20-03-06, 16:52
El Santander Summer Festival se bautiza en aguas del cantábrico
Éxito histórico y sin precedentes en nuestra región. El SSF, llegó, pasó ya, pero quedará siempre en la memoria colectiva de los miles de personas que allí estuvimos. Si como se ha contado desde el principio, la intención, es que este evento se perpetúe en el tiempo,se ha plantado una semilla que no debería dejar de crecer. Olvidándonos ya de los meses previos, hay que decir que ha salido redondo, incluso Los Planetas han hecho un buen directo. Se puede decir que tanto la organización, como los músicos y público han dado una nota muy alta. Nos hemos sacudido ese lastre de que "en Santander este tipo de música no funciona", y espero que se reflexione sobre esto en adelante. Santander se ha puesto en el escaparate,¿habrá que esperar otros 250 años?
Tras la incertidumbre que provocaron las primeras lluvias de la mañana del viernes, y una vez que bastantes, hubieran establecido ya su territorio en la campa anexa, la gente fue llegando de manera ordenada y cómoda (como se aconsejó, se utilizó el transporte público hasta el punto, que en ningún momento del fin de semana se llenaron las plazas de aparcamiento).
Los primeros en abrir fuego fueron los cántabros Fresh, sobre las 16:30, en media hora desplegaron su abanico multicolor, músicas étnicas, techno y funky. Seguidamente "El Columpio Asesino" en un horario y con una duración de concierto, que creo, no se merecían. Mucha gente quería verlos y a esa hora era imposible. Los navarros son toda una realidad dentro del panorama nacional, hacen punk moderno, inteligente, generan tensión, te hacen bailar, van del caos a la armonía con una naturalidad y clase que impresiona. Parálisis Permanente, Primal Scream y sobre todo los Pixies son algunas de sus influencias. Después llego el turno de Maga, el trío gustó mucho, ofrecieron un pop elegante, cuidado. Un concierto muy bonito, que tuvo su momento más álgido en Agosto esquimal. Maga pueden ser unos Radiohead nacionales (salvando las distancias), pero también se acuerdan de la música de los 80 de nuestro país. No en vano, tocaron "no mires a los ojos de la gente" de Golpes Bajos. Todo un detalle.
Las siguientes actuaciones, serían todas en el escenario grande. (Santander 250). Los Ocean Colour Scene eran, de entre los grupos, los más cercano que teníamos al pop-rock clásico. Y como tal, hicieron lo que se esperaba de ellos, un repaso por las canciones del nuevo trabajo y un gran repaso a sus hits más conocidos, con ese toque de Rythm & Blues y soul de su padrino "Paul Weller", el pop de los Beatles y el rock de bandas como The Who o Ten Years After. Durante su set, hicieron una alusión a las victimas de los atentados, tanto de Londres como de Madrid.
Tras ellos, Morcheeba, que tuvieron una actuación llena de encanto, de feeling. Con una nueva vocalista "Jody Stenberg",que todavía no había cantado en ningún disco hasta ahora, pero que ha comenzado ha tocar en los directos para presentar "The Antidote" donde cantaba Daisy Martey que a su vez sustituía a la cantante original. El caso es que la chiquita se metió al público en el bolsillo desde el principio, su fragilidad, la belleza de sus exóticos bailes, se transformaba cuando esta hacía sonar su saxofón. Trip-hop, funky, blues, un DJ apoyando toda la actuación… Sonidos envolventes (utilizaron un Leslie), bases rítmicas relajantes, hipnóticas con la estampa de fondo del mar y el cielo claro, de los acantilados mientras iba cayendo la noche. Parece que habían nacido para tocar allí en ese momento, como parte del paisaje. En directo además, muchas palmas y saltos, y gente muy feliz escuchándoles. Sonaron joyitas como "Part of process" o Rome wasn’t built in a day con lo que cerraron lo que se convertiría en uno de los mejores conciertos de todo el SSF.
The Faint, pusieron los ritmos bailables, ochenteros, música de muchos sintetizadores, pero con muchas guitarras también, su danza macabra tiene mucho de New Order, The Cure, Depeche Mode y puede recordar también a lo que hace Ian Brown (ex Stone Roses). La guida la pusieron los Chemical Brothers. Desde el primer momento con ese grito de "Hey boy, hey girl", con el que empiezan los conciertos hasta el final, convirtieron el recinto en una discoteca gigante, donde nadie puede dejar de bailar. Era impactante ver a miles de personas saltando en un mar de palmas. Y fue así durante hora y media. Sus ritmos, como un corazón latiendo, las luces y las proyecciones forman parte del espectáculo. Un cúmulo de sensaciones que solo se puede describir viéndolos. Al final de la actuación, una sentencia rezaba en las pantallas "LOVE". Luego, los más fuertes aguantaron a ver lo que se cocía en las carpas de los DJ’S.
El segundo día amaneció con el "Dios" sol, en todo su esplendor. La gente que haya venido de fuera ya sabrá que la arena de nuestras playas es oro molido. Hacía Donde estrenaron esta vez la carpa Pop, mejoraron la actuación de la fiesta de presentación, Fernando Morán se quedó en la mesa de sonido y el batería que trajeron para la ocasión daba más calidad a la banda. De todas formas, creo que no pegaban.
El pop de guitarras de la mano de Sterlin. Los mallorquines cumplieron a la perfección, el sonido fue brillante y la voz de Adela Peraita es toda una garantía. Hubo ecos velvetianos, una versión de Buddy Holly y un final en el que la dulce voz de Adela, muto rockera y agresiva, más cercana a P.J. Harvey.
The Fever tuvieron una actuación muy animada, con un cantante desatado, dando guerra en todas las canciones, desgañitándose, abrazando sin dejar de cantar, al "pipa" que salía a colocar el píe de micro una de las veces que cayó al suelo. Música, punk, rock, muy bailable, en la onda de "The Rapture".
En el escenario grande, Manta Ray, no acabaron de estar cómodos, puede que su música sea para sitió menos abiertos, puede que la premura del horario no deje que sus canciones crezcan como ellos saben hacerlas crecer. Además, no sonaba muy potente. Aun así, fue muy interesante comprobar de nuevo como elaboran su música e investigan en su "laboratorio musical".
Los Planetas dieron un gran concierto, reunieron a su habitual legión de seguidores y armaron el taco. "Un buen día" o "Cumpleaños total" son canciones que todos esperan, y todos corean. Con "De viaje", o "Mi hermana pequeña" revivieron su mejor etapa y dejaron tras si unas colosales "De viaje" o "Santos que yo pinté", incluso tocaron un bis, "La caja del diablo" que fue tremenda.
Sonic Youth, repasaron sobre todo su último disco, temas como Pettersn recognition o unmade bed donde ser respira el espíritu de Neil Young, canciones como Stones o I Love you golden blue. Un grupo que combina atmosferas y sonidos critalinos y limpios, con un sonido ruidista y sucio otras veces. Demostraron porque son los reyes de la distorsión cuando Thurston More acabo un tema frotando su guitarra con todo lo que pasaba por su camido, su propio cuerpo, las barras de los andamios ha donde escaló, el técnico que estaba grabando el concierto al que se la pasó de arriba a abado para acabar chocandola su compañero Lee Ranaldo. Los franceses Rinôçérôse pusieron a la gente a bailar, como lo habían hecho la noche anterior los Chemical, pero a diferencia de estos, lo hicierton con instrumentos, y con la participación de varias voces. y después, más electronica en las carpas.
Como puntos flacos, el precio de las consumiciones, cierta escasez de baños, duchas y más tiempo de lo que se había establecido entre grupo y grupo del escenario “250 aniversario”. En cualquier caso, esto no deja de pasar en otros muchos festivales.
La retirada en el autobús con todas las tiendas de campaña alejándose de nuestra vista, como una reserva india, tomada literalmente por locos de la música, y también por amantes de la fiesta, en cualquier lugar y situación.
Santiago V.M.
Éxito histórico y sin precedentes en nuestra región. El SSF, llegó, pasó ya, pero quedará siempre en la memoria colectiva de los miles de personas que allí estuvimos. Si como se ha contado desde el principio, la intención, es que este evento se perpetúe en el tiempo,se ha plantado una semilla que no debería dejar de crecer. Olvidándonos ya de los meses previos, hay que decir que ha salido redondo, incluso Los Planetas han hecho un buen directo. Se puede decir que tanto la organización, como los músicos y público han dado una nota muy alta. Nos hemos sacudido ese lastre de que "en Santander este tipo de música no funciona", y espero que se reflexione sobre esto en adelante. Santander se ha puesto en el escaparate,¿habrá que esperar otros 250 años?
Tras la incertidumbre que provocaron las primeras lluvias de la mañana del viernes, y una vez que bastantes, hubieran establecido ya su territorio en la campa anexa, la gente fue llegando de manera ordenada y cómoda (como se aconsejó, se utilizó el transporte público hasta el punto, que en ningún momento del fin de semana se llenaron las plazas de aparcamiento).
Los primeros en abrir fuego fueron los cántabros Fresh, sobre las 16:30, en media hora desplegaron su abanico multicolor, músicas étnicas, techno y funky. Seguidamente "El Columpio Asesino" en un horario y con una duración de concierto, que creo, no se merecían. Mucha gente quería verlos y a esa hora era imposible. Los navarros son toda una realidad dentro del panorama nacional, hacen punk moderno, inteligente, generan tensión, te hacen bailar, van del caos a la armonía con una naturalidad y clase que impresiona. Parálisis Permanente, Primal Scream y sobre todo los Pixies son algunas de sus influencias. Después llego el turno de Maga, el trío gustó mucho, ofrecieron un pop elegante, cuidado. Un concierto muy bonito, que tuvo su momento más álgido en Agosto esquimal. Maga pueden ser unos Radiohead nacionales (salvando las distancias), pero también se acuerdan de la música de los 80 de nuestro país. No en vano, tocaron "no mires a los ojos de la gente" de Golpes Bajos. Todo un detalle.
Las siguientes actuaciones, serían todas en el escenario grande. (Santander 250). Los Ocean Colour Scene eran, de entre los grupos, los más cercano que teníamos al pop-rock clásico. Y como tal, hicieron lo que se esperaba de ellos, un repaso por las canciones del nuevo trabajo y un gran repaso a sus hits más conocidos, con ese toque de Rythm & Blues y soul de su padrino "Paul Weller", el pop de los Beatles y el rock de bandas como The Who o Ten Years After. Durante su set, hicieron una alusión a las victimas de los atentados, tanto de Londres como de Madrid.
Tras ellos, Morcheeba, que tuvieron una actuación llena de encanto, de feeling. Con una nueva vocalista "Jody Stenberg",que todavía no había cantado en ningún disco hasta ahora, pero que ha comenzado ha tocar en los directos para presentar "The Antidote" donde cantaba Daisy Martey que a su vez sustituía a la cantante original. El caso es que la chiquita se metió al público en el bolsillo desde el principio, su fragilidad, la belleza de sus exóticos bailes, se transformaba cuando esta hacía sonar su saxofón. Trip-hop, funky, blues, un DJ apoyando toda la actuación… Sonidos envolventes (utilizaron un Leslie), bases rítmicas relajantes, hipnóticas con la estampa de fondo del mar y el cielo claro, de los acantilados mientras iba cayendo la noche. Parece que habían nacido para tocar allí en ese momento, como parte del paisaje. En directo además, muchas palmas y saltos, y gente muy feliz escuchándoles. Sonaron joyitas como "Part of process" o Rome wasn’t built in a day con lo que cerraron lo que se convertiría en uno de los mejores conciertos de todo el SSF.
The Faint, pusieron los ritmos bailables, ochenteros, música de muchos sintetizadores, pero con muchas guitarras también, su danza macabra tiene mucho de New Order, The Cure, Depeche Mode y puede recordar también a lo que hace Ian Brown (ex Stone Roses). La guida la pusieron los Chemical Brothers. Desde el primer momento con ese grito de "Hey boy, hey girl", con el que empiezan los conciertos hasta el final, convirtieron el recinto en una discoteca gigante, donde nadie puede dejar de bailar. Era impactante ver a miles de personas saltando en un mar de palmas. Y fue así durante hora y media. Sus ritmos, como un corazón latiendo, las luces y las proyecciones forman parte del espectáculo. Un cúmulo de sensaciones que solo se puede describir viéndolos. Al final de la actuación, una sentencia rezaba en las pantallas "LOVE". Luego, los más fuertes aguantaron a ver lo que se cocía en las carpas de los DJ’S.
El segundo día amaneció con el "Dios" sol, en todo su esplendor. La gente que haya venido de fuera ya sabrá que la arena de nuestras playas es oro molido. Hacía Donde estrenaron esta vez la carpa Pop, mejoraron la actuación de la fiesta de presentación, Fernando Morán se quedó en la mesa de sonido y el batería que trajeron para la ocasión daba más calidad a la banda. De todas formas, creo que no pegaban.
El pop de guitarras de la mano de Sterlin. Los mallorquines cumplieron a la perfección, el sonido fue brillante y la voz de Adela Peraita es toda una garantía. Hubo ecos velvetianos, una versión de Buddy Holly y un final en el que la dulce voz de Adela, muto rockera y agresiva, más cercana a P.J. Harvey.
The Fever tuvieron una actuación muy animada, con un cantante desatado, dando guerra en todas las canciones, desgañitándose, abrazando sin dejar de cantar, al "pipa" que salía a colocar el píe de micro una de las veces que cayó al suelo. Música, punk, rock, muy bailable, en la onda de "The Rapture".
En el escenario grande, Manta Ray, no acabaron de estar cómodos, puede que su música sea para sitió menos abiertos, puede que la premura del horario no deje que sus canciones crezcan como ellos saben hacerlas crecer. Además, no sonaba muy potente. Aun así, fue muy interesante comprobar de nuevo como elaboran su música e investigan en su "laboratorio musical".
Los Planetas dieron un gran concierto, reunieron a su habitual legión de seguidores y armaron el taco. "Un buen día" o "Cumpleaños total" son canciones que todos esperan, y todos corean. Con "De viaje", o "Mi hermana pequeña" revivieron su mejor etapa y dejaron tras si unas colosales "De viaje" o "Santos que yo pinté", incluso tocaron un bis, "La caja del diablo" que fue tremenda.
Sonic Youth, repasaron sobre todo su último disco, temas como Pettersn recognition o unmade bed donde ser respira el espíritu de Neil Young, canciones como Stones o I Love you golden blue. Un grupo que combina atmosferas y sonidos critalinos y limpios, con un sonido ruidista y sucio otras veces. Demostraron porque son los reyes de la distorsión cuando Thurston More acabo un tema frotando su guitarra con todo lo que pasaba por su camido, su propio cuerpo, las barras de los andamios ha donde escaló, el técnico que estaba grabando el concierto al que se la pasó de arriba a abado para acabar chocandola su compañero Lee Ranaldo. Los franceses Rinôçérôse pusieron a la gente a bailar, como lo habían hecho la noche anterior los Chemical, pero a diferencia de estos, lo hicierton con instrumentos, y con la participación de varias voces. y después, más electronica en las carpas.
Como puntos flacos, el precio de las consumiciones, cierta escasez de baños, duchas y más tiempo de lo que se había establecido entre grupo y grupo del escenario “250 aniversario”. En cualquier caso, esto no deja de pasar en otros muchos festivales.
La retirada en el autobús con todas las tiendas de campaña alejándose de nuestra vista, como una reserva india, tomada literalmente por locos de la música, y también por amantes de la fiesta, en cualquier lugar y situación.
Santiago V.M.
"Stoner pincha mejor bajo presión" (Patrullero)