25-10-06, 10:01
respuestas ya
"Stoner pincha mejor bajo presión" (Patrullero)
¿alguno va mañana a Quique González en el Bns?
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25-10-06, 15:02
si alguno va por lo visto regalan entradas en jovenmania
Special thanks to everyone for their continued support and a fuck you to those who will never understand
28-10-06, 15:23
http://www.eldiarioalerta.com/periodico/...dfs/58.pdf
(el link solo vale para hoy) ¡Vaya Salto! El jueves 26 de octubre, Quique González visitaba la sala BNS de Santander (esta vez acompañado con banda). Justo un día después de que Bruce Springsteen pisara nuestra región, teníamos oportunidad de seguir paladeando buenos conciertos sin tener que salir fuera. Conocí su música a partir de su tercer trabajo, Pajaros Mojados. A raíz de esto, me hice con su primer cd y por inercia con los siguientes. El segundo todavía no lo tengo. Lo había visto en directo tres veces antes de la pasada noche. Jamás me hubiera imaginado que la sala iba a estar totalmente abarrotada. (no creo que bajara de 400 personas). Lleno hasta la bandera, de lado a lado. El calo era inaguantable. Ver así el Buenas Noches fue como saber que una conocida con la que coincides de vez en cuando ha tenido un hijo y nadie se ha dado cuenta. Como esas barrigas que no se notan. Quique estaba de nueve meses y yo no me había enterado. Para mi ha sido una grata sorpresa a pesar que ya apuntaba alto. Ya era hora que se premiara a la coherencia y a la constancia... pero una vez más, ¿Dónde está el secreto de la unanimidad?, ¿En qué lugar y cuando se cruza un puente llamado “reconocimiento”?. Creo que es uno de los misterios insondables de la música. El madrileño lo está cruzando y me alegra que sea así. Es de justicia que el destino le haya puesto en el camino merecido. Otros no lo consiguen y también se lo han ganado... la línea es muy fina y el azar puede decantar la balanza para cualquier lado. ¿De donde salió tanta gente el jueves?. Se ve que el fenómeno venía incubándose y me ha cogido de sorpresa. Además el mozo ya cobra lo que vale, o lo que cobran la mayoría. Así está el mercado. (Eso si que es un ajuste de cuentas). Así las cosas, imagino que tiene que ser un placer salir al escenario y comprobar que hay gente hasta donde no alcanza la mirada y más. Casi podría haber tocado en la playa. Para los que están abajo puede resultar muy incómodo. Yo mismo estoy escribiendo sobre lo que medio no vi, y sobre lo que medio no escuché. Creo que estuve en tres o cuatro sitios diferentes durante la tocata. Ninguno de ellos se libraba del habitual chismorreo (en lugar de prohibir fumar deberían prohibir a la gente molestar). Es bastante molesto intentar escuchar una canción y tener, a dos orejas, conversaciones de bar de copas en sábado noche. ¡Para que carajos van!. ¿Es muy aventurado pensar que alguien que ha pagado por ver un concierto quiera escucharlo?. Parece ser que si. En esta circunstancia, la percepción de las canciones y el disfrute de las mismas queda igual de desvirtuada que si te comes un manjar de pie y con prisas. Te lo tragas pero ni lo saboreas ni lo aprecias como merece. (y eso que la sala sonó bastante bien) De primeras, Q.G. se enfrentó a la audiencia sin más escudo que su voz y su teclado. Comenzó lento, suave. En otras condiciones hubiera dicho íntimo pero este día estuvimos muy lejos de ese término. Encadenó tres o cuatro canciones de esas de “interludio”, de las que sirven normalmente para descansar y coger un segundo aire. Cuando la hierba del primer cajón había crecido lo suficiente salió el resto de la banda. Aquí empezó el camino eléctrico pero sin abandonar el “alma” que tienen todas las canciones. Vimos al protagonista de la velada cantando desde dentro. En Arañazos de piel roja parecía dejarse la vida. También se agarró al blues en Caminos estrechos o derivó a un sonido más americano con Vidas cruzadas. El camaleón cambia de color y entre el público y el artista ya no existen contrastes. Todos con el mismo tono. Canta claro su mensaje. Se entiende lo que dice y que es lo que quiere decir. Conocemos sus historias y el parece saber muy bien las nuestras. Quique saca poesía de la tierra y con la poesía saca música. Se inspira en todo lo que conocemos. Vivencias al alcance de la mano, historias de andar por casa que en su poder tienen un brillo especial. El tiene ese Don. Mientras su Pequeño rock and roll sudaba en el jardín, el casi dejaba blood, sweat and tears. Abajo, la marea humana hacía romper sus “na, na, na, na, naaaa...” contra barras, columnas, lámparas y todo lo que se pusiera por delante. Casi al final de la actuación subía al escenario Fernando Macaya (Los Deltonos y Los Chiquitones) y soltaba junto al resto la sureña Te lo dije y un frenético y acelerado Hotel Los Ángeles. A todo esto Q.G. se había liberado de su guitarra y soltaba el animal cabeceando repetidamente y sin dejar de moverse. Era su momento. Tras una hora y tres cuartos aproximadamente nos abandonaba con Salitre mezclado entre Sweet Jane y Beast of Burden. Parece que dejó alguna bala en el cargador. Seguro que para la próxima. Santiago V.M.
"Stoner pincha mejor bajo presión" (Patrullero)
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