25-10-07, 12:22
Viernes 7
A las 16:00
Fearless freaks: The Flaming Lips
Dirección: Bradley Beesley
Nacionalidad: EE.UU
Año: 2005
VO: Inglés
Duración: 100’
Intérpretes: The Flaming Lips, Beck, Jack White, Jonathan Donahue, Juliette Lewis, Liz Phair
Música: The Flaming Lips
Participación Festivales: Leeds International Film Festival 2005, London Film Festival 2006, Singapore International Film Festival 2006
Steven Drozd, el batería de los Flaming Lips, está preparándose un chute de heroína como el que se prepara unos fideos, algo distraído, comentando sus 5 años de adicción como si volviese a hablar de fideos. Mirando a la cámara. Sin darle importancia a nada. Sin sordidez añadida, desde el entorno cálido de su comedor. En un momento dado podría creerse que la escena trata de quitarle importancia a ser heroinómano y, sin embargo, se da precisamente el caso opuesto. La escena comentada, por su cercanía y simplicidad, se convierte en una de las más chocantes y duras de la historia del documental musical.
El párrafo previo es solo un corte –el más famoso, tal vez- de la remarcable historia del grupo de Oklahoma The Flaming Lips que ha realizado el director Bradley Beesley a partir de más de 400 horas de imágenes (incluyendo cintas caseras, entrevistas personales, videos, conciertos y momentos inéditos del making-of de diversos proyectos visuales). Y la historia, tal y como se nos cuenta durante una hora y media, es una montaña rusa: los inicios en formato garaje-punk cabestro; los experimentos art-rock que seguirían a su interés primigenio en el formato video; la mezcla de narrativa country-rock ácido-temática religiosa a la que llegarían en su periodo medio a raíz de su asociación con el mismo director de Fearless Freaks; el desarrollo de sus visuales en directo, una escenificación que incorporaba desde sangre a confeti y hizo de sus conciertos una experiencia inolvidable de gozo y éxtasis compartido por grupo y audiencia. Después de todos estos años, como el documental demuestra, su líder Mark Coyne sigue siendo una figura carismática, curiosa aún, de una creatividad maníaca que ha dotado a su grupo de atributos y ángulos con los que bandas más acomodaticias no hubiesen llegado siquiera a soñar. Plasmarlo en película ha sido una experiencia extenuante para su director, que –como el Pennebaker de Don’t look back- casi se convirtió desde inicios de los 90 en un miembro permanente del grupo, influenciando su música de la misma manera en que ellos moldeaban su estilo visual en una simbiosis rara en el medio. En cualquier medio. Además de la mencionada avalancha de footage, de las raras y preciosas instantáneas construidas en intimidad con los miembros del grupo, Fearless freaks cuenta con cameos de Beck, Jack White de los White Stripes, Jonathan Donahue de Mercury Rev, Juliette Lewis y Liz Phair. Todo ello, combinado, ofrece un raro acercamiento a los métodos e inspiraciones de uno de los grupos más personales de toda-la-música-de-después-del-punk.
http://www.fearlessfreaks.com
A las 16:00
Fearless freaks: The Flaming Lips
Dirección: Bradley Beesley
Nacionalidad: EE.UU
Año: 2005
VO: Inglés
Duración: 100’
Intérpretes: The Flaming Lips, Beck, Jack White, Jonathan Donahue, Juliette Lewis, Liz Phair
Música: The Flaming Lips
Participación Festivales: Leeds International Film Festival 2005, London Film Festival 2006, Singapore International Film Festival 2006
Steven Drozd, el batería de los Flaming Lips, está preparándose un chute de heroína como el que se prepara unos fideos, algo distraído, comentando sus 5 años de adicción como si volviese a hablar de fideos. Mirando a la cámara. Sin darle importancia a nada. Sin sordidez añadida, desde el entorno cálido de su comedor. En un momento dado podría creerse que la escena trata de quitarle importancia a ser heroinómano y, sin embargo, se da precisamente el caso opuesto. La escena comentada, por su cercanía y simplicidad, se convierte en una de las más chocantes y duras de la historia del documental musical.
El párrafo previo es solo un corte –el más famoso, tal vez- de la remarcable historia del grupo de Oklahoma The Flaming Lips que ha realizado el director Bradley Beesley a partir de más de 400 horas de imágenes (incluyendo cintas caseras, entrevistas personales, videos, conciertos y momentos inéditos del making-of de diversos proyectos visuales). Y la historia, tal y como se nos cuenta durante una hora y media, es una montaña rusa: los inicios en formato garaje-punk cabestro; los experimentos art-rock que seguirían a su interés primigenio en el formato video; la mezcla de narrativa country-rock ácido-temática religiosa a la que llegarían en su periodo medio a raíz de su asociación con el mismo director de Fearless Freaks; el desarrollo de sus visuales en directo, una escenificación que incorporaba desde sangre a confeti y hizo de sus conciertos una experiencia inolvidable de gozo y éxtasis compartido por grupo y audiencia. Después de todos estos años, como el documental demuestra, su líder Mark Coyne sigue siendo una figura carismática, curiosa aún, de una creatividad maníaca que ha dotado a su grupo de atributos y ángulos con los que bandas más acomodaticias no hubiesen llegado siquiera a soñar. Plasmarlo en película ha sido una experiencia extenuante para su director, que –como el Pennebaker de Don’t look back- casi se convirtió desde inicios de los 90 en un miembro permanente del grupo, influenciando su música de la misma manera en que ellos moldeaban su estilo visual en una simbiosis rara en el medio. En cualquier medio. Además de la mencionada avalancha de footage, de las raras y preciosas instantáneas construidas en intimidad con los miembros del grupo, Fearless freaks cuenta con cameos de Beck, Jack White de los White Stripes, Jonathan Donahue de Mercury Rev, Juliette Lewis y Liz Phair. Todo ello, combinado, ofrece un raro acercamiento a los métodos e inspiraciones de uno de los grupos más personales de toda-la-música-de-después-del-punk.
http://www.fearlessfreaks.com