24-05-06, 11:26
Cantabria / SANTANDER
SANTANDER
El Ayuntamiento podrá cerrar un bar mientras tramita un expediente
La nueva ordenanza de contaminación acústica endurecerá las sanciones. Se divide la ciudad en seis áreas, cada una con su máximo nivel sonoro
JAVIER FDEZ. RUBIO/SANTANDER
Cierre cautelar: De manera justificada, se podrá decretar el cierre cautelar de un establecimiento mientras se tramita el expediente.
Limitadores de sonido: Se extienden a todo tipo de aparatos sonoros y tendrán un registro remoto en tiempo real.
Áreas: La ciudad se dividirá en seis áreas, con niveles de ruido máximo permitido en cada una. Serán las Sanitaria y bienestar social (1), Residencial sin actividad terciaria (2), Residencial con actividad terciaria (3), Industrial y transportes (4), Ferrocarriles y carreteras (5) y Espacios naturales de especial protección (6).
Mapa de ruidos: Se hará uno nuevo.
Sanciones: Se endurecen. Las leves, graves y muy graves se podrán sancionar con hasta 600, 12.000 y 30.000 euros.
Ordenanza sobre Contaminación Acústica
El Ayuntamiento de Santander está ultimando un instrumento administrativo que le permitirá retirar la licencia y cerrar cautelarmente, pero de manera justificada, un bar sin esperar a que concluya un expediente sancionador, así como controlar más rígidamente los niveles de sonido en los establecimientos hosteleros mediante nuevos limitadores.
La Ordenanza sobre Contaminación Acústica, cuyo borrador presentó ayer públicamente el concejal de Medio Ambiente, Íñigo de la Serna, introducirá novedades sustanciales como las antes aludidas, pero también un endurecimiento del régimen sancionador. La tipificación de las faltas en leves, graves y muy graves podrá multarse con hasta 600, 12.000 y 30.000 euros, respectivamente, lejos de la escala en vigor, que sanciona la falta más grave con hasta 600 euros. La ordenanza toma como punto de referencia la Ley del Ruido, que establece sanciones más duras todavía (hasta 300.000 euros).
De acuerdo con el borrador, Santander tendrá un nuevo mapa de ruidos, actualizado y con zonas de protección acústica especial, y planes de acción municipales para la consecución de objetivos, así como la división de la ciudad en seis áreas, en virtud del tipo de actividad que predomine en ella (residencial, con o sin servicios terciarios, hospitalaria o industrial, por ejemplo). En cada área, en consecuencia, habrá un nivel máximo de ruidos, tanto diurno como nocturno. «En cada zona habrá un valor de ruido objetivo, básico. Por ejemplo, en el Área 1 (hospitalaria) no se podrán sobrepasar los 60 decibelios de día y los 50 decibelios de noche», explicó De la Serna.
La ordenanza pretende acabar «con dos vías de escape de los infractores»: los limitadores acústicos actuales y la picaresca para retrasar el proceso sancionador. Contra ello se establecerán nuevos aparatos no manipulables y que transmitan datos sonoros a un centro municipal para el control en tiempo real. Asimismo se establecerá la posible retirada cautelar de la licencia de actividad y el precinto de equipos musicales. El cambio de titularidad implicaría, además, la subrogación de las condiciones de la licencia, así como las obligaciones que puedan derivarse de un expediente abierto; por lo que no tendrá que incoarse expediente nuevo.
Para los que no cambien de propiedad ni tengan expedientes incoados se establecerá una moratoria de tres años para adaptarse las condiciones de la nueva ordenanza
http://www.eldiariomontanes.es/pg060524/...N-027.html
SANTANDER
El Ayuntamiento podrá cerrar un bar mientras tramita un expediente
La nueva ordenanza de contaminación acústica endurecerá las sanciones. Se divide la ciudad en seis áreas, cada una con su máximo nivel sonoro
JAVIER FDEZ. RUBIO/SANTANDER
Cierre cautelar: De manera justificada, se podrá decretar el cierre cautelar de un establecimiento mientras se tramita el expediente.
Limitadores de sonido: Se extienden a todo tipo de aparatos sonoros y tendrán un registro remoto en tiempo real.
Áreas: La ciudad se dividirá en seis áreas, con niveles de ruido máximo permitido en cada una. Serán las Sanitaria y bienestar social (1), Residencial sin actividad terciaria (2), Residencial con actividad terciaria (3), Industrial y transportes (4), Ferrocarriles y carreteras (5) y Espacios naturales de especial protección (6).
Mapa de ruidos: Se hará uno nuevo.
Sanciones: Se endurecen. Las leves, graves y muy graves se podrán sancionar con hasta 600, 12.000 y 30.000 euros.
Ordenanza sobre Contaminación Acústica
El Ayuntamiento de Santander está ultimando un instrumento administrativo que le permitirá retirar la licencia y cerrar cautelarmente, pero de manera justificada, un bar sin esperar a que concluya un expediente sancionador, así como controlar más rígidamente los niveles de sonido en los establecimientos hosteleros mediante nuevos limitadores.
La Ordenanza sobre Contaminación Acústica, cuyo borrador presentó ayer públicamente el concejal de Medio Ambiente, Íñigo de la Serna, introducirá novedades sustanciales como las antes aludidas, pero también un endurecimiento del régimen sancionador. La tipificación de las faltas en leves, graves y muy graves podrá multarse con hasta 600, 12.000 y 30.000 euros, respectivamente, lejos de la escala en vigor, que sanciona la falta más grave con hasta 600 euros. La ordenanza toma como punto de referencia la Ley del Ruido, que establece sanciones más duras todavía (hasta 300.000 euros).
De acuerdo con el borrador, Santander tendrá un nuevo mapa de ruidos, actualizado y con zonas de protección acústica especial, y planes de acción municipales para la consecución de objetivos, así como la división de la ciudad en seis áreas, en virtud del tipo de actividad que predomine en ella (residencial, con o sin servicios terciarios, hospitalaria o industrial, por ejemplo). En cada área, en consecuencia, habrá un nivel máximo de ruidos, tanto diurno como nocturno. «En cada zona habrá un valor de ruido objetivo, básico. Por ejemplo, en el Área 1 (hospitalaria) no se podrán sobrepasar los 60 decibelios de día y los 50 decibelios de noche», explicó De la Serna.
La ordenanza pretende acabar «con dos vías de escape de los infractores»: los limitadores acústicos actuales y la picaresca para retrasar el proceso sancionador. Contra ello se establecerán nuevos aparatos no manipulables y que transmitan datos sonoros a un centro municipal para el control en tiempo real. Asimismo se establecerá la posible retirada cautelar de la licencia de actividad y el precinto de equipos musicales. El cambio de titularidad implicaría, además, la subrogación de las condiciones de la licencia, así como las obligaciones que puedan derivarse de un expediente abierto; por lo que no tendrá que incoarse expediente nuevo.
Para los que no cambien de propiedad ni tengan expedientes incoados se establecerá una moratoria de tres años para adaptarse las condiciones de la nueva ordenanza
http://www.eldiariomontanes.es/pg060524/...N-027.html