05-10-10, 12:12
Los diez momentos más salvajes de sus más de 35 años de carrera.
1. La noche que 15.000 personas quisieron matarnos
“En 1983, de teloneros de Miguel Ríos, con la plaza de toros de Gijón llena con 15.000 personas, cantamos el Heil Hitler. Yo llevaba una gorra nazi e hicimos el saludo romano. Nos querían matar, y hubo un conato de violencia, pero no nos acojonamos. Lo cierto es que Ilegales, entonces un grupo joven y valiente, dividimos al público en dos: por un lado los hippies trasnochados de la época que se llevaban las manos a la cabeza; y por otro la modernidad de entonces, mod, punks, heavys, que nos apoyaron. Alguien tenía que decirle a los hippies que se les había pasado el arroz”.
2. Los 99 heridos en un concierto
“Fue en 1987, en Guayaquil (Ecuador). El concierto fue una estafa. Había unas sillas al lado del escenario como zona vip y el resto del público que había pagado su entrada estaban en un sitio donde no se veía un pijo. Así que rompieron las vallas y hubo 99 heridos. Hicieron bien”.
3. En América son mucho más salvajes que aquí
“Yo he visto, en Medellín (Colombia), a un tipo caer de tres plantas en un concierto, romperse las piernas y los brazos y seguir bailando. Acojonante”.
4. La 'groupie' más bestia
“En otro concierto en América, una chica bien parecida casi me abre la cabeza. Se abalanzó sobre mí en el escenario y casi me mata. Me desafinó la guitarra y cuando fui al camerino, se escondió en el subsuelo y me agarró los tobillos. Evidentemente quería follar, ¡pero es que quería follar allí mismo!”.
5. Reventando a gitanos
“Esto fue en el 85 ó 86. Los gitanos de Punta Umbría (Huelva) acostumbraban a pegar palizas a todos los grupos que allí tocaban. Pero se encontraron con nosotros, que funcionábamos como una compacta unidad militar. Organizamos una buena defensa y llenamos dos ambulancias de gitanos. A mí intentaron apuñalarme en el corazón, pero sólo me hirieron una costilla. Los reventamos a todos”.
6. El día que intenté cruzar una pared
“Estaba en un viaje de ácido y, bueno, había que intentarlo. Evidentemente no funcionó y me descalabré. Sólo los neutrinos pueden cruzar las paredes”.
7. Escupir todos los dientes
“Nunca hemos tenido un accidente, pero sí hemos visto muchos. En una ocasión vimos a un hombre escupir todos sus dientes mientras su hija de desangraba. Mi representante tiene tendencia a las altas velocidades y, el otro día, yendo hacia Huesca nos pusimos a 247 kilómetros por hora. Evidentemente íbamos en un buen coche y la carretera tenía las características adecuadas”.
8. Me tomé varias anfetas y estrellé la guitarra contra un cámara
“En el 81 estaba la fiebre de las cámaras de vídeo. Todo el mundo hacía sus películas. Durante un concierto yo estrellé la guitarra contra el suelo porque se estaba comportando guarramente. Me había tomado varias anfetaminas y al romper la guitarra un fragmento golpeó en la huevada del cámara”
9. El capitán de policía… fan
“Creo que fue en Ecuador. Lo que sí estoy seguro es que era un concierto en la costa del Pacífico. Yo estaba tomando whisky con un tipo antes del concierto. Nos bebimos dos botellas. Y me dispongo a tocar. Me doy cuenta que en primera fila está ese tipo, sin camiseta, gritando y saltando como un loco. Las vallas de separación tenían forma de pincho. Eran peligrosas, así que hablé con la policía para que lo controlasen, para que tuviese cuidado porque podía acabar muerto. La respuesta de la policía fue: 'No lo podemos quitar de ahí porque el es capitán de policía”.
10. Cómo renunciar a un programa de máxima audiencia en Nueva York.
“También nos han pasado cosas acojonantes en EEUU. El años pasado aparecimos en el programa matinal más importante de habla hispana en Nueva York. Allí estábamos nosotros rodeados de un grupo de tías espectaculares, como sacadas de un culebrón, aplaudiendo nuestras canciones. Tocamos un tema y cuando terminamos nos dicen que el jefe del canal quiere hablar con vosotros. Nos llevamos un susto del copón. Creíamos que nos iba a denunciar o algo parecido, pero lo que nos propuso, entusiasmado, es que dejásemos grabadas varias canciones y que ellos las programarían en horario de máxima audiencia de Nueva York. Les dijimos que no, que el equipo que tenían allí era un mierda”.
1. La noche que 15.000 personas quisieron matarnos
“En 1983, de teloneros de Miguel Ríos, con la plaza de toros de Gijón llena con 15.000 personas, cantamos el Heil Hitler. Yo llevaba una gorra nazi e hicimos el saludo romano. Nos querían matar, y hubo un conato de violencia, pero no nos acojonamos. Lo cierto es que Ilegales, entonces un grupo joven y valiente, dividimos al público en dos: por un lado los hippies trasnochados de la época que se llevaban las manos a la cabeza; y por otro la modernidad de entonces, mod, punks, heavys, que nos apoyaron. Alguien tenía que decirle a los hippies que se les había pasado el arroz”.
2. Los 99 heridos en un concierto
“Fue en 1987, en Guayaquil (Ecuador). El concierto fue una estafa. Había unas sillas al lado del escenario como zona vip y el resto del público que había pagado su entrada estaban en un sitio donde no se veía un pijo. Así que rompieron las vallas y hubo 99 heridos. Hicieron bien”.
3. En América son mucho más salvajes que aquí
“Yo he visto, en Medellín (Colombia), a un tipo caer de tres plantas en un concierto, romperse las piernas y los brazos y seguir bailando. Acojonante”.
4. La 'groupie' más bestia
“En otro concierto en América, una chica bien parecida casi me abre la cabeza. Se abalanzó sobre mí en el escenario y casi me mata. Me desafinó la guitarra y cuando fui al camerino, se escondió en el subsuelo y me agarró los tobillos. Evidentemente quería follar, ¡pero es que quería follar allí mismo!”.
5. Reventando a gitanos
“Esto fue en el 85 ó 86. Los gitanos de Punta Umbría (Huelva) acostumbraban a pegar palizas a todos los grupos que allí tocaban. Pero se encontraron con nosotros, que funcionábamos como una compacta unidad militar. Organizamos una buena defensa y llenamos dos ambulancias de gitanos. A mí intentaron apuñalarme en el corazón, pero sólo me hirieron una costilla. Los reventamos a todos”.
6. El día que intenté cruzar una pared
“Estaba en un viaje de ácido y, bueno, había que intentarlo. Evidentemente no funcionó y me descalabré. Sólo los neutrinos pueden cruzar las paredes”.
7. Escupir todos los dientes
“Nunca hemos tenido un accidente, pero sí hemos visto muchos. En una ocasión vimos a un hombre escupir todos sus dientes mientras su hija de desangraba. Mi representante tiene tendencia a las altas velocidades y, el otro día, yendo hacia Huesca nos pusimos a 247 kilómetros por hora. Evidentemente íbamos en un buen coche y la carretera tenía las características adecuadas”.
8. Me tomé varias anfetas y estrellé la guitarra contra un cámara
“En el 81 estaba la fiebre de las cámaras de vídeo. Todo el mundo hacía sus películas. Durante un concierto yo estrellé la guitarra contra el suelo porque se estaba comportando guarramente. Me había tomado varias anfetaminas y al romper la guitarra un fragmento golpeó en la huevada del cámara”
9. El capitán de policía… fan
“Creo que fue en Ecuador. Lo que sí estoy seguro es que era un concierto en la costa del Pacífico. Yo estaba tomando whisky con un tipo antes del concierto. Nos bebimos dos botellas. Y me dispongo a tocar. Me doy cuenta que en primera fila está ese tipo, sin camiseta, gritando y saltando como un loco. Las vallas de separación tenían forma de pincho. Eran peligrosas, así que hablé con la policía para que lo controlasen, para que tuviese cuidado porque podía acabar muerto. La respuesta de la policía fue: 'No lo podemos quitar de ahí porque el es capitán de policía”.
10. Cómo renunciar a un programa de máxima audiencia en Nueva York.
“También nos han pasado cosas acojonantes en EEUU. El años pasado aparecimos en el programa matinal más importante de habla hispana en Nueva York. Allí estábamos nosotros rodeados de un grupo de tías espectaculares, como sacadas de un culebrón, aplaudiendo nuestras canciones. Tocamos un tema y cuando terminamos nos dicen que el jefe del canal quiere hablar con vosotros. Nos llevamos un susto del copón. Creíamos que nos iba a denunciar o algo parecido, pero lo que nos propuso, entusiasmado, es que dejásemos grabadas varias canciones y que ellos las programarían en horario de máxima audiencia de Nueva York. Les dijimos que no, que el equipo que tenían allí era un mierda”.
"Stoner pincha mejor bajo presión" (Patrullero)