26-04-06, 09:16
Pareja de tríos
Nuevas iniciativas para nuevos tiempos. La música en directo está cobrando una importancia que no tenía hace unos años en nuestra región. Para ser más exactos, que no se le daba. Importante siempre ha sido.
En el hervidero musical en el que nos encontramos actualmente, incluso hay días en los que tienes que elegir por coincidir dos o más actuaciones.
Por ejemplo, el pasado viernes 21 de abril, había jazz en la Estación Marítima, pop-rock en el Conservatorio y heavy metal en la sala D'Manu . La oferta es variada y para todos los gustos.
Bajo el título + Que Clásica, el Auditorio del Conservatorio Jesús de Monasterio de Santander acerca a su edificio a grupos que poco tienen que ver con la música que están acostumbrados a escuchar por allí.
Hace unas semanas habían tocado Edwin Moses. Esta vez la cita era doble, Los Hermosos Vencidos y Lula.
Después de la disolución de La Corte de los Milagros, David De Llera ha tenido que buscar nuevos músicos, recargar las pilas y volver a tomar carrerilla para darse un nuevo impulso. Da la sensación, que más allá de cómo nos quieran vender el producto o envolver el paquete, la banda es un vehículo alquilado por David, el acompañamiento necesario para expresar todas sus inquietudes musicales. El resultado momentáneo de una búsqueda permanente por dar rienda suelta a una creatividad en constante movimiento. Y es que, a pesar de que la formación de trío da una sensación más compacta, y básica, a pesar de conocer los tres los mismos atajos, el papel que adopta D.Ll. predomina sobre todo lo demás, sus exageradas maneras de frontman total, o su evidente protagonismo en el peso de las canciones... hace que sea un misterio saber hacia donde avanzará este grupo en el futuro. Habrá que ver cual será el verdadero papel de Chus Antón (batería) y El Flaco Otegui (bajo) cuando el proyecto esté más consolidado.
De momento, el rock-pop, más o menos canalla o más o menos arrabalero es lo que más pesa.
Temas propios intercalados con versiónes como Flaca (Calamaro), Cuando éramos reyes (Quique González), 20th Century Boy (T.Rex) o la Chica ye-ye con la que terminaron una actuación bastante jaleada por el público. No en vano, Los Hermosos Vencidos jugaban en casa.
Sobre las 23:15 de la noche ocupaba el escenario Lula. Desde Castellón, presentando su álbum de debut Zapatos nuevos, la banda de la ex Romeos Patrizia Escoin intentaba superar el handicap de enfrentarse a un público que observa el concierto a cierta distancia y cómodamente sentado. (El conductor del programa radiofónico Flor de Pasión, Juan de Pablos, no pudo resistirse y en un par de canciones se salió al pasillo a bailar).
No sé si están más cerca de hacer pop disfrazado de punk o punk disfrazado de pop. Píldoras de no más de tres minutos que llegan a la melodía a través de la imperfección. Sin sugerentes juegos vocales, con una economía de recursos total, la voz de "lolita" de antaño ha dado paso a una más amarga y dolorosa. La PJ. Harvey nacional nos habla de los tortuosos caminos del amor y el sexo. Con frescura y capacidad de contagio. Félix (bajo) maneja perfectamente los tiempos y los cambios… dotando a las canciones de un sonido similar al de bandas como Pixies o Nada Surf . La batería de Adela y la Telecaster de Patrizia completan ese mínimo instrumentaldonde se sostienen todas las composiciones. No les hace falta más, por lo menos, de momento.
Santiago V. M.
Nuevas iniciativas para nuevos tiempos. La música en directo está cobrando una importancia que no tenía hace unos años en nuestra región. Para ser más exactos, que no se le daba. Importante siempre ha sido.
En el hervidero musical en el que nos encontramos actualmente, incluso hay días en los que tienes que elegir por coincidir dos o más actuaciones.
Por ejemplo, el pasado viernes 21 de abril, había jazz en la Estación Marítima, pop-rock en el Conservatorio y heavy metal en la sala D'Manu . La oferta es variada y para todos los gustos.
Bajo el título + Que Clásica, el Auditorio del Conservatorio Jesús de Monasterio de Santander acerca a su edificio a grupos que poco tienen que ver con la música que están acostumbrados a escuchar por allí.
Hace unas semanas habían tocado Edwin Moses. Esta vez la cita era doble, Los Hermosos Vencidos y Lula.
Después de la disolución de La Corte de los Milagros, David De Llera ha tenido que buscar nuevos músicos, recargar las pilas y volver a tomar carrerilla para darse un nuevo impulso. Da la sensación, que más allá de cómo nos quieran vender el producto o envolver el paquete, la banda es un vehículo alquilado por David, el acompañamiento necesario para expresar todas sus inquietudes musicales. El resultado momentáneo de una búsqueda permanente por dar rienda suelta a una creatividad en constante movimiento. Y es que, a pesar de que la formación de trío da una sensación más compacta, y básica, a pesar de conocer los tres los mismos atajos, el papel que adopta D.Ll. predomina sobre todo lo demás, sus exageradas maneras de frontman total, o su evidente protagonismo en el peso de las canciones... hace que sea un misterio saber hacia donde avanzará este grupo en el futuro. Habrá que ver cual será el verdadero papel de Chus Antón (batería) y El Flaco Otegui (bajo) cuando el proyecto esté más consolidado.
De momento, el rock-pop, más o menos canalla o más o menos arrabalero es lo que más pesa.
Temas propios intercalados con versiónes como Flaca (Calamaro), Cuando éramos reyes (Quique González), 20th Century Boy (T.Rex) o la Chica ye-ye con la que terminaron una actuación bastante jaleada por el público. No en vano, Los Hermosos Vencidos jugaban en casa.
Sobre las 23:15 de la noche ocupaba el escenario Lula. Desde Castellón, presentando su álbum de debut Zapatos nuevos, la banda de la ex Romeos Patrizia Escoin intentaba superar el handicap de enfrentarse a un público que observa el concierto a cierta distancia y cómodamente sentado. (El conductor del programa radiofónico Flor de Pasión, Juan de Pablos, no pudo resistirse y en un par de canciones se salió al pasillo a bailar).
No sé si están más cerca de hacer pop disfrazado de punk o punk disfrazado de pop. Píldoras de no más de tres minutos que llegan a la melodía a través de la imperfección. Sin sugerentes juegos vocales, con una economía de recursos total, la voz de "lolita" de antaño ha dado paso a una más amarga y dolorosa. La PJ. Harvey nacional nos habla de los tortuosos caminos del amor y el sexo. Con frescura y capacidad de contagio. Félix (bajo) maneja perfectamente los tiempos y los cambios… dotando a las canciones de un sonido similar al de bandas como Pixies o Nada Surf . La batería de Adela y la Telecaster de Patrizia completan ese mínimo instrumentaldonde se sostienen todas las composiciones. No les hace falta más, por lo menos, de momento.
Santiago V. M.
"Stoner pincha mejor bajo presión" (Patrullero)