27-05-12, 21:35
Sobre la organización
Bastante mal la cosa. Ya comenté antes que todo el festi estaba hecho para mayor gloria de Metallica, pero la impresión que me llevé no se limitaba al cartel, sino a todo en general. Vamos, daba la impresión de que desde la organización han considerado que con coger un sitio más o menos grande para que pueda entrar mucha gente ya está todo resuelto, y no son así las cosas. El recinto del festi presentaba unas carencias terribles en cuanto a infraestructuras, y eso es descuido puro y duro del que lo monta. Y lo peor es que los que han ido a más festis a Getafe me aseguran que todo esto no es nuevo, sino que ocurre siempre. Por ejemplo:
-Recinto pequeño. El sábado se llenó. Tal cual. Cuando terminó el concierto de metallica era imposible moverse a ninguna parte, porque solo había gente que intentaba huir de la masificación y terminaba por meterse en zonas aún más masificadas. Quedarse quieto significaba que un montón de gente se iba a tropezar contigo, e intentar caminar significaba chocar con gente parada, con gente que también intentaba moverse y chutar a gente que se había sentado en la oscuridad porque estaba cansada. Los accesos al recinto y las salidas tampoco eran demasiado hermosas, así que digamos que la gente se quedó más o menos atrapada. Creo que el rato más caótico duró una media hora, pero yo diría que cuando Evanescence empezaron a tocar (algo así como hora y media después de terminar metallica) todavía era muy incómodo moverse por ahí.
-Espacios muy mal organizados. Eso que comento de que había gente sentada en la oscuridad es porque no había ningún sitio acondicionado para que los asistentes se pudieran tirar a descansar.Bueno, había unas sillas de bar dispersas en la zona del polvo (que voy a comentar después) y la carpa del dj, que estaba vacía durante casi todo el tiempo (el viernes también echaron ahí el partido del athletic y poco más) con lo que la gente podía ir a tirarse cómodamente al puto suelo entre restos de la bebida de los que hubieran estado antes por ahí y charcos de meadas furtivas (luego comento cómo estaba el tema de los excusados). Vamos, que si querías descansar la solución era salir fuera y tirarte en la Avenida Perroflauta (la larga calle petada de lateros) que, por si alguien no lo ha imaginado, estaba infinitamente más asquerosa que la carpa del dj.
Por otro lado, la disposición de las cosas no tenía ningún sentido lógico. Por ejemplo, en los puestos de comida había que pagar con moneda del festi pero el puesto más cercano para canjear puntos estaba fuera de ahí, así que había que caminar unos cuantos cientos de metros para llevar a cabo esta operación. Supongo que os hacéis a la idea del nivel de dificultad que podía alcanzar esto si se intentaba hacer en un momento en que el recinto estaba lleno. Pero bueno, también había cosas inexplicables como lo lejos que estaba el escenario principal de cualquier barra, o que el stand de volcom estuviera perdido en medio de la nada, bastante lejos del resto de puestos con merchandising.
-El puto polvo. La zona de conciertos estaba alquitranada, pero buena parte del recinto no. Vamos, en toda la zona de mercadillo y de puestos de comida el suelo era puro polvo mesetario que en cuanto se levanta una mínima ráfaga de viento se convierte en tormenta de arena. Vale que esto ayuda a meterse en el ambiente cuando Metallica empiezan el concierto con la intro de El Bueno, el Feo y el Malo, pero por lo demás la situación llega a ser infernal. Además de las incomodidades para ojos y bronquios, también propiciaba escenas grotescas como que parte de la comida o de las cosas que tenían en el mercadillo uno las compraba recubiertas de una fina capa de tierra. O ver a la gente comer en la zona de las sillas en momentos en los que se levantaba un poco de brisilla, que ya era algo harto desagradable.
-Las colas. Para entrar, para conseguir tickets, para mear, para comprar un bocadillo... a ratos había colas hasta para acercarse a los puestos de camisetas. Por cierto, la presencia de los míticos Mochilaman -que tanto ayudan a veces a atajar colas- me pareció poco menos que anecdótica. Creo que el sábado no vi ninguno después de las 8 y media de la tarde.
-Baños escasísimos. Vale que se espera que en los conciertos jebis haya pocas tías (aunque lo cierto es que a pie de festival no me pareció que fueran tan pocas), pero tampoco es como para que a ojo hubiera unas 20 cabinas en las que sentarse a cambiar de agua al canario para los 50000 asistentes de los que se enorgullecen las notas de prensa oficiales.
-Sin cobertura. Prácticamente imposible utilizar el 3g y las línesas de teléfonos funcionaban a rachas y como querían. Así que perderse de tus amigos podía suponer quedarse solo un buen rato, si no toda la noche. O eso, o directamente dar por perdidas las posibilidades de encontrarte con esos amigos con los que hablaste en Santander de quedar para ver juntos tal o cual concierto. ¿Puntos para recargar la batería de tu dispositivo móvil? Os lo podéis imaginar: no había ninguno.
-Mala comunicación. Apenas había donde consultar los horarios del festi. se podían coger los dípticos en la zona donde repartían las pulseras, y si tenías suerte igual te podían dar alguno en la zona de cambio de moneda. La semana pasada me dio por descargarme una aplicación para el móvil no oficial (hecha por un particular) para ver horarios del festi, lo que hizo que me convertiera a ratos durante el finde en una especie de gurú al que todo el mundo quería consultar.
El problema viene cuando a eso de las 7 y media del sábado me llega un mensaje de alguien que desde su casa había visto un comunicado de LTI avisando de cambios en horarios y escenario entre Evanescence, Clutch y Fear Factory. Empezamos a preguntar y nadie tenía ni idea de nada (ningún asistente, claro, porque la gente de la crew era inaccesible, protegida como estaba por el sistema de colas que comenté antes). Bueno, pues creo que fue a eso de las 9 y media cuando vi el primer aviso en las pantallas de uno de los escenarios. ¿Por qué coño se difunde esta información antes a través de la web de LTI -por supuesto, inaccesible desde el recinto por lo que dije de que no había 3g- antes que dentro del propio festival? Pues porque los asistentes al festival, una vez que ya han pagado la entrada, te importan una mierda.
Si tenemos en cuenta que en Europa hay varios festivales del estilo que por el mismo precio o por pocos euros más ofrecen un cartel que deja en ridículo a este en cantidad de nombres y en interés que tienen estos, y que también está organizado como dios manda... Pues uno se queda con la sensación de que la organización le ha tratado como a un primo.
Bastante mal la cosa. Ya comenté antes que todo el festi estaba hecho para mayor gloria de Metallica, pero la impresión que me llevé no se limitaba al cartel, sino a todo en general. Vamos, daba la impresión de que desde la organización han considerado que con coger un sitio más o menos grande para que pueda entrar mucha gente ya está todo resuelto, y no son así las cosas. El recinto del festi presentaba unas carencias terribles en cuanto a infraestructuras, y eso es descuido puro y duro del que lo monta. Y lo peor es que los que han ido a más festis a Getafe me aseguran que todo esto no es nuevo, sino que ocurre siempre. Por ejemplo:
-Recinto pequeño. El sábado se llenó. Tal cual. Cuando terminó el concierto de metallica era imposible moverse a ninguna parte, porque solo había gente que intentaba huir de la masificación y terminaba por meterse en zonas aún más masificadas. Quedarse quieto significaba que un montón de gente se iba a tropezar contigo, e intentar caminar significaba chocar con gente parada, con gente que también intentaba moverse y chutar a gente que se había sentado en la oscuridad porque estaba cansada. Los accesos al recinto y las salidas tampoco eran demasiado hermosas, así que digamos que la gente se quedó más o menos atrapada. Creo que el rato más caótico duró una media hora, pero yo diría que cuando Evanescence empezaron a tocar (algo así como hora y media después de terminar metallica) todavía era muy incómodo moverse por ahí.
-Espacios muy mal organizados. Eso que comento de que había gente sentada en la oscuridad es porque no había ningún sitio acondicionado para que los asistentes se pudieran tirar a descansar.Bueno, había unas sillas de bar dispersas en la zona del polvo (que voy a comentar después) y la carpa del dj, que estaba vacía durante casi todo el tiempo (el viernes también echaron ahí el partido del athletic y poco más) con lo que la gente podía ir a tirarse cómodamente al puto suelo entre restos de la bebida de los que hubieran estado antes por ahí y charcos de meadas furtivas (luego comento cómo estaba el tema de los excusados). Vamos, que si querías descansar la solución era salir fuera y tirarte en la Avenida Perroflauta (la larga calle petada de lateros) que, por si alguien no lo ha imaginado, estaba infinitamente más asquerosa que la carpa del dj.
Por otro lado, la disposición de las cosas no tenía ningún sentido lógico. Por ejemplo, en los puestos de comida había que pagar con moneda del festi pero el puesto más cercano para canjear puntos estaba fuera de ahí, así que había que caminar unos cuantos cientos de metros para llevar a cabo esta operación. Supongo que os hacéis a la idea del nivel de dificultad que podía alcanzar esto si se intentaba hacer en un momento en que el recinto estaba lleno. Pero bueno, también había cosas inexplicables como lo lejos que estaba el escenario principal de cualquier barra, o que el stand de volcom estuviera perdido en medio de la nada, bastante lejos del resto de puestos con merchandising.
-El puto polvo. La zona de conciertos estaba alquitranada, pero buena parte del recinto no. Vamos, en toda la zona de mercadillo y de puestos de comida el suelo era puro polvo mesetario que en cuanto se levanta una mínima ráfaga de viento se convierte en tormenta de arena. Vale que esto ayuda a meterse en el ambiente cuando Metallica empiezan el concierto con la intro de El Bueno, el Feo y el Malo, pero por lo demás la situación llega a ser infernal. Además de las incomodidades para ojos y bronquios, también propiciaba escenas grotescas como que parte de la comida o de las cosas que tenían en el mercadillo uno las compraba recubiertas de una fina capa de tierra. O ver a la gente comer en la zona de las sillas en momentos en los que se levantaba un poco de brisilla, que ya era algo harto desagradable.
-Las colas. Para entrar, para conseguir tickets, para mear, para comprar un bocadillo... a ratos había colas hasta para acercarse a los puestos de camisetas. Por cierto, la presencia de los míticos Mochilaman -que tanto ayudan a veces a atajar colas- me pareció poco menos que anecdótica. Creo que el sábado no vi ninguno después de las 8 y media de la tarde.
-Baños escasísimos. Vale que se espera que en los conciertos jebis haya pocas tías (aunque lo cierto es que a pie de festival no me pareció que fueran tan pocas), pero tampoco es como para que a ojo hubiera unas 20 cabinas en las que sentarse a cambiar de agua al canario para los 50000 asistentes de los que se enorgullecen las notas de prensa oficiales.
-Sin cobertura. Prácticamente imposible utilizar el 3g y las línesas de teléfonos funcionaban a rachas y como querían. Así que perderse de tus amigos podía suponer quedarse solo un buen rato, si no toda la noche. O eso, o directamente dar por perdidas las posibilidades de encontrarte con esos amigos con los que hablaste en Santander de quedar para ver juntos tal o cual concierto. ¿Puntos para recargar la batería de tu dispositivo móvil? Os lo podéis imaginar: no había ninguno.
-Mala comunicación. Apenas había donde consultar los horarios del festi. se podían coger los dípticos en la zona donde repartían las pulseras, y si tenías suerte igual te podían dar alguno en la zona de cambio de moneda. La semana pasada me dio por descargarme una aplicación para el móvil no oficial (hecha por un particular) para ver horarios del festi, lo que hizo que me convertiera a ratos durante el finde en una especie de gurú al que todo el mundo quería consultar.
El problema viene cuando a eso de las 7 y media del sábado me llega un mensaje de alguien que desde su casa había visto un comunicado de LTI avisando de cambios en horarios y escenario entre Evanescence, Clutch y Fear Factory. Empezamos a preguntar y nadie tenía ni idea de nada (ningún asistente, claro, porque la gente de la crew era inaccesible, protegida como estaba por el sistema de colas que comenté antes). Bueno, pues creo que fue a eso de las 9 y media cuando vi el primer aviso en las pantallas de uno de los escenarios. ¿Por qué coño se difunde esta información antes a través de la web de LTI -por supuesto, inaccesible desde el recinto por lo que dije de que no había 3g- antes que dentro del propio festival? Pues porque los asistentes al festival, una vez que ya han pagado la entrada, te importan una mierda.
Si tenemos en cuenta que en Europa hay varios festivales del estilo que por el mismo precio o por pocos euros más ofrecen un cartel que deja en ridículo a este en cantidad de nombres y en interés que tienen estos, y que también está organizado como dios manda... Pues uno se queda con la sensación de que la organización le ha tratado como a un primo.
Abajo el trabajo