Además de los capítulos que escribió por ahí mayhem, recito de memoria un párrafo genial (que da una idea del cariz del libro):
Más o menos. Grandeza en estado puro.
Un 9,5; por el culo te la hinco.
La batalla por Stalingrado, de William Craig Lee
He acabado de la puta Stalingrado hasta las narices. También es cierto que soy un masoquista, porque tras Las Benévolas y Vida y Destino, debería haber dejado en barbecho durante un tiempo la dichosa batallita. El libro en sí está bien, no lo niego, pero yo estaba hartito.
En fin, que 11/2 de nota final.
Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza
Habían llegado a mis oídos numerosas recomendaciones de esta obra de Eduardo Mendoza, proclamándola como la mejor del autor. Personalmente, a mí no lo parece. Tal vez la gente confunde chispa y gracia con calidad, porque es cierto que algún pasaje es desternillante como "me comí tres kilos de churros mirándome fíjamente en el espejo", con el que me sentí muy identificado.
Mi nota: e+5pi/4.
El viaje del elefante, de José Saramago.
Así como en numerosas obras de Saramago lo sorprendente es la idea inicial (todos se vuelven ciegos, deja de morir gente porque sí, existen duplicados de las personas, etc), la historia de este libro llama la atención porque está basado en un hecho real:
Cita:A mediados del siglo XVI el rey Juan III de Portugal decidió regalarle su elefante al archiduque Maximiliano de Austria aprovechando su estancia en Valladolid. El elefante, de nombre Salomón y más tarde Solimán, atravesó Portugal y Castilla, el Mediterráneo, Italia, los Alpes y finalmente el Danubio hasta Viena. A mitad de camino hubo un milagro y al final otro. Esa es la historia.
Un cuentecillo curioso, redactado con el estilo habitual del portugués (hay que coger mucho aire para leer en voz alta) y alguna que otra cuña religioso-existencial-humana, habitual en su obra.
Me ha gustado. Un Bienmente en la escala dunker.
Relato de un náufrago, de Gabriel García Márquez.
Hace muchísimos años leí un fragmento de Gabo, en el que cuenta la reacción de un pueblo ante la llegada del cadáver de un ahogado. Era un hombre apuesto, alto, de aspecto inteligente. Todo el pueblo opina muy bien sobre él al principio, imaginando una vida lustrosa, pero al final cambian de idea y le suponen una vida desgraciada. Así contado parece una puta mierda, pero no lo era. El caso es que pensé que este librito contaba esa historia, pero me equivoqué. Despreciando grandes herramientas a mi alcance (google) lo compré sin más. Y resulta que realmente es una narración-entrevista-trascripción de una historia real que pasó en Colombia. Aquí no hay ni realismo mágico, ni la mano maestra de Gabo, ni nada. Un disgusto, en definitiva.
Por ese motivo, le doy un aprobado raspado. Y gracias.
Payasos en la lavadora, de Alex de la Iglesia.
El descojono. Qué despliegue de recursos, cuánto mal gusto, qué hijo de puta está hecho. Además de los capítulos que escribió por ahí mayhem, recito de memoria un párrafo genial (que da una idea del cariz del libro):
Cita:Tengo la sensación de que me han dado por el culo. Aunque es una sensación que se puede demostrar con gran facilidad empíricamente. No puedo sentarme; en efecto, tengo roto el recto. Adopto una postura semi reclinada tipo La Maja Desnuda, a modo de descanso, a modo de defensa. Tengo que reconocer que el resto de reclusos ha tenido el detalle de no despertarme mientras satisfacían sus bajos instintos con mi cuerpo. Ahora solo deseo que no se den cuenta de que estoy llorando.
Más o menos. Grandeza en estado puro.
Un 9,5; por el culo te la hinco.
La batalla por Stalingrado, de William Craig Lee
He acabado de la puta Stalingrado hasta las narices. También es cierto que soy un masoquista, porque tras Las Benévolas y Vida y Destino, debería haber dejado en barbecho durante un tiempo la dichosa batallita. El libro en sí está bien, no lo niego, pero yo estaba hartito.
En fin, que 11/2 de nota final.
Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza
Habían llegado a mis oídos numerosas recomendaciones de esta obra de Eduardo Mendoza, proclamándola como la mejor del autor. Personalmente, a mí no lo parece. Tal vez la gente confunde chispa y gracia con calidad, porque es cierto que algún pasaje es desternillante como "me comí tres kilos de churros mirándome fíjamente en el espejo", con el que me sentí muy identificado.
Mi nota: e+5pi/4.
Luis Auserón escribió:No insistamos mas, España es de Guti.