05-08-12, 12:14
http://www.eldiariomontanes.es/v/2012080...20805.html
Nada tiene que ver el pop-rock indie del norte con el del sur. La miscelánea de estilos que se fundió en la noche del viernes en el cartel del 'Santander Music 2012' volvió a demostrarlo. El bocadillo de sonidos que encajó la mayor atracción de la noche fueron los granadinos Lori Meyers, que tocaron tras Fanfarlo (Inglaterra) y Delorentos (Irlanda), aclarando que Europa continúa siendo cuna de culturas y de riqueza musical. El esquematismo calculado del ritmo, de la voz monótona y robótica de los extranjeros, contrastó con las melodías más juguetonas, atrevidas y pegadizas de los andaluces.
El escenario y el horario estaba acomodado a Lori Meyers, que conectó como ninguno con el público. Se escucharon con ganas las nuevas canciones, al fin y al cabo es la gira presentación de su último trabajo 'Viaje de estudios'. Los coros despertaron con los grandes temas: desde el inicio con 'Nuevos tiempos', pasando por 'Luciérnagas y mariposas', 'Luces de neón', hasta el final con 'Alta fidelidad'. Precisamente cuando llegó la locura. Antonio López, 'Noni', tiró el micrófono sobre el escenario, se soltó la camisa y se abalanzó sobre el público, correteando por el foso poseído por esa extraña euforia del directo que desdibuja a algunos artistas. Tanto que a veces parecen más la representación de un personaje con evocación de mitos. Lo de ayer fue lo más parecido a la resurrección del joven Mike Jagger. Pero eso era escenografía, lo importante es el sonido, y en ese sentido lo bordaron.
Los siguientes en salir a la palestra, los norteamericanos !!! Chk Chk Chk, quizá se ampararon más en eso primero, para dejar de lado la música. Todo lo que no convencieron con su sonido, lo intento hacer su cantante Nic Offer saliendo en calzoncillos, mezclándose entre el público e incluso escalando por la infraestructura del escenario de la campa de La Magdalena o sobre el coche publicitario. Era parte del espectáculo pero distraía en exceso unos ritmos asalvajados y oscuros que merecían más atención.
Nada que ver con Delorentos. Ellos supieron conectar al público sin necesidad de excentricidades, simplemente con sus canciones -qué mejor arma-, su spanglish simpático y las alabanzas a la capital cántabra y a su gente. El centro de su directo fue 'You can make sound', su segundo trabajo, lanzado a finales de 2009.
Mucho antes de todo esto, en la primera ronda de la noche del viernes, fue el tiempo del tinte inglés. Fanfarlo es una de las grandes revelaciones musicales salidas del Reino Unido el último lustro ('mejor nueva banda' de 2009, según la revista Paste, por ejemplo). Ayer demostraron por qué: por su folk-pop orquestado y luminoso, técnico y midiendo muy bien los tiempos.
Pero la noche dio todavía para mucho más: para la exhibición de La Casa Azul, el extraño e incomparable proyecto liderado que Guille Milkyway y sus androides que destilan como nadie en España un electropop nítido, bailable y sumamente pegadizo, con sabor y aroma a años pretéritos. Jugando con las proyecciones y los sonidos pregrabados, dominando con maestría los teclados y una apuesta tan efectista como espectacular, La Casa Azul brindó uno de los mejores conciertos del 'Santander Music', rematado en plena madrugada por su single más exitoso, 'La revolución sexual', un icono de los últimos años.
Fue un gran broche para la redonda segunda jornada del festival, que sin solución de continuidad dio el testigo anoche a la tercera y última, la que más público reunió, en torno a 5.000 personas, debido al atractivo de Vetusta Morla, el rey español de los festivales.
Nada tiene que ver el pop-rock indie del norte con el del sur. La miscelánea de estilos que se fundió en la noche del viernes en el cartel del 'Santander Music 2012' volvió a demostrarlo. El bocadillo de sonidos que encajó la mayor atracción de la noche fueron los granadinos Lori Meyers, que tocaron tras Fanfarlo (Inglaterra) y Delorentos (Irlanda), aclarando que Europa continúa siendo cuna de culturas y de riqueza musical. El esquematismo calculado del ritmo, de la voz monótona y robótica de los extranjeros, contrastó con las melodías más juguetonas, atrevidas y pegadizas de los andaluces.
El escenario y el horario estaba acomodado a Lori Meyers, que conectó como ninguno con el público. Se escucharon con ganas las nuevas canciones, al fin y al cabo es la gira presentación de su último trabajo 'Viaje de estudios'. Los coros despertaron con los grandes temas: desde el inicio con 'Nuevos tiempos', pasando por 'Luciérnagas y mariposas', 'Luces de neón', hasta el final con 'Alta fidelidad'. Precisamente cuando llegó la locura. Antonio López, 'Noni', tiró el micrófono sobre el escenario, se soltó la camisa y se abalanzó sobre el público, correteando por el foso poseído por esa extraña euforia del directo que desdibuja a algunos artistas. Tanto que a veces parecen más la representación de un personaje con evocación de mitos. Lo de ayer fue lo más parecido a la resurrección del joven Mike Jagger. Pero eso era escenografía, lo importante es el sonido, y en ese sentido lo bordaron.
Los siguientes en salir a la palestra, los norteamericanos !!! Chk Chk Chk, quizá se ampararon más en eso primero, para dejar de lado la música. Todo lo que no convencieron con su sonido, lo intento hacer su cantante Nic Offer saliendo en calzoncillos, mezclándose entre el público e incluso escalando por la infraestructura del escenario de la campa de La Magdalena o sobre el coche publicitario. Era parte del espectáculo pero distraía en exceso unos ritmos asalvajados y oscuros que merecían más atención.
Nada que ver con Delorentos. Ellos supieron conectar al público sin necesidad de excentricidades, simplemente con sus canciones -qué mejor arma-, su spanglish simpático y las alabanzas a la capital cántabra y a su gente. El centro de su directo fue 'You can make sound', su segundo trabajo, lanzado a finales de 2009.
Mucho antes de todo esto, en la primera ronda de la noche del viernes, fue el tiempo del tinte inglés. Fanfarlo es una de las grandes revelaciones musicales salidas del Reino Unido el último lustro ('mejor nueva banda' de 2009, según la revista Paste, por ejemplo). Ayer demostraron por qué: por su folk-pop orquestado y luminoso, técnico y midiendo muy bien los tiempos.
Pero la noche dio todavía para mucho más: para la exhibición de La Casa Azul, el extraño e incomparable proyecto liderado que Guille Milkyway y sus androides que destilan como nadie en España un electropop nítido, bailable y sumamente pegadizo, con sabor y aroma a años pretéritos. Jugando con las proyecciones y los sonidos pregrabados, dominando con maestría los teclados y una apuesta tan efectista como espectacular, La Casa Azul brindó uno de los mejores conciertos del 'Santander Music', rematado en plena madrugada por su single más exitoso, 'La revolución sexual', un icono de los últimos años.
Fue un gran broche para la redonda segunda jornada del festival, que sin solución de continuidad dio el testigo anoche a la tercera y última, la que más público reunió, en torno a 5.000 personas, debido al atractivo de Vetusta Morla, el rey español de los festivales.
"Stoner pincha mejor bajo presión" (Patrullero)