Slade comenzaba su andadura musical en 1966, bajo el nombre de N’betweens... más tarde lo cambiaron por Ambrose Slade y finalmente simplemente Slade.
La banda en sus comienzos se la intentó vender como un producto “Skin”, que conectaba fácilmente con ese estilo que se había puesto tan de moda entre los jóvenes ingleses de finales de los 60’s. Pero finalmente con la llegada del Glam rock se calzaron botas con plataformas, se maquillaron y dejaron crecer sus melenas al viento, dando a Inglaterra algunos de los más brillantes himnos del rock glam, entre los que se encuentran muchos dentro del disco.
Slayed! Fue grabado en 1972, producido por el manager de la banda, el reconocido bajista de los Animals, Chas Chandler. Sin duda uno de los pilares básico en cualquier colección de discos, ya no solo del glam rock, si no del rock de los 70’s en general. Un álbum lleno de himnos sonoros, como el número uno “Mama we’re all crazy now” o “Gudbye gudbye”... guitarras que rugen, contundentes bases rítmicas y esa característica voz, totalmente agresiva en grandilocuentes estribillos. Tomando como referencia el rock de los 50’s, enfatizan los ritmos y estribillos, endureciendo el aspecto sonoro, todo ello acompañado de su estética, de clara ambigüedad sexual, tan de moda en la época. Más que un disco, un recopilatorio.
La banda en sus comienzos se la intentó vender como un producto “Skin”, que conectaba fácilmente con ese estilo que se había puesto tan de moda entre los jóvenes ingleses de finales de los 60’s. Pero finalmente con la llegada del Glam rock se calzaron botas con plataformas, se maquillaron y dejaron crecer sus melenas al viento, dando a Inglaterra algunos de los más brillantes himnos del rock glam, entre los que se encuentran muchos dentro del disco.
Slayed! Fue grabado en 1972, producido por el manager de la banda, el reconocido bajista de los Animals, Chas Chandler. Sin duda uno de los pilares básico en cualquier colección de discos, ya no solo del glam rock, si no del rock de los 70’s en general. Un álbum lleno de himnos sonoros, como el número uno “Mama we’re all crazy now” o “Gudbye gudbye”... guitarras que rugen, contundentes bases rítmicas y esa característica voz, totalmente agresiva en grandilocuentes estribillos. Tomando como referencia el rock de los 50’s, enfatizan los ritmos y estribillos, endureciendo el aspecto sonoro, todo ello acompañado de su estética, de clara ambigüedad sexual, tan de moda en la época. Más que un disco, un recopilatorio.