12-01-17, 14:54
Llevo una temporada dándole vueltas al estado de la escena independiente estatal, y la verdad es que cada vez veo el panorama más plagado de incertidumbres.
- El peso excesivo de los grupos metidos en el circuito festivalero dificultan que alcancen relevancia grupos no ya pequeños, sino incluso medianos. Lo más inquietante es que la edad media de los componentes de estos grupos festivaleros (LOL, Sidonie, León Benavente, Ferreiro, Lori Meyers...) ya está por encima de los 40 años. ¿Qué pasa con el relevo?
- Las listas de mejores discos estatales me han parecido anodinas en 2016. Veo pocos discos memorables y bastantes olvidables. Y viendo cómo se ha votado en Al Norte del Norte, tampoco veo que el público se lo haya pasado muy bien con ninguno de estos discos.
-Hace unos años, así como a final de la primera década del XXI, se anunció una nueva generación de grupos que iba a relevar definitivamente a la generación del indi de los 90. Sí, de ahí salieron Crepus, TAB o La Bien Querida, que siguen a tope, aunque no han llegado a asaltar los cielos y ocupar el trono que en el que en su momento se sentaron bandas de origen underground, como los Planetas o Standstill. Por otro lado, las grandes esperanzas de proyección internacional de entre aquella quinta (Delorean y El Guincho) se han metido en callejones sin salida y no veo manera de que su carrera se vaya a enderezar a corto plazo.
Habrá quien diga que se ve relevo en cosas como Agorazein, pero me parece que con estos pasa un poco como con Netflix: que hay tantas ganas de que salga algo guay que la gente se ciega poniendo por las nubes meiianías.
La cosa es que estas reflexiones las puedo extender a otros estilos, desde el r'n'r hasta el metal pasando por otras mil cosas. Ahí veo que la mayoría parece tomar un giro ultraortodoxo, cerrándose a cosas cada vez más cuadriculadas y más aburridas.
No sé, a veces también pienso que ahora debe de haber cosas chachis de las que no me entero, pero si es que existen también me da miedo a que, si realmente existen, se estén acomodando en una postura de "para qué me lo voy a currar, si no voy a ir a ningún lado" que tampoco mola nada. El caso es que veo que el público se revoluciona con grandes propuestas internacionales y que de hecho el mainstream tiene una influencia sobre el underground como no recuerdo haber visto en mucho tiempo, pero la escena independiente, no sé, la veo sumida en la irrelevancia.
¿Cómo lo veis?
- El peso excesivo de los grupos metidos en el circuito festivalero dificultan que alcancen relevancia grupos no ya pequeños, sino incluso medianos. Lo más inquietante es que la edad media de los componentes de estos grupos festivaleros (LOL, Sidonie, León Benavente, Ferreiro, Lori Meyers...) ya está por encima de los 40 años. ¿Qué pasa con el relevo?
- Las listas de mejores discos estatales me han parecido anodinas en 2016. Veo pocos discos memorables y bastantes olvidables. Y viendo cómo se ha votado en Al Norte del Norte, tampoco veo que el público se lo haya pasado muy bien con ninguno de estos discos.
-Hace unos años, así como a final de la primera década del XXI, se anunció una nueva generación de grupos que iba a relevar definitivamente a la generación del indi de los 90. Sí, de ahí salieron Crepus, TAB o La Bien Querida, que siguen a tope, aunque no han llegado a asaltar los cielos y ocupar el trono que en el que en su momento se sentaron bandas de origen underground, como los Planetas o Standstill. Por otro lado, las grandes esperanzas de proyección internacional de entre aquella quinta (Delorean y El Guincho) se han metido en callejones sin salida y no veo manera de que su carrera se vaya a enderezar a corto plazo.
Habrá quien diga que se ve relevo en cosas como Agorazein, pero me parece que con estos pasa un poco como con Netflix: que hay tantas ganas de que salga algo guay que la gente se ciega poniendo por las nubes meiianías.
La cosa es que estas reflexiones las puedo extender a otros estilos, desde el r'n'r hasta el metal pasando por otras mil cosas. Ahí veo que la mayoría parece tomar un giro ultraortodoxo, cerrándose a cosas cada vez más cuadriculadas y más aburridas.
No sé, a veces también pienso que ahora debe de haber cosas chachis de las que no me entero, pero si es que existen también me da miedo a que, si realmente existen, se estén acomodando en una postura de "para qué me lo voy a currar, si no voy a ir a ningún lado" que tampoco mola nada. El caso es que veo que el público se revoluciona con grandes propuestas internacionales y que de hecho el mainstream tiene una influencia sobre el underground como no recuerdo haber visto en mucho tiempo, pero la escena independiente, no sé, la veo sumida en la irrelevancia.
¿Cómo lo veis?
Abajo el trabajo