31-08-05, 14:28
El sábado, que parecía a priori el día más flojo, fue un día redondo. Era ir de un concierto impresionante a otro majestuoso, de uno acojonante a otro apoteósico.
Hubo momentos en los que llegué a pensar "no te mereces esto, no te mereces tanto gozo y felicidad"
Kaiser Chiefs fueron una explosión de estribillos coreados por miles de guiris. Yo creo que todos estaban allí. Se las sabían todas, parecía que estuviéramos viendo a los U2 o Stones, pero en un sitio más pequeño que un campo de futbol. Era la misma sensación de himnos coreados por todo Dios, de karaoke permanente, pero comprimido. El vocalista se movió todo y más, saltó, se desgañitó, hizo el hooligan, se tiró encima del público, lanzó el micro para que cantara la peña, se subió hasta arriba de una de las torres de luz para arengar desde allí a las masas… estuvo entretenido a la par que potente. Desde luego, se dejaron la piel. Madness y The Jam son dos de sus influencias más reconocibles, así que es fácil imaginarse lo animado del espectáculo. ¡Vaya descontrol!, yo creo que entre este concierto y el de !!! acabé con las manos totalmente insensibles, rojas, hasta algo hinchadas de palmear y aplaudir. La ocasión lo requería cada 5 minutos o menos.
The Raveonettes a plena luz del día (21:00 horas) en el escenario grande. Estoy deseando que llegue el Ebrovisión para volver a verlos. Escucharlos fue una gloria absoluta. ¡Qué coros!, ¡Qué guitarras!, ¡Qué intención!, se compenetran de lujo, hacen crecer las canciones y a ti con ellas, te lo dan de manera progresiva y muy bien medida, vas entrando y sin comerlo ni beberlo te das cuenta de que estás viendo algo grandísimo y que la banda que tienes delante vale mucho.
Juegan con sonidos de los 50, 60, revival a saco, cercanos a Everly Brothers, The Ronettes, muy de falda de vuelo como la de la cantane. Aires surferos (de peli de Tarantino), temazos como Somewhere in Texas, bases rítmicas made in Velvet Underground, no en vano ha colaborado en el disco Mou Tucker. Ahora hacen cosas más bonitas, cuidadas, pero sin perder esa huella palpable de los Jesus & Mary Chains, más lejano y camuflado pero permanece de alguna manera.
A la misma hora que tocaba Keane en el grande, en la carpa tenía lugar la actuación de ¡!!! Chk Chk Chk , ellos lo suelen traducir como Chk Chk Chk, Pow Pow Pow, Uh Uh Uh o Etc Etc Etc- no es una ocurrencia de las suyas, sino que está inspirado en los subtítulos de la película Los dioses deben estar locos (Jamie Uys, 1980).
Fuímos a ver a los de Sacramento. Gracias Keane, por coincidir con ellos.
He descubierto a un grupo en directo como no había visto en mi vida. Diferente a todo. Ocho músicos pluriempleados que le daban a todo, sobremanera a las percusiones, saxos y trompetas, ritmos calientes, funky mezclado con rock, punk… nos hicieron sudar de lo lindo.
Punto y aparte para el vocalista Nic Offer. En bañador y camiseta, como si acabara de salir de la playa, se contorneaba, bailaba, iba recibiendo impulsos eléctricos como si estuviera en la sala de reanimación de un hospital, y las descargas le impulsaban, recorrían su cuerpo de lado a lado, movía las piernas como si estuviera pasando encima de las brasas la noche de San Juan, todo un showman, una mezcla entre James brown y Boris Izaguirre, con todos los tics de Jagger. Se quedó con toda la gente que salió encantada. Acabó comiéndose el micro literalmente, cantaba con él dentro, dentro y fuera, como una porno-star, yo pensaba que ese hombre iba a acabar desnudo pero no fue así. Todo quedó en una especie de performace de una hora de duración. Todos los que tengáis ocasión de verlos en vivo, no lo dudéis ni un segundo.
Además las grúas que grababan todas estas actuaciones, y las pantallas… todo estaba hecho con una calidad asombrosa, tenías al segundo la imagen más destacada de lo que allí estaba sucediendo. Yo creo que de allí, salía ya editado para vender, era alucinante, como estar viendo sobre la marcha un DVD del concierto.
La anécdota. El batería John Pugg se disculpó de su cansancio (habían quemado la traca todos el viernes con Peaches) y Nic Offer le espetó: "You talk too much".
Los Lemonheads ya estaban en marcha cuando salimos de la carpa, la hierba fue nuestra aliada y después del tute que nos dieron !!!, lo que se imponía era un descanso. A pesar de esto, la pantalla gigante me acercó a mis queridos cabezas limón. Disfruté de canciones que pensaba que nunca vería en directo, temas como Big Gay Heart u otros bien conocidos. Evan Dando no tendrá buena voz, pero canta con sentimiento. También hay que destacar la aportación del batería de la banda.
Dinosaur Jr. Tremendos, arrasando con todo, Tres tíos capaces de hacer un ruido endemoniado, terrible, hard rock de lo mejorcito. Dicen que es de lo más heavy que se ha visto por el fib en todas las ediciones. El J.Macis este, recorre el mastil de su guitarra como el gran Nick Saloman (The Bevis frond) y bien las cuerdas, dando todo tipo de matices, a veces más guarro, otras no tanto. Es la conjunción perfecta entre rapidez y gusto a la hora de tocar. Lou Barlow toca el bajo también que da gusto, creo que no soltó la pua en ningún momento, gran demostración. Lo que no me gustó tanto fue el batería, que o no estaba cómodo o no tuvo su noche y metió la zarpa varias veces. Mención especial para canciones como Little Fury things o la version del Just like heaven que sale en el recopilatorio y que allí, un día después de sus creadores, dieron la vuelta totalmente.
Radio 4 como dice una de sus canciones logró que todo el público "bailara sobre el asfalto". Chachi me había dicho que en cd no le llamaban mucho la atención, pero allí el cabrón no paraba de moverse, "joder, está guapo, pegan un buen tufo a New Order", yo que ya se lo había advertido, también bailaba, me descojonaba y me enamoraba de un ángel que se movía delante de mío con una fragilidad…, que bien lo hacía, entre clase y desgana, casi arrastraba sus píes con su mirada perdida, ¡que cielo de chica!.
Y no, no es que Chachi sea fácilmente impresionable, es que estuvo muy bien, y aparte yo creo que no escuchó bien el disco. Tocaron maravillas como Party Crashers, State of Alert o la nombrada Dace to the Underground. No tuvieron mucho tiempo, pero la caña que llevábamos en el cuerpo a esa hora era mucha.
Hubo momentos en los que llegué a pensar "no te mereces esto, no te mereces tanto gozo y felicidad"
Kaiser Chiefs fueron una explosión de estribillos coreados por miles de guiris. Yo creo que todos estaban allí. Se las sabían todas, parecía que estuviéramos viendo a los U2 o Stones, pero en un sitio más pequeño que un campo de futbol. Era la misma sensación de himnos coreados por todo Dios, de karaoke permanente, pero comprimido. El vocalista se movió todo y más, saltó, se desgañitó, hizo el hooligan, se tiró encima del público, lanzó el micro para que cantara la peña, se subió hasta arriba de una de las torres de luz para arengar desde allí a las masas… estuvo entretenido a la par que potente. Desde luego, se dejaron la piel. Madness y The Jam son dos de sus influencias más reconocibles, así que es fácil imaginarse lo animado del espectáculo. ¡Vaya descontrol!, yo creo que entre este concierto y el de !!! acabé con las manos totalmente insensibles, rojas, hasta algo hinchadas de palmear y aplaudir. La ocasión lo requería cada 5 minutos o menos.
The Raveonettes a plena luz del día (21:00 horas) en el escenario grande. Estoy deseando que llegue el Ebrovisión para volver a verlos. Escucharlos fue una gloria absoluta. ¡Qué coros!, ¡Qué guitarras!, ¡Qué intención!, se compenetran de lujo, hacen crecer las canciones y a ti con ellas, te lo dan de manera progresiva y muy bien medida, vas entrando y sin comerlo ni beberlo te das cuenta de que estás viendo algo grandísimo y que la banda que tienes delante vale mucho.
Juegan con sonidos de los 50, 60, revival a saco, cercanos a Everly Brothers, The Ronettes, muy de falda de vuelo como la de la cantane. Aires surferos (de peli de Tarantino), temazos como Somewhere in Texas, bases rítmicas made in Velvet Underground, no en vano ha colaborado en el disco Mou Tucker. Ahora hacen cosas más bonitas, cuidadas, pero sin perder esa huella palpable de los Jesus & Mary Chains, más lejano y camuflado pero permanece de alguna manera.
A la misma hora que tocaba Keane en el grande, en la carpa tenía lugar la actuación de ¡!!! Chk Chk Chk , ellos lo suelen traducir como Chk Chk Chk, Pow Pow Pow, Uh Uh Uh o Etc Etc Etc- no es una ocurrencia de las suyas, sino que está inspirado en los subtítulos de la película Los dioses deben estar locos (Jamie Uys, 1980).
Fuímos a ver a los de Sacramento. Gracias Keane, por coincidir con ellos.
He descubierto a un grupo en directo como no había visto en mi vida. Diferente a todo. Ocho músicos pluriempleados que le daban a todo, sobremanera a las percusiones, saxos y trompetas, ritmos calientes, funky mezclado con rock, punk… nos hicieron sudar de lo lindo.
Punto y aparte para el vocalista Nic Offer. En bañador y camiseta, como si acabara de salir de la playa, se contorneaba, bailaba, iba recibiendo impulsos eléctricos como si estuviera en la sala de reanimación de un hospital, y las descargas le impulsaban, recorrían su cuerpo de lado a lado, movía las piernas como si estuviera pasando encima de las brasas la noche de San Juan, todo un showman, una mezcla entre James brown y Boris Izaguirre, con todos los tics de Jagger. Se quedó con toda la gente que salió encantada. Acabó comiéndose el micro literalmente, cantaba con él dentro, dentro y fuera, como una porno-star, yo pensaba que ese hombre iba a acabar desnudo pero no fue así. Todo quedó en una especie de performace de una hora de duración. Todos los que tengáis ocasión de verlos en vivo, no lo dudéis ni un segundo.
Además las grúas que grababan todas estas actuaciones, y las pantallas… todo estaba hecho con una calidad asombrosa, tenías al segundo la imagen más destacada de lo que allí estaba sucediendo. Yo creo que de allí, salía ya editado para vender, era alucinante, como estar viendo sobre la marcha un DVD del concierto.
La anécdota. El batería John Pugg se disculpó de su cansancio (habían quemado la traca todos el viernes con Peaches) y Nic Offer le espetó: "You talk too much".
Los Lemonheads ya estaban en marcha cuando salimos de la carpa, la hierba fue nuestra aliada y después del tute que nos dieron !!!, lo que se imponía era un descanso. A pesar de esto, la pantalla gigante me acercó a mis queridos cabezas limón. Disfruté de canciones que pensaba que nunca vería en directo, temas como Big Gay Heart u otros bien conocidos. Evan Dando no tendrá buena voz, pero canta con sentimiento. También hay que destacar la aportación del batería de la banda.
Dinosaur Jr. Tremendos, arrasando con todo, Tres tíos capaces de hacer un ruido endemoniado, terrible, hard rock de lo mejorcito. Dicen que es de lo más heavy que se ha visto por el fib en todas las ediciones. El J.Macis este, recorre el mastil de su guitarra como el gran Nick Saloman (The Bevis frond) y bien las cuerdas, dando todo tipo de matices, a veces más guarro, otras no tanto. Es la conjunción perfecta entre rapidez y gusto a la hora de tocar. Lou Barlow toca el bajo también que da gusto, creo que no soltó la pua en ningún momento, gran demostración. Lo que no me gustó tanto fue el batería, que o no estaba cómodo o no tuvo su noche y metió la zarpa varias veces. Mención especial para canciones como Little Fury things o la version del Just like heaven que sale en el recopilatorio y que allí, un día después de sus creadores, dieron la vuelta totalmente.
Radio 4 como dice una de sus canciones logró que todo el público "bailara sobre el asfalto". Chachi me había dicho que en cd no le llamaban mucho la atención, pero allí el cabrón no paraba de moverse, "joder, está guapo, pegan un buen tufo a New Order", yo que ya se lo había advertido, también bailaba, me descojonaba y me enamoraba de un ángel que se movía delante de mío con una fragilidad…, que bien lo hacía, entre clase y desgana, casi arrastraba sus píes con su mirada perdida, ¡que cielo de chica!.
Y no, no es que Chachi sea fácilmente impresionable, es que estuvo muy bien, y aparte yo creo que no escuchó bien el disco. Tocaron maravillas como Party Crashers, State of Alert o la nombrada Dace to the Underground. No tuvieron mucho tiempo, pero la caña que llevábamos en el cuerpo a esa hora era mucha.
"Stoner pincha mejor bajo presión" (Patrullero)