07-03-07, 19:17
Arte
'Imángeles' suspendidas en la pared de Zoom
La galería propone una colección de fotografías reveladas en la pared Alumnos del colegio Ángeles Custodios firman esta exposición colectiva
MARTA SAN MIGUEL/SANTANDER
En un momento en el que el desarrollo tecnológico ha convertido la fotografía en píxeles y códigos binarios, su imparable evolución no debería borrar de la memoria colectiva los carretes de fotos, los líquidos de revelado, el olor de los cuartos oscuros, su zumbido y su luz roja, porque han sido el escenario donde la fotografía se ha desarrollado con pericia hasta alcanzar un podio donde hoy se considera una forma más de arte y ya no sólo de expresión.
La galería Zoom, en un ejercicio más de acompañar a la fotografía en esa andadura, retrocede sobre sus pasos para volver a zambullirse en ese escenario del positivado. Y lo hace vistiendo su última propuesta expositiva con un halo de magia en 'Imángeles'. Como si de un truco se tratara, el fotógrafo Pablo María García Lamas y los alumnos del colegio Ángeles Custodios han convertido la galería en un gigantesco laboratorio de revelado y positivado, donde sus creaciones descansan en las paredes en la sala de la calle Juan de Herrera de Santander.
Gigantesco en tamaño y gigantesco en ambición, el improvisado laboratorio ha convertido un espacio diáfano y rígido, como es una sala de exposiciones, en un territorio sensible y moldeable como un pedazo de papel de revelado. Y es que las mismas paredes son el soporte donde se ha volcado la creatividad fotográfica de este grupo de artistas.
La iniciativa llega respaldada por el fotógrafo y propietario de la galería Zoom, Pedro Palazuelos, que ha abierto las puertas de su espacio para García Llamas (profesor de fotografía del Ciclo Formativo de Laboratorio de Imagen del Colegio Angeles Custodios) y sus compañeros de Departamento y del Programa de Garantía Social.
Paredes vivas
Lo realmente inquietante de esta exposición no es tanto el contenido, sino el continente. El uso de la pared de la sala como soporte directo para obtener las imágenes es el giro fascinante que ofrece esta exposición que se podrá visitar hasta el próximo 16 de marzo. Para conseguir plasmar las imágenes en las superficies de la sala, el equipo de trabajo aplicó un tratamiento previo a la pared hasta convertirla en un soporte fotosensible donde revelar directamente sobre ella las imágenes. Para ello aplicaron una base de pintura plástica, un preparado químico con el que volver a percibir los olores de los viejos estudios de revelado y que dotó a la pared de la galería Zoom de las mismas cualidades de un papel de revelado convencional.
Una vez analizado el espacio expositivo, las imágenes fueron concebidas en formato 6x6 y 35 milímetros de forma que al quedar configuradas en el subconsciente de sus creadores, tocaba el turno de hacerlas realidad. Para ello, el improvisado laboratorio se oscureció hasta convertirlo en un cuarto oscuro en el que no entrara ni una brizna de luz. Entonces, llegó el truco final. Los proyectores lanzaron contra la pared (previamente tratada) la imagen y después, en silencio, la superficie mural comenzó a descubrir en su rugosidad la fotografía.
Entonces, imágenes en blanco y negro comenzaron a habitar la galería de la calle San Francisco, un espacio expositivo que se ha convertido en un paseo por el desafío a la tecnología. El 16 de marzo, cuando termine la exposición, desaparecerán bajo una nueva capa de pintura en las paredes. Entonces, el arte tan solo será un recuerdo. Eso sí, imborrable.
http://www.eldiariomontanes.es/prensa/20...70227.html