30-12-06, 16:43
Aunque en la agenda "de marcha" del Diablo Montañés pongan a este grupo como "una de las bandas más grandes del momento", yo opino lo contrario absolutamente.
No sé quién fue a verles anoche, pero fue un concierto bochornoso y por no aguantarlo, me tuve que salir de la sala.
Para empezar, llegaron 50 minutos tarde y no se disculparon. Se limitaron a poner cara de circunstancia, subir al escenario corriendo y posar rápidamente latas y latas de cerveza que traían consigo y la botella de clarete medio llena del bajista -más tarde el segundo guitarrista haría aparecer su botella de whisky JB-.
Muy bien uniformados eso sí comenzaron el concierto con el sonido más pésimo que he escuchado en mucho tiempo -cualquiera diría que sonaban como una banda de quinceañeros hormonados, con perdón para los grupos de quinceañeros-.
No es que importe mucho si es que no afecta al sonido, pero entre los dos guitarristas rompieron unas cuatro cuerdas y al batería se le "fueron de las manos" otras tantas baquetas. Y sí que afectó a las canciones, que sonaron peor aún, si cabe.
Cosa curiosa fue que desde la tercera fila en la que yo estaba sentado, y al estar las estrellas flameantes tan borrachos, llegaba el pestazo de alcohol hasta mi nariz, cosa bastante desagradable.
El sonido del bajo, en particular, me pareció digno de un principiante, totalmente saturado y descompensado, tocado alocadamente y sin control, que aportaba sólo más ruido descontrolado al conjunto. Si alguien me dice que era intencionado, controlado y buscado pues bueno, pero se les notaba a todos unos gestos de embriaguez alta.
A parte, las composiciones me parecieron muy flojas y simplistas y no había ningún tipo de conjunción entre los músicos ya que cada uno tocaba, dentro de unos acordes preestablecidos, lo que le venía en gana y cuando le venía en gana -muy diferente de una buena improvisación-. De hecho, en varias ocasiones, a la señal del cantante que pedía un repentino cambio en alguna canción, el resto de la banda no le hacía ni "puñetero" caso, ya que estaban dando un trago o encendiéndose un cigarro o arregándoselas como podían con una cuerda rota o tocando la batería con sólo una baqueta. Yo no diría, como los redactores del Diario Montañés, Juan Dañobeitia y José María Gutiérrez, que los Flaming Stars "saben hacer música".
Me pareció un espectáculo lamentable en el que nadie se quejó, por la tardanza de casi una hora de retraso del grupo ni por el bajo nivel de los ingleses que ni ofrecían ambiente festivo, más bien patético, ni se veía que aquello fuera a mejorar.
A los cuarenta minutos de concierto me salí, y no me he salido de muchos conciertos, sintiéndome estafado. No creo que porque fuera gratis no tenga derecho a un concierto digno. Hacía tiempo que no veía a unos tipos destrozando la música como ellos y que no sentía que me tomaran el pelo desde un escenario. Quizá los Flaming Stars sean mejores sin estar borrachos, pero no les buscaré para comprobarlo.
Enlace de la noticia en el diario montañés: http://www.eldiariomontanes.es/prensa/20...61222.html
No sé quién fue a verles anoche, pero fue un concierto bochornoso y por no aguantarlo, me tuve que salir de la sala.
Para empezar, llegaron 50 minutos tarde y no se disculparon. Se limitaron a poner cara de circunstancia, subir al escenario corriendo y posar rápidamente latas y latas de cerveza que traían consigo y la botella de clarete medio llena del bajista -más tarde el segundo guitarrista haría aparecer su botella de whisky JB-.
Muy bien uniformados eso sí comenzaron el concierto con el sonido más pésimo que he escuchado en mucho tiempo -cualquiera diría que sonaban como una banda de quinceañeros hormonados, con perdón para los grupos de quinceañeros-.
No es que importe mucho si es que no afecta al sonido, pero entre los dos guitarristas rompieron unas cuatro cuerdas y al batería se le "fueron de las manos" otras tantas baquetas. Y sí que afectó a las canciones, que sonaron peor aún, si cabe.
Cosa curiosa fue que desde la tercera fila en la que yo estaba sentado, y al estar las estrellas flameantes tan borrachos, llegaba el pestazo de alcohol hasta mi nariz, cosa bastante desagradable.
El sonido del bajo, en particular, me pareció digno de un principiante, totalmente saturado y descompensado, tocado alocadamente y sin control, que aportaba sólo más ruido descontrolado al conjunto. Si alguien me dice que era intencionado, controlado y buscado pues bueno, pero se les notaba a todos unos gestos de embriaguez alta.
A parte, las composiciones me parecieron muy flojas y simplistas y no había ningún tipo de conjunción entre los músicos ya que cada uno tocaba, dentro de unos acordes preestablecidos, lo que le venía en gana y cuando le venía en gana -muy diferente de una buena improvisación-. De hecho, en varias ocasiones, a la señal del cantante que pedía un repentino cambio en alguna canción, el resto de la banda no le hacía ni "puñetero" caso, ya que estaban dando un trago o encendiéndose un cigarro o arregándoselas como podían con una cuerda rota o tocando la batería con sólo una baqueta. Yo no diría, como los redactores del Diario Montañés, Juan Dañobeitia y José María Gutiérrez, que los Flaming Stars "saben hacer música".
Me pareció un espectáculo lamentable en el que nadie se quejó, por la tardanza de casi una hora de retraso del grupo ni por el bajo nivel de los ingleses que ni ofrecían ambiente festivo, más bien patético, ni se veía que aquello fuera a mejorar.
A los cuarenta minutos de concierto me salí, y no me he salido de muchos conciertos, sintiéndome estafado. No creo que porque fuera gratis no tenga derecho a un concierto digno. Hacía tiempo que no veía a unos tipos destrozando la música como ellos y que no sentía que me tomaran el pelo desde un escenario. Quizá los Flaming Stars sean mejores sin estar borrachos, pero no les buscaré para comprobarlo.
Enlace de la noticia en el diario montañés: http://www.eldiariomontanes.es/prensa/20...61222.html
El avión ya se estrelló y yo sigo volando...
The moon is closer to the sun than I am to anyone.
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