29-08-05, 18:29
Es indiscutible que los USA pueden ser muchas cosas, pero no puede negarse que a lo largo de la historia nos ha proporcionado muchos de los grupos de rock más dignos de la historia. Ahí, esta banda: Allman Brothers Band es una institución desde hace más de treinta años. Su música combina con maestría rock, blues y jazz, mezclándolo y convirtiéndolo en un «southern rock» maravilloso como pocos.
Hay muchas anécdotas de bandas, muchas de ellas muy destroyer, pero verdaderamente pocas me parecen tan jartas como las de esta banda (parecen forajidos salidos del oeste más profundo y violento), sobre todo en contraposición a su música tranquila y dramática.
El logo de la banda
El grupo fue se fundó a finales de los 60 por el guitarrista Duane Allman, junto a su hermano pequeño Gregg (cantante y teclista), el guitarrista Dickey Betts, el bajista Berry Oakley y, lo que es más curioso, los dos baterías originales del grupo: Butch Trucks y Jaimoe Johanson (el único miembro negro del grupo). Allman Brothers siempre han tocado con dos baterías, lo que, especialmente en directo, le da un toque particular a su sección rítmica, actuando uno como batería y otro como percusionista. Un toque peculiar de sus sesiones de ensayo era que se llevaban a cabo en un cementerio, llegando (en una ida de pinza de dimensiones astronómicas) a poner nombres de algunas difuntas a sus canciones, como la instrumental «In memory of Elisabeth Reed» o su tema «Little Martha».
Duane era de largo (y creed si os digo que eso es mucho) el tio más duro del grupo. Todos los que le conocieron dicen que aún de joven era duro como una roca, nadie era capaz de intimidarle y que su liderazgo era indiscutible. Para sus compañeros era una especie de figura paternal, especialmente para su hermano Gregg. Musicalmente hablando, con Dickey era una de las parejas de guitarristas más espectaculares de la historia. El talento de Duane y su técnica con el «slide guitar» hizo que hasta guitarristas como Eric Clapton le pidiesen clases. (De hecho este le llamó para que tocase junto a él en Derek and the dominoes)
Duane: Uno de los grandes en acción
En plena movida «flower power» esta banda vivía a su manera. Parte del año vivían en una comuna con sus mujeres e hijos; sin embargo, cuando comenzaba la gira y dejaban a sus mujeres ordeñando vacas se sumergían de lleno en el «rock' n' roll way of life», zambulléndose en una espiral de drogas, follándose al mayor número de mujeres posibles, montando en harley armados y provocando todo tipo de cristos.
Los «roadies» de esta banda no se sentían particularmente imbuídos del pacifismo de la era de acuario, ya que entre ellos y el propio grupo formaban una banda de auténticos colgados, que no dudaban en defenderse unos a otros como cualquier banda en el salvaje oeste. Hace unos años Iggy Pop recordó su encuentro con los garrulos de los roadies de los Allman, cuando los Stooges les telonearon en un concierto. Mientras los Allman eran cowboys sureños directamente salidos de la América profunda (y de cojones), los Stooges eran de Detroit, chicos de ciudad más metidos en la escena «arty» (Iggy era amigo de Andy Warhol o Lou Reed, y fue novio de Nico, la poetisa alemana musa de los Velvet Underground).
Cuando los Stooges se presentaron antes del concierto con sus pintas (maquillaje, pelo teñido, pantalones plateados, ropa ajustada, tacones) pensadas para impactar a los típicos hippies de la clase media californiana, obtuvieron una respuesta más «sui generis» por parte de los roadies de los Allman, que empezaron a acosarles con frases del estilo «qué chicas tan guapas» o «vamos a meter los dedos en esos coñitos húmedos, seguro que están echando chorros de miel». Los Stooges, aterrorizados, se encerraron en los lavabos sin saber si iban a ser violados, a recibir una paliza, o ambas cosas, mientras los roadies aporreaban la puerta para echarla abajo y gritaban toda clase de barbaridades sobre sus culitos y el rímel de sus pestañas. Finalmente, los Stooges se salvaron por la campana: había llegado la hora de su actuación, y los simpáticos roadies no tuvieron más remedio que dejarles ir al escenario sanos y salvos. Curiosamente, tras la actuación (salvaje, como de costumbre) de Iggy y los suyos, los mismos roadies que poco antes parecían querer lincharlos se les acercaron como si nada y les felicitaron: al parecer les había gustado el concierto.
Pero esto se queda en nada en comparación de otras «hazañas» de los roadies. Una noche los Allman tocaron en un club y tras su actuación el dueño del local se negó a pagarles. Discutieron con él sin resultado alguno, hasta que Twiggs, uno de los técnicos de sonido zanjó rápidamente la cuestión y mató al dueño de una puñalada. El pobre descubrió tarde que no se bromeaba con los Allman Brothers, las poses de vaquero que llevaban no eran de pose y desde luego no eran un puñado de hippies más...
Twiggs fue detenido y juzgado por asesinato. Durante una de las sesiones fue llamado a testificar Berry Oakley. (el bajista) Su declaración fue de todo menos coherente; el juez no paraba de darle permiso para ir al baño cada dos por tres para que Berry no dejase todo perdido de vómitos. De lo poco claro que pudo sacar el juez fue un testimonio muy parecido a esto:
Con testigos de ese calibre no le fue difícil al abogado defensor de Twiggs alegar «enajenación mental transitoria» argumentando que salir de gira con los Allman acabaría desquiciando a cualquiera. El resto del grupo, lejos de desmarcarse y criticar la actitud de su roadie lo defendieron en todo momento, incluyendo incluso un recordatorio a él en su segundo disco.
Su particular forma de resolver los problemas se manifiesta en muchas (muchísimas) ocasiones. De hecho, cuando les surgió el inconveniente de que Gregg (cantante y teclista) fue requerido para combatir en Vietnam. Este, no tenía la más mínima intención de dejar el grupo y (lógicamente) nadie en el grupo quería que su cantante y teclista terminase muerto en la jungla ahora que comenzaban a ser alguien, así que organizaron lo que ellos mismos bautizaron como «foot shootin' party». Montaron una fiesta en la que se enzarparon hasta no poder más tras lo cual Duane tuvo el bello gesto de librar a su hermano del horror de la guerra disparándole con una escopeta en un pie. Gracias a ello, Gregg fue declarado no apto y la banda pudo seguir con su actividad musical.
Tras su segundo disco publicaron uno de sus mayores discazos: Live at the Fillmore east. Cuando el disco comenzó a escalar las listas y su fama crecía como la espuma llegó la primera de las tragedias (y leyendas tras lo que le pasó a su bajista Berry) que aconteció a este grupo: Duane montaba su Harley por las esquinas de Macon (su ciudad natal) y al pasarse un semáforo de un cruce en ámbar e intentar esquivar un camión que le salió al paso cayó y su moto terminó encima de él. Aunque Duane no tenía heridas aparentes, murió horas más tarde por tener la mayoría de sus órganos de la consistencia de la mahonesa...
La muerte de Duane fue un auténtico palo para el grupo (que perdía a su líder) y en especial para su hermano Gregg, que se hundió (aún más si cabe) en el alcoholismo y la drogadicción, lacra que ha arrastrado durante décadas. El bajista Berry intentó ocupar el lugar de Duane. El grupo editó entonces «Eat a peach» con material inédito de Duane. Decidieron no sustituirlo por otro guitarrista, aunque les habría sido francamente jodido encontrar a un guitarrista de la talla de ese genio, e incorporaron al pianista Chuck Leavellm con el que grabaron otro de sus grandes discos: «Brothers & Sisters».
Pero aún no habían terminado las penurias del grupo: un año después de la trágica muerte de Duane y a apenas dos esquinas de distancias de donde Duane metió la ostia, el bajista Berry Oakley chocó con su moto contra un bus. Berry, tras el choque se levantó por su propio pie y rechazó ir al hospital o que le viese un médico. A penas tenía un par de rasguños y estaba plenamente consciente, afirmándo sentirse bien. Horas más tarde perdió el conocimiento y fue llevado al hospital, corroborando allí que tenía el cráneo fracturado y severos daños cerebrales por los que terminó muriendo ese mismo día.
Llama la atención de que haría menos de un año uno de sus mejores amigos hubiese muerto cerca de ahí en un accidente similar y rechazase plenamente ir al hospital, pero los Allman gastaban unos huevos que tenían que llevarlos en carretilla...
Sacudió así además de tragedia toda una serie de rumores por la similitud entre ambas muertes. Se dijo que Berry quería imitar a Duane hasta mueriendo (lo cual me parece una gilipollez) y surgieron diversas interpretaciones sobre la portada del «Eat a peach», donde aparecen dibujados dos camiones que llevan un melocotón y una sandía gigantes. Se decía que Duane había muerto al toparse con un camión de melocotones, y que el camión de sandías era una premonición de cómo iba a morir Berry Oakley. Estas leyendas no hicieron más que agrandar el aura mística de una banda a la que parecía perseguir la maldición.
Berry Oakley y Duane Allman. Unidos hasta en la leyenda.
Tanta tragedia fue el pistoletazo de salida para que Gregg se metiese en una vida de desfase contínuo. Su estado mental, perjudicado hasta niveles que sólo Ozzy Osbourne ha logrado alcanzar, se manifestó en todo su esplendor cuando a mediados de los setenta se lió con Cher. (¡han leído bien!)
El comienzo de su relación no pudo ser más hilarante: contrajeron matrimonio y Cher solicitó el divorcio justo a la semana de casarse, lo cual no impedió que se reconciliasen y grabasen juntos el bizarro «Allman and woman». No hace falta decir que es el único bajón en su carrera, ¿verdad?
¡Cágate lorito!
[CONTINUARÁ, PERDÓN POR EL TOSTÓN...]
Hay muchas anécdotas de bandas, muchas de ellas muy destroyer, pero verdaderamente pocas me parecen tan jartas como las de esta banda (parecen forajidos salidos del oeste más profundo y violento), sobre todo en contraposición a su música tranquila y dramática.
El logo de la banda
El grupo fue se fundó a finales de los 60 por el guitarrista Duane Allman, junto a su hermano pequeño Gregg (cantante y teclista), el guitarrista Dickey Betts, el bajista Berry Oakley y, lo que es más curioso, los dos baterías originales del grupo: Butch Trucks y Jaimoe Johanson (el único miembro negro del grupo). Allman Brothers siempre han tocado con dos baterías, lo que, especialmente en directo, le da un toque particular a su sección rítmica, actuando uno como batería y otro como percusionista. Un toque peculiar de sus sesiones de ensayo era que se llevaban a cabo en un cementerio, llegando (en una ida de pinza de dimensiones astronómicas) a poner nombres de algunas difuntas a sus canciones, como la instrumental «In memory of Elisabeth Reed» o su tema «Little Martha».
Duane era de largo (y creed si os digo que eso es mucho) el tio más duro del grupo. Todos los que le conocieron dicen que aún de joven era duro como una roca, nadie era capaz de intimidarle y que su liderazgo era indiscutible. Para sus compañeros era una especie de figura paternal, especialmente para su hermano Gregg. Musicalmente hablando, con Dickey era una de las parejas de guitarristas más espectaculares de la historia. El talento de Duane y su técnica con el «slide guitar» hizo que hasta guitarristas como Eric Clapton le pidiesen clases. (De hecho este le llamó para que tocase junto a él en Derek and the dominoes)
Duane: Uno de los grandes en acción
En plena movida «flower power» esta banda vivía a su manera. Parte del año vivían en una comuna con sus mujeres e hijos; sin embargo, cuando comenzaba la gira y dejaban a sus mujeres ordeñando vacas se sumergían de lleno en el «rock' n' roll way of life», zambulléndose en una espiral de drogas, follándose al mayor número de mujeres posibles, montando en harley armados y provocando todo tipo de cristos.
Los «roadies» de esta banda no se sentían particularmente imbuídos del pacifismo de la era de acuario, ya que entre ellos y el propio grupo formaban una banda de auténticos colgados, que no dudaban en defenderse unos a otros como cualquier banda en el salvaje oeste. Hace unos años Iggy Pop recordó su encuentro con los garrulos de los roadies de los Allman, cuando los Stooges les telonearon en un concierto. Mientras los Allman eran cowboys sureños directamente salidos de la América profunda (y de cojones), los Stooges eran de Detroit, chicos de ciudad más metidos en la escena «arty» (Iggy era amigo de Andy Warhol o Lou Reed, y fue novio de Nico, la poetisa alemana musa de los Velvet Underground).
Cuando los Stooges se presentaron antes del concierto con sus pintas (maquillaje, pelo teñido, pantalones plateados, ropa ajustada, tacones) pensadas para impactar a los típicos hippies de la clase media californiana, obtuvieron una respuesta más «sui generis» por parte de los roadies de los Allman, que empezaron a acosarles con frases del estilo «qué chicas tan guapas» o «vamos a meter los dedos en esos coñitos húmedos, seguro que están echando chorros de miel». Los Stooges, aterrorizados, se encerraron en los lavabos sin saber si iban a ser violados, a recibir una paliza, o ambas cosas, mientras los roadies aporreaban la puerta para echarla abajo y gritaban toda clase de barbaridades sobre sus culitos y el rímel de sus pestañas. Finalmente, los Stooges se salvaron por la campana: había llegado la hora de su actuación, y los simpáticos roadies no tuvieron más remedio que dejarles ir al escenario sanos y salvos. Curiosamente, tras la actuación (salvaje, como de costumbre) de Iggy y los suyos, los mismos roadies que poco antes parecían querer lincharlos se les acercaron como si nada y les felicitaron: al parecer les había gustado el concierto.
Pero esto se queda en nada en comparación de otras «hazañas» de los roadies. Una noche los Allman tocaron en un club y tras su actuación el dueño del local se negó a pagarles. Discutieron con él sin resultado alguno, hasta que Twiggs, uno de los técnicos de sonido zanjó rápidamente la cuestión y mató al dueño de una puñalada. El pobre descubrió tarde que no se bromeaba con los Allman Brothers, las poses de vaquero que llevaban no eran de pose y desde luego no eran un puñado de hippies más...
Twiggs fue detenido y juzgado por asesinato. Durante una de las sesiones fue llamado a testificar Berry Oakley. (el bajista) Su declaración fue de todo menos coherente; el juez no paraba de darle permiso para ir al baño cada dos por tres para que Berry no dejase todo perdido de vómitos. De lo poco claro que pudo sacar el juez fue un testimonio muy parecido a esto:
Cita:P: «¿Ha tomado usted drogas en el útimo mes?»
R: «Ajá»
P: «¿Ha tomado usted drogas en la última semana?»
R: «Oh, yeah»
P: «¿ha tomado usted drogas en la última hora?»
R: «Puede apostar a que sí».
Con testigos de ese calibre no le fue difícil al abogado defensor de Twiggs alegar «enajenación mental transitoria» argumentando que salir de gira con los Allman acabaría desquiciando a cualquiera. El resto del grupo, lejos de desmarcarse y criticar la actitud de su roadie lo defendieron en todo momento, incluyendo incluso un recordatorio a él en su segundo disco.
Su particular forma de resolver los problemas se manifiesta en muchas (muchísimas) ocasiones. De hecho, cuando les surgió el inconveniente de que Gregg (cantante y teclista) fue requerido para combatir en Vietnam. Este, no tenía la más mínima intención de dejar el grupo y (lógicamente) nadie en el grupo quería que su cantante y teclista terminase muerto en la jungla ahora que comenzaban a ser alguien, así que organizaron lo que ellos mismos bautizaron como «foot shootin' party». Montaron una fiesta en la que se enzarparon hasta no poder más tras lo cual Duane tuvo el bello gesto de librar a su hermano del horror de la guerra disparándole con una escopeta en un pie. Gracias a ello, Gregg fue declarado no apto y la banda pudo seguir con su actividad musical.
Tras su segundo disco publicaron uno de sus mayores discazos: Live at the Fillmore east. Cuando el disco comenzó a escalar las listas y su fama crecía como la espuma llegó la primera de las tragedias (y leyendas tras lo que le pasó a su bajista Berry) que aconteció a este grupo: Duane montaba su Harley por las esquinas de Macon (su ciudad natal) y al pasarse un semáforo de un cruce en ámbar e intentar esquivar un camión que le salió al paso cayó y su moto terminó encima de él. Aunque Duane no tenía heridas aparentes, murió horas más tarde por tener la mayoría de sus órganos de la consistencia de la mahonesa...
La muerte de Duane fue un auténtico palo para el grupo (que perdía a su líder) y en especial para su hermano Gregg, que se hundió (aún más si cabe) en el alcoholismo y la drogadicción, lacra que ha arrastrado durante décadas. El bajista Berry intentó ocupar el lugar de Duane. El grupo editó entonces «Eat a peach» con material inédito de Duane. Decidieron no sustituirlo por otro guitarrista, aunque les habría sido francamente jodido encontrar a un guitarrista de la talla de ese genio, e incorporaron al pianista Chuck Leavellm con el que grabaron otro de sus grandes discos: «Brothers & Sisters».
Pero aún no habían terminado las penurias del grupo: un año después de la trágica muerte de Duane y a apenas dos esquinas de distancias de donde Duane metió la ostia, el bajista Berry Oakley chocó con su moto contra un bus. Berry, tras el choque se levantó por su propio pie y rechazó ir al hospital o que le viese un médico. A penas tenía un par de rasguños y estaba plenamente consciente, afirmándo sentirse bien. Horas más tarde perdió el conocimiento y fue llevado al hospital, corroborando allí que tenía el cráneo fracturado y severos daños cerebrales por los que terminó muriendo ese mismo día.
Llama la atención de que haría menos de un año uno de sus mejores amigos hubiese muerto cerca de ahí en un accidente similar y rechazase plenamente ir al hospital, pero los Allman gastaban unos huevos que tenían que llevarlos en carretilla...
Sacudió así además de tragedia toda una serie de rumores por la similitud entre ambas muertes. Se dijo que Berry quería imitar a Duane hasta mueriendo (lo cual me parece una gilipollez) y surgieron diversas interpretaciones sobre la portada del «Eat a peach», donde aparecen dibujados dos camiones que llevan un melocotón y una sandía gigantes. Se decía que Duane había muerto al toparse con un camión de melocotones, y que el camión de sandías era una premonición de cómo iba a morir Berry Oakley. Estas leyendas no hicieron más que agrandar el aura mística de una banda a la que parecía perseguir la maldición.
Berry Oakley y Duane Allman. Unidos hasta en la leyenda.
Tanta tragedia fue el pistoletazo de salida para que Gregg se metiese en una vida de desfase contínuo. Su estado mental, perjudicado hasta niveles que sólo Ozzy Osbourne ha logrado alcanzar, se manifestó en todo su esplendor cuando a mediados de los setenta se lió con Cher. (¡han leído bien!)
El comienzo de su relación no pudo ser más hilarante: contrajeron matrimonio y Cher solicitó el divorcio justo a la semana de casarse, lo cual no impedió que se reconciliasen y grabasen juntos el bizarro «Allman and woman». No hace falta decir que es el único bajón en su carrera, ¿verdad?
¡Cágate lorito!
[CONTINUARÁ, PERDÓN POR EL TOSTÓN...]