18-03-12, 12:32
http://www.goodsoundsmusic.com/willienil...rafia.html
Willie Nile nació en Buffalo, Nueva York, en 1949. En los 70 se trasladó a Nueva York tras doctorarse en Filosofía y en Literatura Inglesa en la Universidad de Nueva York en Buffalo. “Era un poeta” recuerda. “Leía a Keats, Sheiley, Blake, Whitman y Rimbaud; entonces descubrí a Ginsberg, Corso y todos los poetas de la generación beat”.
Nile estudió piano desde los ocho años y aprendió a tocar la guitarra pocos años después. “Tenía todos esos poemas que había escrito. Un día me senté al piano, combiné los textos con la música y empecé a escribir canciones”. Sus canciones son indudablemente roqueras, aunque tocadas por todas sus influencias -tanto musicales como literarias- que le han afectado desde su infancia en el norte del estado de Nueva York.
Su abuelo era un pianista de vodevil que solía acompañar a Bill “Bojangles” Robinson y a Eddie Cantor; sus tíos tocaban en una banda de boogie-woogie; y sus hermanos mayores trajeron a casa los singles de Elvis, los Everly Brothers, Buddy Holly y Fats Domino. Los Beatles, Stones y Dylan fueron también grandes influencias.
En la universidad empezó a publicar sus poemas en varios periódicos y a mandar sus libros a las editoriales, aunque la música pronto tomó la delantera. En los veranos solía hacer autostop hasta Nueva York para rondar por el Greenwich Village.
“Tras la universidad decidí trasladarme a Nueva York y grabar un disco. Era un novato, pero Nueva York fue una gran inspiración para mí como escritor y así empecé a tocar. Fue duro. Estaba casado, tenía hijos. Trabajaba todo el día y seguía por la noche tocando en clubs y escribiendo canciones”.
No podía permitirse comprar un piano, así que para practicar se iba a las tiendas de instrumentos fingiendo que quería comprar uno y así tocar durante un rato. “Conocía todas las tiendas de Nueva York”.
Una enfermedad le apartó unos meses de la escena y le permitió escribir docenas de canciones. Tras recuperarse cogió su guitarra acústica y volvió a tocar en clubs cada noche. Al final de los 70 el punk había explosionado y Willie cantaba sus canciones bohemias de rock en el CBGB y los clubs de folk del Greenwich, bajo seudónimos como Osgood Pequod o Huey Resinbag.
“Tenía muchos amigos en la escena folk y rock. Ví a Patti Smith y a Television en muchas ocasiones. Eran increíbles, y una gran inspiración”. Una noche en el Kenny’s Castaways alguien descubrió el talento de Nile. El crítico del New York Times Robert Palmer acudió una noche a ver una banda y vio a Willie de telonero. Describió sus canciones de rock’n’roll como “la combinación de la inocencia y las letras de Buddy Holly con la intensidad de Gene Vincent, con baladas reminiscentes en ocasiones del primer Bob Dylan”. Le calificó como “un artista iconoclasta y de excepcional talento”.
“Tras esa crítica en el periódico todo fue una locura. Fueron días de gloria en el Kenny’s Castaways, los sellos discográficos no cesaban de venir con ofertas incluyendo Clive Davis de Arista. Firmé con ellos”. Willie fue uno más de los marcados por la prensa con el adjetivo de “Nuevo Dylan”. Fue comparado con su contemporáneo Bruce Springsteen. “Fue un honor que me compararan con Dylan y Springsteen. Me encantan ambos. Fue un gran elogio, aunque no me lo tomé demasiado en serio”.
En los primeros 80, Willie Nile editó dos discos que fueron alabados por la crítica, Willie Nile y Golden Down, ambos publicados en el sello Arista. Willie se fue de gira por todo el país como telonero de los Who, a petición personal de la banda.
Los Rolling Stones plagiaron su tema "She's So Cold" en 1981 y lo incluyeron en su disco Emotional Rescue. Presionado por su propia compañía Willie decidió no demandar a la famosa banda, quien se atribuyó descaradamente la autoría de la canción.
Continuó escribiendo y dando conciertos por Europa y los Estados Unidos, y editó su tercer disco en 1991.
Esta vez firmó por Columbia y de nuevo recibió los mejores elogios, aunque comercialmente fue un fracaso. En el disco colaboraron gente de la talla de Richard Thompson, Robbie Macintosh o Roger McGuinn.
Willie ha tocado en directo y ha grabado en estudio con otras luminarias, como Ringo Starr, Tori Amos, Elvis Costello, Lucinda Williams y los Barenaked Ladies. Editó Hard Times in America en 1992 y se fue de gira con Ringo Starr and the All Starr-Band, abriendo los conciertos.
En los últimos años ha seguido escribiendo multitud de canciones (entre ellas para la banda sonora de “Pinch me”) aunque no fue hasta el año 1999 que su trabajo se materializó en su mejor disco hasta la fecha, "Beautiful Wreck of the World".
“One the Road to Calvary”, dedicada a su amigo Jeff Buckley, ha recibido multitud de elogios. Lucinda Williams la ha calificado como “una de las más... incluso la más maravillosa canción que he oido en mi vida”. El disco llegó a la lista de los 10 mejores álbums de 1999 según los críticos de la prestigiosa revista Billboard, y pasó a ser uno de los discos favoritos de gente como Bono, Lou Reed, Graham Parker o Little Steven.
Tras una pausa de varios años en los cuales Willie se dedica a girar y componer nuevas canciones, en 2006 edita por fin un nuevo álbum: el extraordinario "Streets of New York".
Han sido siete años, pero ha merecido la pena la espera. Desde 1999 Willie Nile no daba señales de vida discográfica, pero a los diez segundos del primer corte de esta entrega, el muy pegadizo “Welcome To My Head”, ya estamos a sus pies y dándole la bienvenida incondicional. Él también nos la da a nosotros, invitándonos a una fiesta por la que andan Frankenstein, el Dalai Lama y Jean Paul Sartre. Porque aquí dentro todo parece posible si aún crees en el rock'n'roll. El álbum avanza al galope y a golpe de euforia, y a través de sus catorce temas descubrimos que Willie podría haber empezado una decena de discos de forma igual de abrumadora. Ahora es el Ian Hunter de “It's Just Another Night (On The Other Side)” encontrándose con la voz de Paul Westerberg, luego se mete en la piel de los Clash dándose un paseo por la costa de Nueva Jersey. Hace eso mientras nos canta historias de prosa directa y convicción y le mete al rock callejero mucha raíz y soul, con unos estribillos tremendos, de esos que se enganchan a las sienes y a los pies, listos para cantarse en plan catarsis colectiva en una taberna irlandesa. Es Willie, el gran Willie, y ha vuelto.
En 2008 Willie ha editado su última obra: "Live from the Streets of New York", un extraordinario álbum grabado en Nueva York durante la gira Streets of New York. En el disco cuenta con la colaboración de una banda de lujo donde destacan Andy York (guitarrista también de John Mellencamp) y Jimmy Vivino (guitarrista de la banda de Max Weinberg en el programa de TV Late Night with Conan O'Brien). "Live from the Streets of New York" contiene un CD y un DVD con el concierto íntegro.
Willie Nile nació en Buffalo, Nueva York, en 1949. En los 70 se trasladó a Nueva York tras doctorarse en Filosofía y en Literatura Inglesa en la Universidad de Nueva York en Buffalo. “Era un poeta” recuerda. “Leía a Keats, Sheiley, Blake, Whitman y Rimbaud; entonces descubrí a Ginsberg, Corso y todos los poetas de la generación beat”.
Nile estudió piano desde los ocho años y aprendió a tocar la guitarra pocos años después. “Tenía todos esos poemas que había escrito. Un día me senté al piano, combiné los textos con la música y empecé a escribir canciones”. Sus canciones son indudablemente roqueras, aunque tocadas por todas sus influencias -tanto musicales como literarias- que le han afectado desde su infancia en el norte del estado de Nueva York.
Su abuelo era un pianista de vodevil que solía acompañar a Bill “Bojangles” Robinson y a Eddie Cantor; sus tíos tocaban en una banda de boogie-woogie; y sus hermanos mayores trajeron a casa los singles de Elvis, los Everly Brothers, Buddy Holly y Fats Domino. Los Beatles, Stones y Dylan fueron también grandes influencias.
En la universidad empezó a publicar sus poemas en varios periódicos y a mandar sus libros a las editoriales, aunque la música pronto tomó la delantera. En los veranos solía hacer autostop hasta Nueva York para rondar por el Greenwich Village.
“Tras la universidad decidí trasladarme a Nueva York y grabar un disco. Era un novato, pero Nueva York fue una gran inspiración para mí como escritor y así empecé a tocar. Fue duro. Estaba casado, tenía hijos. Trabajaba todo el día y seguía por la noche tocando en clubs y escribiendo canciones”.
No podía permitirse comprar un piano, así que para practicar se iba a las tiendas de instrumentos fingiendo que quería comprar uno y así tocar durante un rato. “Conocía todas las tiendas de Nueva York”.
Una enfermedad le apartó unos meses de la escena y le permitió escribir docenas de canciones. Tras recuperarse cogió su guitarra acústica y volvió a tocar en clubs cada noche. Al final de los 70 el punk había explosionado y Willie cantaba sus canciones bohemias de rock en el CBGB y los clubs de folk del Greenwich, bajo seudónimos como Osgood Pequod o Huey Resinbag.
“Tenía muchos amigos en la escena folk y rock. Ví a Patti Smith y a Television en muchas ocasiones. Eran increíbles, y una gran inspiración”. Una noche en el Kenny’s Castaways alguien descubrió el talento de Nile. El crítico del New York Times Robert Palmer acudió una noche a ver una banda y vio a Willie de telonero. Describió sus canciones de rock’n’roll como “la combinación de la inocencia y las letras de Buddy Holly con la intensidad de Gene Vincent, con baladas reminiscentes en ocasiones del primer Bob Dylan”. Le calificó como “un artista iconoclasta y de excepcional talento”.
“Tras esa crítica en el periódico todo fue una locura. Fueron días de gloria en el Kenny’s Castaways, los sellos discográficos no cesaban de venir con ofertas incluyendo Clive Davis de Arista. Firmé con ellos”. Willie fue uno más de los marcados por la prensa con el adjetivo de “Nuevo Dylan”. Fue comparado con su contemporáneo Bruce Springsteen. “Fue un honor que me compararan con Dylan y Springsteen. Me encantan ambos. Fue un gran elogio, aunque no me lo tomé demasiado en serio”.
En los primeros 80, Willie Nile editó dos discos que fueron alabados por la crítica, Willie Nile y Golden Down, ambos publicados en el sello Arista. Willie se fue de gira por todo el país como telonero de los Who, a petición personal de la banda.
Los Rolling Stones plagiaron su tema "She's So Cold" en 1981 y lo incluyeron en su disco Emotional Rescue. Presionado por su propia compañía Willie decidió no demandar a la famosa banda, quien se atribuyó descaradamente la autoría de la canción.
Continuó escribiendo y dando conciertos por Europa y los Estados Unidos, y editó su tercer disco en 1991.
Esta vez firmó por Columbia y de nuevo recibió los mejores elogios, aunque comercialmente fue un fracaso. En el disco colaboraron gente de la talla de Richard Thompson, Robbie Macintosh o Roger McGuinn.
Willie ha tocado en directo y ha grabado en estudio con otras luminarias, como Ringo Starr, Tori Amos, Elvis Costello, Lucinda Williams y los Barenaked Ladies. Editó Hard Times in America en 1992 y se fue de gira con Ringo Starr and the All Starr-Band, abriendo los conciertos.
En los últimos años ha seguido escribiendo multitud de canciones (entre ellas para la banda sonora de “Pinch me”) aunque no fue hasta el año 1999 que su trabajo se materializó en su mejor disco hasta la fecha, "Beautiful Wreck of the World".
“One the Road to Calvary”, dedicada a su amigo Jeff Buckley, ha recibido multitud de elogios. Lucinda Williams la ha calificado como “una de las más... incluso la más maravillosa canción que he oido en mi vida”. El disco llegó a la lista de los 10 mejores álbums de 1999 según los críticos de la prestigiosa revista Billboard, y pasó a ser uno de los discos favoritos de gente como Bono, Lou Reed, Graham Parker o Little Steven.
Tras una pausa de varios años en los cuales Willie se dedica a girar y componer nuevas canciones, en 2006 edita por fin un nuevo álbum: el extraordinario "Streets of New York".
Han sido siete años, pero ha merecido la pena la espera. Desde 1999 Willie Nile no daba señales de vida discográfica, pero a los diez segundos del primer corte de esta entrega, el muy pegadizo “Welcome To My Head”, ya estamos a sus pies y dándole la bienvenida incondicional. Él también nos la da a nosotros, invitándonos a una fiesta por la que andan Frankenstein, el Dalai Lama y Jean Paul Sartre. Porque aquí dentro todo parece posible si aún crees en el rock'n'roll. El álbum avanza al galope y a golpe de euforia, y a través de sus catorce temas descubrimos que Willie podría haber empezado una decena de discos de forma igual de abrumadora. Ahora es el Ian Hunter de “It's Just Another Night (On The Other Side)” encontrándose con la voz de Paul Westerberg, luego se mete en la piel de los Clash dándose un paseo por la costa de Nueva Jersey. Hace eso mientras nos canta historias de prosa directa y convicción y le mete al rock callejero mucha raíz y soul, con unos estribillos tremendos, de esos que se enganchan a las sienes y a los pies, listos para cantarse en plan catarsis colectiva en una taberna irlandesa. Es Willie, el gran Willie, y ha vuelto.
En 2008 Willie ha editado su última obra: "Live from the Streets of New York", un extraordinario álbum grabado en Nueva York durante la gira Streets of New York. En el disco cuenta con la colaboración de una banda de lujo donde destacan Andy York (guitarrista también de John Mellencamp) y Jimmy Vivino (guitarrista de la banda de Max Weinberg en el programa de TV Late Night with Conan O'Brien). "Live from the Streets of New York" contiene un CD y un DVD con el concierto íntegro.
"Stoner pincha mejor bajo presión" (Patrullero)