24-10-17, 18:57
Ayer vi el primer capítulo del documental Celtics-Lakers : Best of Enemies
En la historia del deporte hay cientos de enfrentamientos, pero existen rivalidades tan intensas que son recordadas como símbolo de una época. Una de ellas es, sin duda, la de los Celtics y los Lakers de la década de 1980.
La serie documental de "Celtics / Lakers. Los mejores enemigos" no es solo la historia del enfrentamiento que marcó para siempre la historia de la NBA, también muestra todo lo que ocurrió a lo largo de las tres finales que los equipos capitaneados por Larry Bird y Magic Johnson jugaron en cuatro años durante la década de 1980 (1984, 1985 y 1987) y que convirtió a la NBA en el fenómeno popular que es en la actualidad.
Boston y Los Ángeles representaban dos Américas bien distintas a mediados de los años 80. El conflicto racial estaba a flor de piel y el país estaba completamente dividido, pero la rivalidad entre Celtics y Lakers, y más concretamente entre Bird y Johnson, fue más allá de una lucha entre negros y blancos y ofreció al mundo una nueva forma de disfrutar del deporte. Junto a ellos, unos secundarios de lujo -entre los que se contaban Abdul-Jabbar y Parish, Worthy y McHale- incendiaban la cancha a su paso y lograron encender una pasión que aún hoy se deja notar en la atracción del público por la NBA.
Con Magic y Bird empecé a amar este deporte

En la historia del deporte hay cientos de enfrentamientos, pero existen rivalidades tan intensas que son recordadas como símbolo de una época. Una de ellas es, sin duda, la de los Celtics y los Lakers de la década de 1980.
La serie documental de "Celtics / Lakers. Los mejores enemigos" no es solo la historia del enfrentamiento que marcó para siempre la historia de la NBA, también muestra todo lo que ocurrió a lo largo de las tres finales que los equipos capitaneados por Larry Bird y Magic Johnson jugaron en cuatro años durante la década de 1980 (1984, 1985 y 1987) y que convirtió a la NBA en el fenómeno popular que es en la actualidad.
Boston y Los Ángeles representaban dos Américas bien distintas a mediados de los años 80. El conflicto racial estaba a flor de piel y el país estaba completamente dividido, pero la rivalidad entre Celtics y Lakers, y más concretamente entre Bird y Johnson, fue más allá de una lucha entre negros y blancos y ofreció al mundo una nueva forma de disfrutar del deporte. Junto a ellos, unos secundarios de lujo -entre los que se contaban Abdul-Jabbar y Parish, Worthy y McHale- incendiaban la cancha a su paso y lograron encender una pasión que aún hoy se deja notar en la atracción del público por la NBA.
Con Magic y Bird empecé a amar este deporte

