19-10-06, 13:14
Cuando el trabajo se hace con cariño (Ebrovision 2006) Parte 3ª
El sábado 23 de septiembre era el día. Tocaban los Posies. Creo que el Alcalde les tendría que haber entregado las llaves de la ciudad. Bueno, las expectativas eran grandes. Recuerdo como mientras veía a Sexy Sadie o Lori Meyers no podía dejar de imaginarme después en el mismo escenario a los Posies. Yo pensaba “se va a caer el Molinón”. Curiosamente cada vez que me cruzaba con Luisbe, este me decía “joder, es que luego allí van a tocar estos tíos, es que va a ser la ostia”. Creo que cojeamos del mismo pie.
Tras una cervecita y un Málaga Virgen ( o un par), fuimos al Sandra (bar del cantante de los Rockin’ Pneumonias). La recomendación de Ramiro era clara, “si quieres Champiñon y Rock and Roll, vete al Sandra”. Así fue.
Nos encontramos con Marín (miembro de la Asociación). Echamos unas risas y nos despedimos hasta la tarde.
La Fundición ya no tenía menú, pero poco importo. Unas raciones hicieron su cometido. He prometido para el año que viene sacarme el abono de La Fundición lo mismo que me lo saco del festival. A la salida nos topamos con Ramiro y Carol que son vecinos del restaurante.¡Vaya suerte!. De nuevo siesta post papeo y luego unos litros dentro del pabellón que estaba empezando a llover.
Antes de entrar había llegado el Pote con un colega de Laredo, luego se uniría Segio (Eoran). También me encontré al gran Alberto (otro ebrovisivo con un grandísimo criterio musical). Los correos que hemos intercambiado así lo confirman.
El Columpio Asesino empezó sin apenas retraso. Este grupo es una debilidad. Con el de Miranda son siete ya los conciertos que he visto de los Navarros. Me encanta esa mezcla de ruido y música más o menos hipnótica, más o menos bailable. Tienen canciones con atmósferas realmente asfixiantes... historias que explotan en nuestras narices con la misma violencia con la que Albaro escupe las palabras “zorra, guarra o perro”. (creo que las letras es de lo mejor y lo que más pasa desapercibido). La trompeta le da un toque y para los que nos gustan los Pixies nos es bien fácil conectar con ellos. A pesar que no tocaron “la muerte de un trompetista” volví a disfrutar de lo lindo de su temprano set.
Sexy Sadie habían anunciado pocos días antes su inminente separación. Supongo que es lo normal después de una trayectoria de diez años ya. Como en otras ocasiones que les he visto, no dieron ni el mejor, ni el peor concierto y de la misma manera que en las citas anteriores alternaron ratos que no pasaran a la historia con otros realmente mágicos. Hubo un par de ellos de bastante tensión. Es indudable que tienen canciones muy buenas y que en momentos como A scratch in my skin puedes creerte realmente eso de que “la vida puede ser maravillosa”. ¡qué bonita!.
Casi al final de la actuación localice a varios miembros de El Columpio y aproveché también para hacerles entrega de alguna foto y reclamar unas cuantas firmas. Ya son unas cuantas veces.
Lori Meyers al igual que hace dos años, estuvieron notable. Cuanto ha cambiado la cosa en tan corto espacio de tiempo. En el 2004 vinieron sustituyendo a Delorean creo recordar. Fueron los primeros y seguramente de los mejores. Esta vez ya como grupo casi consagrado (cuando acabó su actuación desapareció parte del público. Algo un tanto extraño teniendo en cuenta que después venían Stringfellow, Auer y compañía).
Los chicos siguen siendo unos mozos pero ya han alcanzado un nivel de madurez en su música bastante prematuro. Han incorporado otro guitarra y el bajista por momentos también hace de teclista. No son unos virtuosos tocando, Noni no posee una supervoz, pero tienen un gusto y sentido musical intachable. Son frescos y dominan muy bien el tema de las melodía y los coros a dos y tres voces. La verdad es que he leido muchas crónicas que hablan mal de sus directos, pero en Miranda nunca ha dado esa sensación.
Llegaba el momento más esperado; The Posies. Nos colocamos bien cerca y al lado de Ken que siempre da más juego. La primera y triste impresión es que después de los granadinos mucha gente había abandonado. Luisbe y yo estábamos indignados. Luego se volvió a llenar aunque no tanto como se merecen los de Seattle. Mientras los músicos colocaban su instrumental yo le dije a Mila “ya solo tener delante a estos monstruos, independientemente del concierto que hagan, es algo que no debería borrar de tu memoria. Tienes historia viva de la música delante de tus narices”. Ella se reía. Realmente pasé el primer cuarto de hora algo acojonado esperando su veredicto. Era la primera vez que los veía con ella. Estaba muy seria, impasible, escrutanto todo pero sin pronunciarse. Yo como se que es bastante feroz en sus críticas pensaba “joder que no la están gustando”. Pues bien, me equivoqué. Al parecer se quedó bastante sorprendida y es que por muchas veces que lo cuentes, la gente cuando les ve en directo cambia su opinión. “Esto no es como en los discos, es muy cañero”.
Creo que son de los grupos con una puesta en escena más espectacular. Ver a Stringfellow haciendo el dragón, pegar esos garrotazos a las guitarras, dar esos brincos... mientras suenan temazos como Ontario, Solar Sister o Throwaway es algo indivisible ya del recorrido de mi vida. Mi experiencia vital me dice que entre los momentos más felices de mi existencia, se encuentran estos en los que mi voz, mi cuerpo y mi mente van juntos detrás de las melodías más bonitas y pegadizas que puede haber.
Es verdad que tardaron un poco en arrancar, también es cierto que siendo la quinta vez que les veía puedo tener el defecto de comparar actuaciones... creo además que son mejores cuanto más pequeño es el sitio. Además, no desbarraron como en otras ocasiones. Aún con eso y con todo, la batidora es imparable, la sección rítmica es aplastante y las voces de otro planeta. El final con You are the beatiful one fue seguramente el mejor momento de todo el festival. Columpiaron las voces de lado a lado de la fábrica como solo ellos saben. Cantos de ida y vuelta. Se cascaron una versión diferente, mezclando fraseos de otras canciones, haciendola crecer de un modo aparentemente improvisado. Digo aparentemente porque pensar que lo hicieron así en el momento asusta, pero esa era la sensación. Creo que hay cosas que no se pueden ensayar. Para mi, junto con Conversations fue la mejor. Como anécdota decir que K.S dedicó Grant Hart a los chicos de Lori Meyers con los que parece quedó encantado.
Luego del concierto salieron a la calle a vender camisetas (no hay nadie que arrime el hombro como ellos), sacarse fotos con todo el que quiso y todo eso que nosotros ya conocemos. Stuart, fotógrafo oficial de Last Tour nos hizo una a Luisbe y a mi con ellos. Todavía la estoy esperando, pero quedó muy guapa. Aproveché para dar a K.S las fotos y la entrevista del Antxokia, le pregunté por su presunta actuación en Santander y charlamos un poco. Estaba más serio que de costumbre. Me dijo que lo de Santander no era seguro, me dio las gracias por la cinta y las fotos y me firmo la que salgo cantando con él con un “ono stoner”.(mi correo lo tiene claro). Matt y Darius también me firmaron, Jon se me escapó. También es verdad que es el que más me intimida. Peloto y Mila se sacaron una foto con Ken mientras sujetaban una curiosa camiseta que ponía Raciones en lugar de Ramones.
Con todo esto me perdía la mitad de Mendetz, vi la otra mitad, pero mi mente ya estaba en otro sitio. No me disgustaron. He oido muy buenas críticas así que supongo que habrá más ocasiones de cruzármelos.
No aguanté hasta Jesús Ordovas. El cansancio y la satisfacción iban de la mano. Llegamos descojonados de la risa a cuenta de unos buenos chistes. En mi modesta opinión ha sido la mejor edición de las tres en las que he estado y deseo que el año que viene siga creciendo y nos sigamos viendo.
Espero que pase pronto esta depresión post-festival.
El sábado 23 de septiembre era el día. Tocaban los Posies. Creo que el Alcalde les tendría que haber entregado las llaves de la ciudad. Bueno, las expectativas eran grandes. Recuerdo como mientras veía a Sexy Sadie o Lori Meyers no podía dejar de imaginarme después en el mismo escenario a los Posies. Yo pensaba “se va a caer el Molinón”. Curiosamente cada vez que me cruzaba con Luisbe, este me decía “joder, es que luego allí van a tocar estos tíos, es que va a ser la ostia”. Creo que cojeamos del mismo pie.
Tras una cervecita y un Málaga Virgen ( o un par), fuimos al Sandra (bar del cantante de los Rockin’ Pneumonias). La recomendación de Ramiro era clara, “si quieres Champiñon y Rock and Roll, vete al Sandra”. Así fue.
Nos encontramos con Marín (miembro de la Asociación). Echamos unas risas y nos despedimos hasta la tarde.
La Fundición ya no tenía menú, pero poco importo. Unas raciones hicieron su cometido. He prometido para el año que viene sacarme el abono de La Fundición lo mismo que me lo saco del festival. A la salida nos topamos con Ramiro y Carol que son vecinos del restaurante.¡Vaya suerte!. De nuevo siesta post papeo y luego unos litros dentro del pabellón que estaba empezando a llover.
Antes de entrar había llegado el Pote con un colega de Laredo, luego se uniría Segio (Eoran). También me encontré al gran Alberto (otro ebrovisivo con un grandísimo criterio musical). Los correos que hemos intercambiado así lo confirman.
El Columpio Asesino empezó sin apenas retraso. Este grupo es una debilidad. Con el de Miranda son siete ya los conciertos que he visto de los Navarros. Me encanta esa mezcla de ruido y música más o menos hipnótica, más o menos bailable. Tienen canciones con atmósferas realmente asfixiantes... historias que explotan en nuestras narices con la misma violencia con la que Albaro escupe las palabras “zorra, guarra o perro”. (creo que las letras es de lo mejor y lo que más pasa desapercibido). La trompeta le da un toque y para los que nos gustan los Pixies nos es bien fácil conectar con ellos. A pesar que no tocaron “la muerte de un trompetista” volví a disfrutar de lo lindo de su temprano set.
Sexy Sadie habían anunciado pocos días antes su inminente separación. Supongo que es lo normal después de una trayectoria de diez años ya. Como en otras ocasiones que les he visto, no dieron ni el mejor, ni el peor concierto y de la misma manera que en las citas anteriores alternaron ratos que no pasaran a la historia con otros realmente mágicos. Hubo un par de ellos de bastante tensión. Es indudable que tienen canciones muy buenas y que en momentos como A scratch in my skin puedes creerte realmente eso de que “la vida puede ser maravillosa”. ¡qué bonita!.
Casi al final de la actuación localice a varios miembros de El Columpio y aproveché también para hacerles entrega de alguna foto y reclamar unas cuantas firmas. Ya son unas cuantas veces.
Lori Meyers al igual que hace dos años, estuvieron notable. Cuanto ha cambiado la cosa en tan corto espacio de tiempo. En el 2004 vinieron sustituyendo a Delorean creo recordar. Fueron los primeros y seguramente de los mejores. Esta vez ya como grupo casi consagrado (cuando acabó su actuación desapareció parte del público. Algo un tanto extraño teniendo en cuenta que después venían Stringfellow, Auer y compañía).
Los chicos siguen siendo unos mozos pero ya han alcanzado un nivel de madurez en su música bastante prematuro. Han incorporado otro guitarra y el bajista por momentos también hace de teclista. No son unos virtuosos tocando, Noni no posee una supervoz, pero tienen un gusto y sentido musical intachable. Son frescos y dominan muy bien el tema de las melodía y los coros a dos y tres voces. La verdad es que he leido muchas crónicas que hablan mal de sus directos, pero en Miranda nunca ha dado esa sensación.
Llegaba el momento más esperado; The Posies. Nos colocamos bien cerca y al lado de Ken que siempre da más juego. La primera y triste impresión es que después de los granadinos mucha gente había abandonado. Luisbe y yo estábamos indignados. Luego se volvió a llenar aunque no tanto como se merecen los de Seattle. Mientras los músicos colocaban su instrumental yo le dije a Mila “ya solo tener delante a estos monstruos, independientemente del concierto que hagan, es algo que no debería borrar de tu memoria. Tienes historia viva de la música delante de tus narices”. Ella se reía. Realmente pasé el primer cuarto de hora algo acojonado esperando su veredicto. Era la primera vez que los veía con ella. Estaba muy seria, impasible, escrutanto todo pero sin pronunciarse. Yo como se que es bastante feroz en sus críticas pensaba “joder que no la están gustando”. Pues bien, me equivoqué. Al parecer se quedó bastante sorprendida y es que por muchas veces que lo cuentes, la gente cuando les ve en directo cambia su opinión. “Esto no es como en los discos, es muy cañero”.
Creo que son de los grupos con una puesta en escena más espectacular. Ver a Stringfellow haciendo el dragón, pegar esos garrotazos a las guitarras, dar esos brincos... mientras suenan temazos como Ontario, Solar Sister o Throwaway es algo indivisible ya del recorrido de mi vida. Mi experiencia vital me dice que entre los momentos más felices de mi existencia, se encuentran estos en los que mi voz, mi cuerpo y mi mente van juntos detrás de las melodías más bonitas y pegadizas que puede haber.
Es verdad que tardaron un poco en arrancar, también es cierto que siendo la quinta vez que les veía puedo tener el defecto de comparar actuaciones... creo además que son mejores cuanto más pequeño es el sitio. Además, no desbarraron como en otras ocasiones. Aún con eso y con todo, la batidora es imparable, la sección rítmica es aplastante y las voces de otro planeta. El final con You are the beatiful one fue seguramente el mejor momento de todo el festival. Columpiaron las voces de lado a lado de la fábrica como solo ellos saben. Cantos de ida y vuelta. Se cascaron una versión diferente, mezclando fraseos de otras canciones, haciendola crecer de un modo aparentemente improvisado. Digo aparentemente porque pensar que lo hicieron así en el momento asusta, pero esa era la sensación. Creo que hay cosas que no se pueden ensayar. Para mi, junto con Conversations fue la mejor. Como anécdota decir que K.S dedicó Grant Hart a los chicos de Lori Meyers con los que parece quedó encantado.
Luego del concierto salieron a la calle a vender camisetas (no hay nadie que arrime el hombro como ellos), sacarse fotos con todo el que quiso y todo eso que nosotros ya conocemos. Stuart, fotógrafo oficial de Last Tour nos hizo una a Luisbe y a mi con ellos. Todavía la estoy esperando, pero quedó muy guapa. Aproveché para dar a K.S las fotos y la entrevista del Antxokia, le pregunté por su presunta actuación en Santander y charlamos un poco. Estaba más serio que de costumbre. Me dijo que lo de Santander no era seguro, me dio las gracias por la cinta y las fotos y me firmo la que salgo cantando con él con un “ono stoner”.(mi correo lo tiene claro). Matt y Darius también me firmaron, Jon se me escapó. También es verdad que es el que más me intimida. Peloto y Mila se sacaron una foto con Ken mientras sujetaban una curiosa camiseta que ponía Raciones en lugar de Ramones.
Con todo esto me perdía la mitad de Mendetz, vi la otra mitad, pero mi mente ya estaba en otro sitio. No me disgustaron. He oido muy buenas críticas así que supongo que habrá más ocasiones de cruzármelos.
No aguanté hasta Jesús Ordovas. El cansancio y la satisfacción iban de la mano. Llegamos descojonados de la risa a cuenta de unos buenos chistes. En mi modesta opinión ha sido la mejor edición de las tres en las que he estado y deseo que el año que viene siga creciendo y nos sigamos viendo.
Espero que pase pronto esta depresión post-festival.
"Stoner pincha mejor bajo presión" (Patrullero)