16-04-12, 09:51
sacado del foro del Azkena:
Maravilloso. Alucinante. Épico. Inolvidable...
No hay adjetivos para lo de esta noche en el Teatre Coliseum de Barcelona. Mike Scott, al frente de sus Waterboys, ha ofrecido uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida. Lo intuía, por comentarios. Lo sabía; inconscientemente, pero lo sabía.
Pero es que ha sido tan jodidamente grande.
Una de las bandas de mi vida ofreciendo un recital de dos horas en los que ha cabido de todo. Folk, rock, pop, MÚSICA. En mayúsculas. Con unos músicos superlativos tocando como una maquinaria perfectamente engrasada, y con un Scott pletórico, comunicativo, simpático, genial. Enorme intérprete, vitalista, brutalmente seguro de sí mismo y de su repertorio. Un frontman de los que ya no quedan.
Han empezado con dos temas del último. Brutal el inicio con 'The Hosting Of The See', enlazando los acordes pregrabados a los que la banda se ha añadido, y siguiendo con una performance magistral de 'News For The Delphic Oracle', con Mike interpretando teatralmente los versos de Yeats.
A partir de ahí la cosa ya ha ido para arriba hasta la explosión final. Como ha dicho el propio Scott (muy expresivo y cercano,relajado y disfrutando durante todo el show), el concierto iba a ir entre el último disco y 'some vintage Waterboys songs'.
Y es que la catarata de clásicos ha sido espectacular. Cito sin orden, los que recuerdo: 'All The Things She Gave Me', 'A Girl Called Johnny', 'The Girl in The Swing', 'The Thrill Is Gone', 'The Pan Within', 'Be My Enemy', 'How Long Will I Love You?', 'The Raggle Taggle Gypsy', 'Glastonbury Song'...incluso un descarte de 'Fisherman's Blues' como 'Lonesome Old Wind', rareza para fans.
Temas interpretados magistralmente, con un virtuosismo envidiable que no obviaba, en ningún caso, los desmadres eléctricos y una cierta improvisación alargando desarrollos instrumentales y eternizando finales. La guitarra echando fuego, el violín chirriando, aullando. Magia pura. En medio, una extraña mascarada con un duelo de violín y teclados acabada con el maestro recitando un texto, presumiblemente también de Yeats, aunque no estoy seguro.
Hora y media larga y el teatro rendido a sus pies. El público de pie. Ovación, la gente acercándose al borde del escenario.
Y llegan los bises. Dos. Y ahí la traca final. Los clásicos eternos.
'Don't Bang the Drum', y 'The Whole of The Moon' que, sorpresa, entra a ritmo de reggae/calipso en la primera estrofa, para luego enlazar con la instrumentación clásica. '...and you know how it feels to reach too high too far too soon you saw the whole of the moon'
Escalofríos.
Se van. Vuelven.
'A Man is In Love' y, por supuesto, el clásico entre clásicos: 'Fisherman's Blues'.
Y final.
Y uno sale, se compra una camiseta, sale a la calle, enciende un cigarro y mientras charla con sus acompañantes agradece el ser fan de grupos de este calibre, desde tiempos inmemoriales. Agradece el poder verlos en su ciudad. Agradece que durante dos horas le hayan transportado a mil estados de ánimo. Agradece el que aún existan bandas así. Y artistas como Mike Scott, uno entre un millón.
Enorme. Si alguno dudáis, mi consejo es que no os lo perdáis, para nada. Esto es algo muy, muy grande.
Un concierto para el topic de 'yo estuve allí...'
Magistral.
Maravilloso. Alucinante. Épico. Inolvidable...
No hay adjetivos para lo de esta noche en el Teatre Coliseum de Barcelona. Mike Scott, al frente de sus Waterboys, ha ofrecido uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida. Lo intuía, por comentarios. Lo sabía; inconscientemente, pero lo sabía.
Pero es que ha sido tan jodidamente grande.
Una de las bandas de mi vida ofreciendo un recital de dos horas en los que ha cabido de todo. Folk, rock, pop, MÚSICA. En mayúsculas. Con unos músicos superlativos tocando como una maquinaria perfectamente engrasada, y con un Scott pletórico, comunicativo, simpático, genial. Enorme intérprete, vitalista, brutalmente seguro de sí mismo y de su repertorio. Un frontman de los que ya no quedan.
Han empezado con dos temas del último. Brutal el inicio con 'The Hosting Of The See', enlazando los acordes pregrabados a los que la banda se ha añadido, y siguiendo con una performance magistral de 'News For The Delphic Oracle', con Mike interpretando teatralmente los versos de Yeats.
A partir de ahí la cosa ya ha ido para arriba hasta la explosión final. Como ha dicho el propio Scott (muy expresivo y cercano,relajado y disfrutando durante todo el show), el concierto iba a ir entre el último disco y 'some vintage Waterboys songs'.
Y es que la catarata de clásicos ha sido espectacular. Cito sin orden, los que recuerdo: 'All The Things She Gave Me', 'A Girl Called Johnny', 'The Girl in The Swing', 'The Thrill Is Gone', 'The Pan Within', 'Be My Enemy', 'How Long Will I Love You?', 'The Raggle Taggle Gypsy', 'Glastonbury Song'...incluso un descarte de 'Fisherman's Blues' como 'Lonesome Old Wind', rareza para fans.
Temas interpretados magistralmente, con un virtuosismo envidiable que no obviaba, en ningún caso, los desmadres eléctricos y una cierta improvisación alargando desarrollos instrumentales y eternizando finales. La guitarra echando fuego, el violín chirriando, aullando. Magia pura. En medio, una extraña mascarada con un duelo de violín y teclados acabada con el maestro recitando un texto, presumiblemente también de Yeats, aunque no estoy seguro.
Hora y media larga y el teatro rendido a sus pies. El público de pie. Ovación, la gente acercándose al borde del escenario.
Y llegan los bises. Dos. Y ahí la traca final. Los clásicos eternos.
'Don't Bang the Drum', y 'The Whole of The Moon' que, sorpresa, entra a ritmo de reggae/calipso en la primera estrofa, para luego enlazar con la instrumentación clásica. '...and you know how it feels to reach too high too far too soon you saw the whole of the moon'
Escalofríos.
Se van. Vuelven.
'A Man is In Love' y, por supuesto, el clásico entre clásicos: 'Fisherman's Blues'.
Y final.
Y uno sale, se compra una camiseta, sale a la calle, enciende un cigarro y mientras charla con sus acompañantes agradece el ser fan de grupos de este calibre, desde tiempos inmemoriales. Agradece el poder verlos en su ciudad. Agradece que durante dos horas le hayan transportado a mil estados de ánimo. Agradece el que aún existan bandas así. Y artistas como Mike Scott, uno entre un millón.
Enorme. Si alguno dudáis, mi consejo es que no os lo perdáis, para nada. Esto es algo muy, muy grande.
Un concierto para el topic de 'yo estuve allí...'
Magistral.
"Stoner pincha mejor bajo presión" (Patrullero)